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UN LEGADO IRREPETIBLE

LA DISCOGRAFÍA DE CARLOS GARDEL

¿Sabía Ud. Qué? Carlos Gardel fue uno de los artistas que más disco grabo, en la historia jamás superado por ningún latino.

CARLOS GARDEL fue un artista sin parangón. Siempre a la vanguardia de su tiempo, en todos los aspectos que se refieren a su quehacer artístico. 

Analicemos en primer lugar su discografía desde el punto de vista de los números.

Durante su carrera Carlos Gardel dejó plasmadas alrededor de 1.500 grabaciones. Las primeras datan de 1912, con 15 temas. Luego hay un paréntesis hasta 1917. Ahí arranca su verdadera carrera discográfica que finaliza a mediados de 1935. Teniendo en cuenta que entre 1931 y 1932 apenas si grabó, podemos afirmar que su actividad fonográfica se concentra en tan sólo 15 años. Traslademos esas cifras a los estándares de producción de un autor contemporáneo. Pongamos por caso, a Joan-Manuel Serrat…

Cada disco de Serrat contiene 10 canciones. Para igualar el ritmo de publicación de Gardel, este autor catalán tendría que haber lanzado 10 LONG PLAYS al año. Vale decir que sus fans se encontrarían con un nuevo disco casi todos los meses. Para el cantor implicaría aprender, ensayar y grabar una canción nueva, cada día. Prácticamente significaría permanecer encerrado en el estudio de grabación… durante 15 años.

Pero esa es apenas la punta del iceberg, ya que la mayor parte de la carrera de Gardel ha permanecido sin ser grabada. En su discografía no existen registros de sus innumerables actuaciones en directo (como sí los tiene Serrat, o cualquier otro autor moderno). Tampoco quedaron matrices de sus ensayos. Por tanto, si hubiese contado con la tecnología actual, las grabaciones de Gardel se habrían multiplicado exponencialmente.

Son cifras apabullantes. Pero tampoco terminan de reflejar su auténtica pasión por la música ya que la mayor parte de su carrera se desarrolló antes de la existencia de los discos. Antes de esa época sólo podía ser oído por un reducido grupo de privilegiados, que se le acercaran.

Mingo Daguita que conoció a Gardel en su juventud afirmó: “Nunca ni en ninguna parte cantó tanto como en el Abasto. Ni nunca cantó mejor que cuando estaba con nosotros”.

“Nunca tenía pereza para cantar —declaró su amigo Mingo Daguita—, nunca se hacía rogar, siempre estaba dispuesto a lanzar al aire sus cifras, sus estilos, sus milongas. Y más tarde, los tangos, cuando los tangos tuvieron letra, que fue bastante después de haber entrado Carlitos en nuestra amistad”.

El primer disco de la historia se grabó en el año 1902, en la voz del prestigioso tenor italiano Enrico Caruso. Diez años después Gardel hacía lo propio en Buenos Aires, dejando registradas toda una variante de canciones criollas, de distintos géneros, en donde utilizó recursos técnicos que tomó del canto lírico italiano, las canzonettas napolitanas y otras múltiples fuentes. Está claro que todavía quedaba por aflorar todo su potencial interpretativo, pero comenzó a inventar la forma en la que se debe cantar para ser escuchado desde un aparato mecánico. Y poco a poco fue “educando” el oído de sus oyentes.

Desde el primer disco Gardel imprimió su sello en la música, sino en la propia idiosincracia de todo un país y de toda una cultura, transmutación que se completa cuando Gardel incorpora a su repertorio un género que él mismo inicia: el tango canción. A través de las letras, la lírica, el lenguaje, el acento, los sucesos narrados… Gardel estaba creando mucho más que un nuevo tipo de música; estaba plasmando en sonido la expresión de una sociedad, y todas sus vivencias, con lo cual la hacía visible de forma artística, y creaba una identidad colectiva. 

En aquel entonces Argentina era una usina cultural, económica y creativa. La primera emisión radial se produjo en 1920 y ya ha mediados de esa década los aparatos estaban en muchos hogares, Gardel se transforma en la estrella mejor pagada de la radio local. Su voz se transmitía en directo a millones de oídos, de almas que se sentían emocionadas por esas letras tan originales de los tangos y que se hacían inolvidables en la voz del Zorzal Criollo.

Tal identidad colectiva se terminó de plasmar a partir de 1930 cuando la voz se transforma en imagen gracias al cine. El cine sonoro de masas se desarrolla en Estados Unidos, en 1929, y tan sólo un año después Gardel graba la primera serie de video clips de la historia.

Ese año de 1930, su voz se utiliza como apertura para la primera emisión televisiva de la BBC, que es la segunda emisión televisiva de la historia.

En 1934 se convierte en el primer músico de la historia en cantar en directo, desde New York, mientras que sus músicos le acompañaban con las guitarras en la otra punta del continente, en Buenos Aires. Lo logró gracias a las transmisiones de radio, muchísimo tiempo antes de que existieran las conexiones vía satélite.

Y todo esto lo destacamos sin hacer hincapié en la irrefutable calidad de todas sus grabaciones, incluso las de aquellas que fueron descartadas en su momento, que son siempre… perfectas.

Por: Marcelo O. Martínez