1924
Grabaciones: 59 . Disponibles: 59
CÓDIGO | TÍTULO | AUTOR | COMPOSITOR | AÑO | AUDIO | MATRIZ | SELLO | TIPO | DETALLE | LETRA |
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24/01 | Sacate la caretita Tango | Juan Andrés Caruso | José Francisco Schumacher y luis Cosenza | 1924 | 1764 | Odeon Bs. As. | Acustica | Con guitarras: Ricardo y Barbieri. Este tango tuvo una inmensa popularidad en los tiempos que el Carnaval se festejaba en Buenos Aires por todo lo alto. Uno de sus compositores Fue el bandoneonista José Francisco Schumacher, de quien se dice que fue un extraordinario ejecutante. Después de integrar las más famosas orquestas del medio, anduvo largos años por Europa difundiendo nuestra música. El otro compositor fue el pianista Elías Luis Cosenza, también de importante trayectoria y compañero en Europa de Schumacher. Ambos eran porteños y amigos del gran cantor. El texto, es del letrista y autor teatral Juan Andrés Caruso. | SACATE LA CARETITA Sacate la caretita, sacate la caretita, que te quiero conocer, y esa cara tan bonita, elegante mascarita un poquito quiero ver. Tus labios cuando suspiran, tus ojazos cuando miran, están llenos de pasión, y tu dulce carcajada como tu dulce mirada me llegan al corazón. Mascarita, no te tapes tanto que la cara, yo te quiero ver. Levántate un poco la careta, para que te pueda conocer. Son tus ojos dos puntas de fuego, que se ocultan tras del antifaz el recuerdo de tus lindos ojos de mi alma no se irá jamás. De besar tu linda boca, estoy sintiendo una loca, una loca tentación, tentación que me atormenta, dejame una vez que sienta esa dulce sensación... Si el amar tanto te afana, no me dejes con las ganas mascarita de mi amor, que si nunca más nos vemos, para siempre perderemos este instante de ilusión... Tírame con esa serpentina que un recuerdo quiero yo tener, y que al mirarlo como algo tuyo ¡de alegría me haga estremecer! Sacate la caretita, sacate la caretita que te quiero conocer, y esa cara tan bonita. elegante mascarita un poquito quiero ver. Tus labios cuando suspiran, tus ojazos cuando miran, están llenos de pasión, y tu dulce carcajada como tu dulce mirada, me llegan al corazón... | |
24/02 | El consentido Tango | Cancio Millán | Emilio Iribarne | 1924 | 1765 | Odeon Bs. As. | Acustica | Con guitarras: Ricardo y Barbieri. Un hijo de mamá, un niño bien, calavera arrepentido que no sabe qué hacer con su vida es la temática del texto bastante flojo que escribió para este tango el letrista y autor teatral español, nacido en Madrid, Juan Cancio Millán Bonell. Las notas pertenecen al pianista y compositor oriental Emilio Iribarne. | EL CONSENTIDO Mi porvenir me asusta, y mi pasado es un error, me encuentro avergonzado, no sé qué hacer ni cómo definir, si por qué olvidarme del modo de vivir... Madre hoy se ve a este hijo consentido, por tu cariño en éste, convertido, tanto cariño, madre, fue fatal, ¡ay! soy un vil engendro del genio del mal. Sin saber, lo que cuesta la vida, procuré, pasarla divertida, y así fue que mi alma pervertida, solo ha de ser: reir y disfrutar. Se quiso asi matar, pues, mi pasado reir y gozar, y mi presente, solo es de pesar... Tú que reías siempre placentera, al contemplar a tu hijo calavera, que sin conciencia, sin moral, ni honor sí supo explotar tu maternal amor. Un hombre soy, me encuentro arrepentido al comprender, la vida que he vivido no me resigno madre a claudicar, no, pero tampoco me atrevo a luchar. Era audaz, de cínica osadía, que amo fue de los antros de orgia, sin tener el vil metal que un día, que hizo brillar como un astro y triunfar, a fuerza de pagar, un desgraciado que quiere vivir, por no tener valor para morir... | |
24/03 | Príncipe Tango | Francisco García Jiménez | Rafael Tuegols - Anselmo Aieta | 1924 | 1769 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este fue un tango muy popular; hace referencia a alguien que lo perdió todo y que vive en un delirio. Sus autores fueron tres pilutres de la lírica porteña: los músicos Anselmo Aieta y Rafael Tuegols, el poeta y escritor Francisco García Jiménez. En esta página se evidencian todavía las notas agudas y atenoradas que manejaba Carlitos y que fue poco a poco cambiando hasta llegar a un registro baritonal. | PRINCIPE Príncipe fui, tuve un hogar y un amor, llegué a gustar la dulce paz del querer, y pudo más, que la maldad y el dolor, la voluntad de un corazón de mujer... Y así llorar hondo pesar, hoy me ves, pues para luchar, no tengo ya valor... Lo que perdí, no he de encontrar otra vez, príncipe fui, tuve un hogar y un amor... Y hoy que, deshechos mis sueños bellos, mi pie, las calles, sin rumbo pisa, cuando les digo que he sido un príncipe, los desalmados, lo echan a risa: cuando les digo, que fue la muerte que de mi trono se apoderó, ¡cómo se ríen! de mi desgracia, ¡y es mi desgracia su diversión!... ¡Loco! me dicen los desalmados, y siento por todos lados: ¡loco, loco!... Esos que me insultan al pasar, nunca, nunca, mi recuerdo han de empañar... Porque está aquí, dentro de mí, la verdad, y no han de ver, la imagen fiel que quedó... Querrán robar — mi mano la matará — no han de robar lo único que se salvó. Y si perdí todo el poder que logré ¿quién ha de impedir?, que diga en mi dolor: príncipe fui, sí que lo fui, no soñé; príncipe fui, tuve un hogar y un amor... ¡Loco! me dicen los desalmados, y siento por todos lados: ¡loco!, ¡loco!... Esos que me insultan al pasar, nunca, nunca, mi recuerdo han de empañar... | |
24/04 | Sombras Tango | Francisco Pracánico | Verminio Servetto | 1924 | 1770 | Odeon Bs. As. | Acustica | Dos artistas representantes de San Fernando, en el Gran Buenos Aires, compartieron este tango: el pianista, compositor y director Francisco Pracánico y el letrista, poeta y pintor Verminio Servetto. | SOMBRAS Esperanza de mi vida, mujer casta de mi ensueño, no olvidés que soy el dueño de tu sensible pasión... No dejes mi alma transida, no deshiera al corazón; dadme aquel mundo risueño, que con dolor nos separa, y la caricia cara de mi única ilusión... Penas, tejiendo vives; siembras martirio cruel; llanto será tu risa cuando en el abismo oscuro gimas con él. Honda, será la angustia., cuando tu corazón sienta los desencantos y te hundas en las sombras sin ilusión... Desprecia la vida triste, de fatídica alegría si conservas todavía de mi cariño el calor. Aún te adoro, no te hundiste en las sombras del dolor; solo quiero que seas mía, ¿por qué? aumentas mis desvelos, no ves que siento celos, ¿si dudas de mi amor? ... Penas, tejiendo vives; siembras martirio cruel; llanto será tu risa cuando en el abismo oscuro gimas con él... Honda, será la angustia., cuando en tu corazón sientas los desencantos y te hundas en las sombras sin ilusión... | |
24/05 | Francesita Tango | Alberto Vacarezza | Enrique Delfino | 1924 | 1771 1771-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Entre los grandes éxitos que hicieron juntos el gran pianista y compositor Enrique Delfina y esa figura señera del teatro criollo que fue Alberto Vacarezza, se cuenta esta melancólica página, sentidamente interpretada por Carlitos. | FRANCESITA ¡Eh! francesita, boulevardera, tiene su escudo la flor de lis, en alas vino, de una quimera, es francesita, es de París. Con su silueta, nerviosa y fina, con sus brillantes y su toilette, las ven las chicas de la Argentina, y de ella dicen, yo no sé qué. Francesita flor del boulevard no te pongas triste, que vas a llorar y hay que reír, para olvidar francesita, flor del boulevard Con sus viejitos, feliz soñaba, allá, en un barrio, cerca de Dios, pero al ingrato, que tanto amaba, le dio otra femme su corazón. Partió con ella y enloquecida, siguió sus pasos desde Paris, mas perdió el rumbo y ansió su vida bajo las noches de este país. Francesita flor del boulevard no te pongas triste, que vas a llorar y hay que reír. para olvidar, francesita, flor del boulevard. | |
24/06 | Congojas Tango | Enrique Carrera Sotelo | Juan Maglio, Pacho | 1924 | 1777 1777-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este terna, de melancólicos tintes, fue compuesto por uno de los más importantes patriarcas del tango: Juan Maglio, Pacho, quien tuvo uno de los conjuntos más populares, quizá el más popular de las primeras dos décadas del siglo xx. Debutó con su bandoneón en el año 1900, en un café del barrio de Barracas llamado El Vasco. El texto fue escrito por el poeta y letrista porteño Enrique Carrera Sotelo, autor de algunas páginas que fueron verdaderos éxitos. El Morocho del Abasto interpretó sentidamente esta composición. | CONGOJAS Por mi tristeza infinita vuelco al viento este gemido que es la postrer margarita que ha de deshojar del olvido. En tu rosal dejé mi dolor de trovero infeliz de tu amor mientras, tú despiadada me llenabas de duelo, ¡pobre! mi amoroso penar, iba tu congoja a endulzar. ¿No te acordás? me decías, tu eres mi ansiada y mi dulce ilusión solo por ti es más bella la vida, por siempre llévote en el corazón. ¿No te acordás? me decías yo sin tu cariño muero de aflicción, frases en vano — caricias, mentiras — tu amor, perjura, hacíame traición. Hoy que todo lo diste al placer y al ocaso, te acercas, mujer, tu obsesión y tu anhelo es un tierno querer, loca, tu vivir de pesar nunca lo podrás consolar. ¿No te acordás? me decías, tu eres mi ansiada y mi dulce ilusión solo por ti, es más bella la vida, por siempre llévote en el corazón. ¿No te acordás? me decías yo sin tu querer muero de aflicción, frases en vano, caricias, mentiras, tu amor, perjura, hacíame traición... | |
24/07 | Desolación Tango | Eduardo Ildefonso Viera | Adolfo Avilés | 1924 | 1778 | Odeon Bs. As. | Acustica | Dos porteños de intensas vivencias fueron los autores de este tango: sus notas fueron compuestas por el pianista, director y comentarista Adolfo Rafael Avilés y el texto fue escrito por el letrista y comediógrafo Eduardo Viera. Carlitos le puso el broche de su voz. | DESOLACIÓN Si alguna vez el dolor, te atormenta como a mí, busca aquel lugar de ensueño, donde una tarde te conocí. Y en el mismo banco amigo, donde soñamos juntos los dos, piensa si alguno te ha amado, del mismo modo que te amé yo. Y entonces, como en un sueño, verás a la imagen de un tiempo que fue, pasar tristísimamente, delante tus ojos que tanto adoré, y podrás darte una idea, de como sufre en la desolación, y de, como, lentamente, se vive muriendo si no hay ilusión. Y un desconsuelo será en ti tan profundo y tenaz, que sola, sola, por mis males, habrás de llorar, y nuevamente, volverás a ser sentimental, y entonando un nuevo canto iremos al banco del mismo lugar. Y entonces, como en un sueño, verás a la imagen de un tiempo que fue, pasar tristísimamente, delante tus ojos que tanto adoré y podrás darte una idea, de cómo se sufre en la desolación, y de, cómo, lentamente, se vive muriendo si no hay ilusión. Y así soñó el corazón... pero no la he vuelto a ver... | |
24/08 | ¿Se acuerdan muchachos? Tango | Pablo Marcelino Suero | Enrique Delfino | 1924 | 1779 | Odeon Bs. As. | Acústica | Este tango fue compuesto por la pieza Las chicas de madame Colibrí, de Suero y Morales, representada en el Maipo en la temporada de 1923. El texto fue escrito por el propio Pablo Suero, quien fuera periodista, poeta, escritor, traductor y autor teatral de gran prestigio. Si bien era porteño de corazón, había nacido en Gijón, España, desde donde llegó de niño a nuestros pagos. Era muy, apreciado por Gardel, con quien tuvo una gran amistad. Las notas de este tema pertenecen al gran pianista y compositor Enrique Delfino, quien lo cantaba en la mencionada obra. Poco después lo grabó Carlitos. | ¿SE ACUERDAN MUCHACHOS? Se acuerdan muchachos, de aquella locura de la garconniere, borracho al lado de ella, ¿de tangos, champán y placer...? Y aquella Mechita, como otra, por esta casita pasó, su boca besé, como a tantas y mi alma no la comprendió... Mechita, desde que yo te perdí, siento que con vos se fue, mi único amor y toda mi fe. Mechita, dueña de mi corazón, ¿quién tus labios besará como los besaba yo?... ¿Se acuerdan muchachos? Qué triste no verla ¡desdicha sin igual! Tenerla como ave en la mano, tenerla y dejarla volar; muchachos si llegan a verla, le piden, que vuelva por Dios... Mi vida sin ella no es vida, sin ella me mata el dolor,.. Mechita, desde que yo te perdí, siento que con vos se fue, mi único amor y toda mi fe. Mechita, dueña de mi corazón, ¿quién tus labios besará como los besaba yo?... | |
24/09 | Perdoname, Señor Tango | Verminio Servetto | Francisco Pracánico | 1924 | 1780 1780-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | El texto de este tango, cargado de amargura y negación, fue escrito por el letrista y poeta de la localidad de San Fernando del Gran Buenos Aires, Verminio Servetto. Fue un artista muy querido y apreciado en su pueblo, donde dejó lo mejor de si, tanto en la fase literaria como en el dibujo y la pintura. Era un gran bohemio, tuvo una vida disipada y fue presa de alcoholismo hasta su triste final. Fue amigo y vecino del pianista, director y compositor Francisco Pancho Pracánico, uno de los grandes músicos del tango y sin duda, la "estrella" del lugar, quien puso notas a todos los tangos que escribió Servetto grabados por Gardel. Este tema parece autobiográfico y quien sabe en qué grado de depresión se encontraba su autor cuando lo concibió. Carlitos puso toda su carga emotiva en esta interpretación. | PERDONAME, SEÑOR Me dicen que soy malo, que vive en mis entrañas, el odio permanente de ideas muy extrañas; que no supo querer, que soy un degradado, borracho indiferente, y es que, desengañado, repruebo al inocente, que adora la mujer... Porque quiero dejar como castigo, mi pena, mi desprecio y todo el amargor para toda mujer, para el amigo, yo ya tiré la cruz... perdóname Señor... Yo he pasado también aquellas horas de falsas alegrías con mi juventud. Ya se han muerto, mis flores, mis auroras, por eso a nadie debo, amor ni gratitud... Me dicen que soy malo, que anido en la amargura, que soy ensombrecido, y es que no hallé ventura ni cuando quise amar; por eso es que me río de la desgracia ajena y tétrico y sombrío me burlo de mi pena, porque no sé llorar. Porque quiero dejar como castigo, mi pena, mi desprecio y todo el amargor para toda mujer, para el amigo. Yo ya tiré la cruz, perdóname Señor... Yo he pasado también aquellas horas de falsas alegrías en mi juventud. Ya se han muerto mis flores, mis auroras, por eso a nadie debo, amor ni gratitud... | |
24/10 | Nunca mas Tango | Oscar Lomuto | Francisco Lomuto | 1924 | 1781 1781-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | De los diez hijos que tuvo don Víctor Lomuto (que hacia 1900 trabajaba como violinista), seis de ellos tuvieron que ver con el tango: cuatro fueron músicos y dos eran letristas, además de sus otras ocupaciones. El maestro Francisco Lomuto fue el más conocido de ellos, pues su orquesta, durante varios años, fue una de las más populares del género. A él se debe la música de este bonito tema que se transformó en un extraordinario suceso. Su hermano Óscar, quien fue un muy destacado periodista, escribió el texto del mismo. El gran cantor transformó esta página en una singular creación. | NUNCA MAS Era, una noche, de falsa alegría, tus ojos claros volví a recordar, y, entre los tangos, el vino y la orgía, busqué, febril, tu recuerdo matar. Recordaba mi dicha sin igual, que a vos sola, mi vida consagré, pero, ingrata, te fuiste y en mi mal, triste y solo, cobarde, te lloré. Eras, la ilusión de mi vida, toda... mi alegría y mi pasión, ¡mala! vos que te fuiste por buena, en tus dulces labios, nena, me he quemado el corazón. ¡Linda! muñequita mimosa, ¡siempre! en mi corazón estás, nena... acordate de la pena que me dio tu boca loca, cuando dijo, ¡nunca más! Entre milongas, y timbas, mi vida, pasando van estas horas inquietas, de penas lleno, el alma oprimida, pálido el rostro como una careta. Arrepentida, nunca vuelvas, jamás, a pedir, desolada, mi perdón. No olvides que al decirme: ¡nunca más! me dejaste mujer, sin corazón... Eras, la ilusión de mi vida, toda, mi alegría y mi pasión, ¡mala! yo que te quise por buena, en tus dulces labios, nena, me he quemado el corazón. ¡Linda...! muñequita mimosa, siempre... en mi corazón estás, ¡nena!, acordate de la pena que me dio tu boca loca, cuando dijo ¡nunca más!... | |
24/11 | Pobre amigo Tango | José Rial | Guillermo Barbieri | 1924 | 1794 | Odeon Bs. As. | Acustica | Alguien dijo alguna vez con razón que cada tango es como una pequeña ópera pues los textos, por lo general, narran una historia. Existen pocos géneros que, como éste, sean tan de la vida real. No es casualidad que muchísima gente empiece a sentir y comprender el tango en la madurez de la vida, sobre todo después de haber recibido unos cuantos golpes. Esta letra del poeta y autor popular del barrio de Parque Patricios, José Rial, no será gran cosa desde el punto de vista literario, sin embargo tiene profundidad y la partitura de Guillermo Barbieri, siempre solvente, se adapta a la perfección. Carlitos, que conoció muy, bien situaciones como la elite pinta esta página, la cantó con acento conmovedor. | POBRE AMIGO Mi pobre amigo, leal y sincero fue compañero de juventud y torturado por un quebranto perdió el encanto de su salud. En sus momentos espirituales era sublime y en su caput solo abrigaba nobles ideales como raudales de blanca luz. Pero su loca pasión por el juego y la mujer trajo su degradación y estará bajo la acción de un triste padecer y aunque quiera ya eludir ese fiel resto de su mal no lo podrá conseguir es un signo fatal, tendrá que sucumbir. Hoy que se siente sin energias piensa en la dicha que se fugó piensa en lo fútil de sus orgías de las milongas y del jarangón llora en silencio su decadencia mientras el vicio sigue con él, el que no duerme en su inconsciencia para que olvide su vida cruel. Yo quisiera aminorar su precaria situación pues entiendo que ayudar a un amigo ejemplar es una obligación y pudiendo concebir su pesar abrumador desearía compartir, sus horas de sufrir, sus horas de dolor... Mi pobre amigo, leal y sincero fue compañero de juventud y torturado por un quebranto perdió el encanto de su salud. En sus momentos espirituales era sublime y en su caput solo abrigaba nobles ideales como raudales de blanca luz... | |
24/12 | Tranco a tranco Tango | Juan Andrés Caruso | Juan Maglio, Pacho | 1924 | 1795 | Odeon Bs. As. | Acustica | La partitura de esta página fue escrita por el bandoneonista, director de orquesta y compositor Juan Maglio, Pacho, uno de los auténticos pioneros de la música ciudadana. El texto se debe a la pluma del letrista y comediógrafo Juan Andrés Caruso. | TRANCO A TRANCO Por un capricho me abandonaste sin hacer caso de mi dolor y desde entonces fue triste suerte la que el destino te deparó. Pronto te viste ya abandonada, rota, por siempre, toda ilusión, vas tranco a tranco, vendiendo amores llevándote un vacío, dentro del corazón. Tranco a tranco por las calles, tu vida irá pasando. tu lindo amor... sin que en tu largo camino ninguna mano amiga puedas encontrar. Tus negros ojos no tienen, aquella alegre expresión hoy miran tristes y fríos llenos de desolación. Vos a mi lado eras muy dichosa nada conmigo te hacia faltar y pretendiste vender las alas porque quisiste alto volar. Pero la vida fue el torbellino pronto te hizo precipitar y así caíste en el vacío sin que nadie ya te pueda jamás levantar. Y te vas muy solitaria porque tu alma no encuentra ya más amor y tu vida tranco a tranco se va por la pendiente del más cruel dolor. Tus negros ojos no tienen, aquella alegre expresión hoy miran tristes y fríos llenos de desolación... | |
24/13 | Primavera de colores Estilo | Carlos Gardel y José Razzano (según el rótulo original) | Carlos Gardel y José Razzano (según el rótulo original) | 1924 | 1809 | Odeon Bs. As. | Acustica | Esta hermosa acuarela criolla de poéticos giros esta firmada por Gardel y Razzano. No obstante creemos, con bastante fundamento, que al menos los versos son de algún poeta que no hemos podido identificar. Carlitos cantó esta página magistralmente. La mayor parte de los estilos tienen un aire entre triste y nostálgico y no hubo nadie que los interpretara tan sentidamente como él. | PRIMAVERA DE COLORES Todo está envuelto en la calma, de la tarde moribunda, melancólica y profunda, bebe a raudales el alma. El sol ostenta la palma, de su triunfal retirada, una luz tenue y rosada, baña el pastizal tranquilo y en el rancho, dulce estilo, canta un paisano a su amada. El crepúsculo que asoma, por la espléndida llanura, pone un sello de hermosura desde el bañado a la loma. En el monte la paloma vierte su endecha de amores, primavera de colores sobre la tierra se estampa, asemejando a la pampa soberbia alfombra de flores. Un débil soplo de viento hace estremecer las hojas, nubes lejanas y rojas, pincelan el firmamento... Bate el chajá corpulento, sus alas buscando el nido, con monótono balido vuelve la oveja al corral y allá en la loma el bagual mirando cierto atrevido. | |
24/14 | Tutankamon Camel-trot | Cancio Millan | José Bohr | 1924 | 1810 | Odeon Bs. As. | Acustica | Cuando se descubrió, en octubre de 1922, la tumba del faraón Tutankamón se produjo un gran impacto en todo el mundo. No por la magnitud de la misma, que es muy pequeña si la comparamos con la de otros faraones de mayor significación, sino porque fue la única que se encontró sin haber sido saqueada, en todo su esplendor y con sus maravillosos tesoros. Este hallazgo armó un enorme revuelo, al punto que en esos años hubo una "moda egipcia" que influyó en muchos aspectos, especialmente en atuendos femeninos, decoración, arcluitectura, etcétera. Como es natural. tampoco podían faltar canciones ironizando al respecto, como este "camel trot" del chansonnier, actor y compositor José Bóhr y del letrista y autor teatral Juan Cancio Millón. Tampoco Carlitos pudo escapar al hechizo de la momia y su entorno. | TUTANKAMON Al aparecer Tutankamon hizo entre las damas sensación que hasta la moda, toma con soda, al pobre Faraón. No sé si en China o en Verdún un industrial medio ranún, cuando la momia apareció a un pintamonos contrató. De colorinches el pintor hizo arabescos de arte funk lo chabacano hizo furor y fama y plata ganó el avedor. Vamos señoritas, no hay razón tomar el pelo a un faraón, que pobrecillo, ya del flequillo no tiene ni un mechón... Las modas avanzan sin cesar... y hay un gran mensaje en su obsesión bajo relieves al imitar se hace la egipcia en un rincón... Hoy las señoras en su afán soñando con Tutankamón buscan la voz que admirar con una fiera dentro del colchón... | |
24/15 | Cascabelito Tango | Juan Andrés Caruso | José Bohr | 1924 | 1811 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este precioso tango fue en sus tiempos un suceso extraordinario y aún hoy está en el repertorio de muchos intérpretes. Sus autores fueron José Bohr, el gran actor y chansonnier nacido en Bonn, Alemania, formado en Chile y surgido a la fama en Argentina, quien hizo la música; y Juan Andrés Caruso, el infaltable letrista y autor teatral platense. Este tema es un modelo de armonía y simpleza entre melodía y texto. En un reportaje que se le hizo a Bohr, éste expresó lo siguiente: "Trabajaba yo en la casa musical Newman y un día me llaman por teléfono y siento que me dicen: ¿Qué hacés, pibe de la galena? Era Gardel, que luego de esa salida tan suya me pidió que le pasara el tango Cascabelito para grabarlo. Ese fue mi primer trato con el gran cantor. Por cierto, Carlitos hizo de este tango una especial creación. | CASCABELITO Entre la loca alegría volvamos a darnos cita, misteriosa mascarita de aquel loco carnaval. ¿Dónde estás Cascabelito?... mascarita pizpireta, tan bonita y tan coqueta con tu risa de cristal... Cascabel, Cascabelito, ríe, ríe y no llores que tu risa juvenil tenga perfumes de mis amores... Cascabel, Cascabelito, ríe, no tengas cuidado, que aunque no estoy a tu lado te llevo en mi corazón... Mascarita misteriosa, por tener mi alma suspensa me ofreciste en recompensa tu boca como un clavel. Y cuando nos despedimos, llenos de dulce embeleso, al ruido de nuestro beso, ¡lo apagó tu cascabel!... Cascabel, Cascabelito, ríe, ríe y no llores que tu risa juvenil tenga perfumes de mis amores... Cascabel, Cascabelito, ríe, no tengas cuidado, que aunque no estoy a tu lado te llevo en mi corazón... | |
24/16 | De flor en flor Tango | Domingo Gallicchio | Eduardo Bonessi | 1924 | 1812 | Odeon Bs. As. | Acustica | Primero versión. Esta bella composición se debe a la inspiración del pianista bonaerense Eduardo Bonessi, quien fuera fundamentalmente un prestigioso maestro de canto. Bajo su tutela estuvieron infinidad de figuras de gran trayectoria artística y en un tiempo, Gardel y Razzano. El texto de este tango lo escribió el montevideano Domingo Gallicchio, quien fue en su tiempo un notorio periodista y autor teatral. Gardel volvió a grabar este tema en 1930. | DE FLOR EN FLOR Cabecita loca, tu recuerdo me provoca. Te ahogabas en mis brazos, quisiste libertad y en tu desvarío, vuelas hoy a tu albedrío, brindándote a los hombres, que luego se hartarán, rindiéndote a tus plantas te hará una de tantas tu ciego afán. ¡Ay! pobre mariposa que vas de flor en flor, pudiéndote arrullar en el nidito ¡de mi amor!... Hoy que mi alma con pavor vislumbra la gran tragedia de tu final, en la misma llama que te alumbra mis pobres alas se han de quemar... Y entonces, abatida, ¡oh! cabecita loca, pretendes que la herida la cierre con mi boca. Yo te lo juro por mis sueños fracasados, por mis tormentos, por mis noches de dolor, que en el espasmo, de mis besos afiebrados, yo dejaré sellados con bárbaro terror, los pecadores labios tuyos, condenados por querer libar de flor en flor. Cabecita loca, tu recuerdo me provoca, te ahogabas en mis brazos, quisiste libertad y en tu desvarío, vuelas hoy a tu albedrío, brindándote a los hombres, que luego se hartarán, rindiéndote a tus plantas, te hará una de tantas, tu ciego afán. ¡Ay! pobre mariposa que vas de flor en flor, ¡pudiéndote arrullar en el nidito de mi amor!... | |
24/17 | Sueno marchito Tango | Antonio Timarni | Antonio Polito | 1924 | 1813 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este tema, en realidad, pertenece por entero al gran pianista y compositor Antonio Polito, pues el nombre de Timarni lo usaba Polito como seudónimo en sus textos. Es una hermosa página que Carlitos interpretó muy sentidamente. | SUEÑO MARCHITO Pobre sueño, que muere marchito, por la mano fatal del sufrir, la injusticia, sumió su vivir, en el templo maldito de un llanto sin fin... El destino, criatura, a tus flores, no las quiso dejar florecer, y en tu pecho de noble mujer, tus sublimes amores murieron de sed... Tus ojos, que eran fuentes de ventura, me dicen, que se cansan de llorar, y sienten, que la vida le tortura, pues es mucha la amargura que ellos deben soportar. Tu boca, que elevara más de un ruego durmióse para siempre, en el dolor, y nunca, de otros labios bajo el fuego, sentirá los embelesos de la boca del traidor... De tu al mita, el calor se ha marchado, para ti toda risa cesó. Todo el trono que hiciste cayó por aquel despiadado que tanto mintió... No te queda en el mundo siquiera, la ilusión de que pueda volver, el que sufre tan crudo revés, con deseos espera morir de una vez. Tus ojos, que eran fuentes de ventura, me dicen, que se cansan de llorar, y sienten, que la vida le tortura, pues es mucha la amargura que ellos deben soportar. Tu boca, que elevará más de un ruego durmióse para siempre, en el dolor, y nunca, de otros labios bajo el fuego, sentirá los embelesos de la boca del traidor. | |
24/18 | Milonga fina Tango | Celedonio Esteban Flores | José Servidio | 1924 | 1849 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este gran tango fue musicalizado por el bandoneonista, compositor y director del barrio de Villa Crespo, José Servidio, figura consular de la lírica porteña. El texto es de ese extraordinario poeta del arrabal que fue el Negro Cele, también hijo de la barriada de Villa Crespo. Cele había sido boxeador y metafóricamente hablando, se puede decir que algunos de sus versos lunfardos son como verdaderas trompadas. Dentro de este rubro, debe haber sido el vate mayor de nuestra música ciudadana. Carlitos, que sentía un profundo afecto por él, como también por el Valija Servidio, grabó con auténtica "polenta" esta página. | MILONGA FINA Te declarastes milonga fina cuando dejastes el arrabal el traje mishio de percalina y la puntilla del delantal. El moño rojo que te ponías tan paradito, tan coquetón, y aquellos novios que te traían cuando venías a patacón... Ya no lucis la presencia, pebeta del arrabal, ya dejaste la querencia, pobrecita, por tu mal. Ya no pasás tentadora camino del almacén y un pobre mozo te llora solamente por tu bien. Ya no te ronda, la mishiadura, hoy por la vida triunfal pasás, con un poquito más de amargura que con tu risa disimulás. Para engrupirte, para olvidarte, de todo aquello que ya pasó, de aquel mocito que por llorarte, un día triste, ¡pobre, murió! Te declaraste milonga fina, cuando anduviste con aquel gil, que te engrupía con cocaína, y te llevaba al Armenonville... Donde al compás de un tango canero ibas perdiendo la realidad y los chamuyos de un milonguero te pervirtieron con su maldad. | |
24/19 | La enmascarada Tango | Francisco García Jiménez | Paquita Bernardo | 1924 | 1850 | Odeon Bs. As. | Acustica | El presente tema era inédito cuando el gran cantor lo escuchó tocado por quien lo compuso, la bandoneonista y directora Paquita Bernardo, en el teatro Smart. Previa autorización de Paquita, Carlitos le pidió al poeta García Jiménez que lo versificara para poder llevarlo a la cera. Fue así como Gardel interpretó y registró cálidamente este romántico tango. | LA ENMASCARADA Cuando quise, en la vida, confiado, sólo una vez, la mujer de mis sueños, fue traidora después... Y aquellas manos tan cálidas ocultaban el puñal que mató, cuando apenas germinó, mi fe sentimental. Hoy he encontrado a la impía, en un baile, enmascarada; la delató su mirada y una farsa combiné: fingí no reconocerla. fui galante y ocurrente, y luego, en palabra ardiente, honda pasión declaré... Al creer conquistada mi amorosa locura, de su triunfo segura su antifaz se sacó... Y al mirarle los ojos recordé emocionado la traición del pasado y le dije con rencor... ¿Para qué? me has mostrado tu cara sin antifaz, si de hacerme tu esclavo no es tu cara capaz... En ella, risas o lágrimas, no dicen nunca verdad. Si sabré que tu imagen viva y fiel, ¡también es tu antifaz ..... | |
24/20 | Talán, talán Tango | Alberto Vacarezza | Enrique Delfino | 1924 | 1851 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este tango es una magnífica pintura de época que nos describe nítidamente el Buenos Aires de entonces. Dos emblemáticos porteños son sus autores: Enrique Delfino, brillante pianista y compositor y Alberto Vacarezza, gloria del teatro nacional. Carlitos puso la pincelada maestra de su interpretación. | TALAN... TALAN... Talán, talán, talán... pasa el tranvía por Tucumán. ¡Prensa, Nación y Argentina!! gritan los pibes de esquina a esquina... ¡narranque e manana, dorano e pera!! ya viene el tano por la vedera. Detrás del puerto ya asomó el día, se van los pobres a trabajar, y a casa vuelven los calaveras y milongueras a descansar... Talán, talán, talán... sigue el tranvía por Tucumán. Del acoplado, en un banco. muy pensativo viaja don Juan. un viejo criollo que hace treinta años, en las estibas se gana el pan. Está muy triste desde aquel día que su hija mala dejó el hogar. siguiendo el paso de aquel canalla. que por su puerta lo vio rondar... Talán, talán, talán... se va el tranvía por Tucumán. Pero al llegar cerca 'el bajo un auto abierto se ve cruzar, en el que vuelve la desdichada, media dopada de humo y champán... El pobre viejo la reconoce y del tranvía se va a largar, pero hay amigos que lo contienen, y el auto corre...no se ve más... Talán, talán... ¡pobre don Juan...! | |
24/21 | El templo de Venus Shimmy | Juan Cancio Millán | Emilio Iribarne y Mario Valdez | 1924 | 1852 | Odeon Bs. As. | Acustica | Es evidente que Carlitos disfrutaba cantando estos ritmos tan de moda en su época y hay que reconocer que lo hacía con gracia y jovialidad. Opinamos que es una lástima que algunos de estos temas no los haya registrado con un auténtico conjunto de jazz. Este shirnrny, fue musicalizado por los pianistas y compositores Emilio Iribarne y Mario Valdez. El texto se debe al letrista y autor teatral madrileño Juan Cancio Millán, radicado en Buenos Aires hasta su muerte. | EL TEMPLO DE VENUS Tus líneas puras, son un primor, como obra de arte, de un escultor, tus blancas carnes, mármoles son divino engendro sin corazón, porque tu hermosura de Venus fatal en mis venas la sangre hace arder, pero altiva y sensible y glacial, mi pasión no podrás comprender, cuando yo en mis brazos te estrecho, y te estrujo feroz contra el pecho, ni rubor, ni calor, puedo hallar, fría estás, no sabrás, lo que es amar. Yo de tu cuerpo, quería ser único dueño, de esa mujer y una fortuna ver de hallar, este tesoro, al conquistar, de amor yo maestro, en el arte de amar, con caricias te quise mujer, las delicias de dicha enseñar, que en la vida son dulce placer, y al hallarte vulgar, vanidosa, conservando tu gesto de Diosa y al terror al furor singular de una voz que interior dice ¡ matar ..... | |
24/22 | El alma que siente Tango | Celedonio Esteban Flores | José Servidio | 1924 | 1853 | Odeon Bs. As. | Acustica | Aquí tenemos reunidos nuevamente a estas emblemáticas figuras de Buenos Aires, surgidas en la barriada de Villa Crespo: el músico José Valija Servidio y el bardo Celedonio Flores. La historia que cuenta este tango es eterna: la muchacha abandonada por el novio. | EL ALMA QUE SIENTE Es inútil que lo esperes, chiquita, ya no volverá, llora tu pena, si quieres, el llanto te calmará, de los tiempos, que se fueron, solo el recuerdo te quedó, otros labios lo engrupieron y el ingrato te olvidó. Es inútil que quieras fingir, se te ve la intención de llorar, si se ve que no estás resignada, que estás apenada de tanto ocultar. Y tenés una mueca de pena, tan honda y serena, que da qué pensar... Tus amiguitas lo saben y empiezan a murmurar, perdistes el candidato y ellas gozan al pensar, que la más linda del barrio, también sin novio se quedó y que por condescendiente el novio te abandonó. Preciso es que tú sepas, muchacha sensiblera, ser noble en la desgracia, ser fuerte en el sufrir, si no la vida mishia, te arrastrará, canera, y ha de decir el taita que arriaste la bandera pa no darle la cara, de frente al porvenir. Qué importa si has rodado, la vida te ha vencido, matándote cobarde la primera ilusión, procedé como el ave que reconstruye el nido, no 'torés más chiquita, que por el bien perdido tal vez otro más noble te entregue el corazón... Es inútil que lo esperes, chiquita, ya no volverá, llora tu pena, si quieres, el llanto te calmará, de los tiempos que se fueron, solo el recuerdo te quedó, otros labios lo engrupieron y el ingrato te olvidó... | |
24/23 | Il picccolo navio Tango | Juan Andrés Caruso | Luis Riccardi | 1924 | 1854 | Odeon Bs. As. | Acustica | 0 | IL PICCOLO NAVIO Cera una volta, un píccolo navío, que non poteva, non poteva, navegar... así cantaba a golpes de martillo, un fuerte obrero, sin dejar de suspirar. Y mientras trabajaba su semblante reflejaba, que sufría, el más profundo dolor. Pero es que a su pesar, no podía olvidar a la mujer ingrata, que aún amaba... Tuvo amor, a una mujer y le dio su corazón, y ella no supo corresponder como debía ser, a esa pasión. Frágil fue con él, la infiel, como un barco de papel, desde el dia que la infeliz lo abandonó, el cantaba así... C'era una volta, un píccolo navío, que non poteva, non poteva, navegar y pretendió salir al mar bravío desdeñando el dulce puerto del hogar. Y un buen día engañada mar afuera, por la corriente arrastrada, fue por otro timonel, que pronto se cansó. Y a la pobre dejó, perdida en medio de la marejada. En las aguas del placer, ella quiso navegar, y cual un barquito de papel la pobre no tardó en naufragar. Y por eso sin cesar, el cantaba su dolor porque no podía olvidar, a la que fue su gran pasión... | |
24/24 | Yo tuyo soy, tuyo es mi amor Vidalita | Juan Andrés Caruso | Francisco Canoro | 1924 | 1861 | Odeon Bs. As. | Acustica | La mayor parte de los compositores y autores de nuestro tango abordaron en algunas oportunidades también el género criollo. Aquí el gran maestro Francisco Canaro, con la colaboración de su amigo, el letrista y autor teatral Juan Andrés Cartiso, nos dan un magnífico ejemplo de ello. Esta hermosa vidalita, magistralmente entonada por el Zorzal Criollo, parece que hubiera sido concebida en verdad por un auténtico gaucho. | YO TUYO SOY, TUYO ES MI AMOR Yo vivo en el monte, yo tuyo soy... como la calandria me acompaña solo, ¡tuyo es mi amor! La dulce esperanza de que mi cariño yo tuyo soy... llegue hasta tu alma, de que mi cariño ¡tuyo es mi amor! llegue hasta tu alma... En las noches largas yo tuyo soy... cuando gime el viento yo lloro y cantando ¡tuyo es mi amor! Le confío al viento. todos mis amores. yo tuyo soy... y mi sufrimiento todos mis amores ¡tuyo es mi amor! y mi sufrimiento.... Cuando sale el sol, yo tuyo soy... con él me levanto, y lloro en el monte, ¡tuyo es mi amor! Se oye mi llanto, las aves se callan yo tuyo soy... oyendo mi canto. las aves se callan ¡tuyo es mi amor! oyendo mi canto... | |
24/25 | Adiós, que te vaya bien Zamba | Alberto Vacarezza | Enrique Delfino | 1924 | 1862 | Odeon Bs. As. | Acustica | En esta bonita zamba tenemos reunidos una vez más a estos baluartes de la música y la escena criollas, Enrique Delfino y Alberto Vacarezza. Carlitos sabía darle un sabor especial a los motivos camperos y no fue por casualidad que se le bautizó también el Zorzal Criollo. | ADIÓS, QUE TE VAYA BIEN Siento que mi amor muere, y me quedaré sin él... Siento que mi amor muere, y me quedaré sin él... todo en el mundo acaba se acaba el amor también. Y mientras yo te quise mucho he sufrido por ti, justo es que desde ahora me pagués lo que sufrí... Y si al rodar del tiempo nos volvemos a encontrar... Y si al rodar del tiempo nos volvemos a encontrar, sin recordar aquello te diré: ¿cómo te va?... Vos con indiferencia me contestarás también y al irnos nos diremos: ¡Adiós, que te vaya bien!... Siento que mi amor muere, y me quedaré sin él... Siento que mi amor muere, y me quedaré sin él... todo en el mundo acaba y acabó el amor también. Vos vas por tu camino y por el mío yo iré, cada cual por su lado: ¡Adiós, que te vaya bien!... | |
24/26 | El besito Tango | Gabino Coria Peñaloza | Juan de Dios Filiberto | 1924 | 2044 2044-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este es otro de los tantos temas que realizaron juntos el gran músico Filiberto y el poeta y escritor cuyano Gabino Coria Peñaloza. No todos los textos del último están a la altura de Caminito o de Margaritas pero, dentro de esa simplicidad que lo caracterizaba, Coria Peñaloza convencía por su profunda sinceridad, sin rebuscamientos. | EL BESITO Llorando te despedí, la noche de nuestro adiós, llorando pediste un beso, llorando mi alma, te fuiste vos; la luna con su candor, se alzaba tras el rosal, y junto con nuetro beso, su melodía, cantó un zorzal. Viviendo con tus recuerdos, mis horas te consagré, cuantas veces en silencio, yo tu nombre pronuncié. Por culpa de tu abandono, casi seco está el rosal, y las noches son más tristes, sin el canto del zorzal. A solas con mi dolor, sufriendo por tu traición, bendigo el besito santo, que tanto amarga mi corazón. Si más no te vuelvo a ver, mi vida será un llorar, y ni con la misma muerte, yo tu besito podré olvidar... Viviendo con tus recuerdos, mis horas te consagré, cuántas veces en silencio, yo tu nombre pronuncié. Por culpa de tu abandono, casi seco está el rosal, y las noches son más tristes, sin el canto del zorzal... | |
24/27 | La Vuelta de Rocha Tango | Gabino Coria Peñaloza | Juan de Dios Filiberto | 1924 | 2045 | Odeon Bs. As. | Acustica | Según parece, este tango está basado en un hecho real que aconteció tal como lo narra el texto del poeta Coria Peñaloza, en la antigua y pintoresca barriada de La Boca. El maestro Juan de Dios Filiberto, orgullo de aquel lugar y gloria de Buenos Aires, compuso las vibrantes notas que Carlitos cantó con acento emocionado. | LA VUELTA DE ROCHA Muchachita buena, que un mozo engañara, la Vuelta de Rocha, tu historia guardó, este viejo barrio, que tanto te quiso, tu triste tragedia, jamás olvidó. Cantabas siempre como canta el barrio, el tango triste o la canción doliente, Flor de la Vuelta, te llamó la gente, por tu gracia y tu candor... El mozo aquel se fue, dejando sola a la más pura y santa noviecita; quedaste tú, como una flor marchita, sollozando tu dolor... Muchachita buena, los muelles lo saben, que el viejo Riachuelo sepulcro te dio, una crucecita, le dice al que pasa, que el alma de un barrio. tu muerte lloró... Cantabas siempre como canta el barrio, el tango triste, la canción doliente, Flor de la Vuelta, te llamó la gente, por tu gracia y tu candor... El mozo aquel se fue, dejando sola a la más pura y santa noviecita; quedaste tú, como una flor marchita, sollozando tu dolor... | |
24/28 | Aunque me cueste la vida Zamba (Duo) | Francisco Pracánico | Francisco Pracánico | 1924 | 2126 2426-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Dúo Gardel-Razzano. Francisco Pracánico fue, sin duda, un muy destacado pianista y director, pero ha sido como compositor que ha quedado su nombre en el memorial ciudadano a través de estupendos tangos. No obstante, incursionó también en otros ritmos y siempre con éxito. Esta zamba que registraron Gardel y Razzano, conoció mejores tiempos. | AUNQUE ME CUESTE LA VIDA Aunque me cueste la vida, la quiero... volverte a ver... Aunque me cueste la vida, la quiero... volverte a ver... para recordarte malita, cuánto me quisiste ayer... Aunque me cueste la vida, la quiero... volverte a ver... No seas mala, no me dejes solito con mi dolor, No seas mala, no me dejes solito con mi dolor, si no quieres que me queje ¿por qué no volvés mi amor?, no seas mala, no me dejes solito con mi dolor. Volvé que el rosal del patio, de pena no ha dado flor... Volvé que el rosal del patio, de pena no ha dado flor, es que recuerda tu olvido y se muere sin tu amor. ¡Volvé! que el rosal del patio, de pena no ha dado flor... | |
24/29 | Poupee de Estambul Shimmy | lrving Cohn. Versión argentina de Pedro Nunia Córdoba | Frank Silver | 1924 | 2127 | Odeon Bs. As. | Acustica | Título original Yes, sve liave no bananas. Este terna fue famosísimo y en aquellos años recorrió el mundo entero. Pertenece al exitoso compositor norteamericano Frank Silver, nacido en Boston. Tiene letra original de su compatriota Irving Cohn. El letrista y escritor Pedro Numa Córdoba, gran amigo de Gardel, acopló versos propios que nada tienen que ver con el texto inglés, como tampoco el título, a la música de Silver. Así surgió esta exótica Poupée de Stamboul, que Carlitos, complacido, llevó al surco. | POUPEE DE ESTAMBUL Oye, muñeca de amor, mi tierna canción: escucha a tu trovador debajo de tu balcón. La luna riela su luz de niveo blancor y mi láud vibra a su influjo seductor. Sal, mi bella sultana, preciosa Poupee de Estambul, quiero glosarte las glorias de tu arte divino, pleno de lirismo azul. en suaves versos, muy hondos, muy tersos, te susurraré el cantar de mis cantares, que a tus hechizos brindaré. Si mi lira fuera leal con mi inquieto afán, trasuntaré el ideal que inspira mi cantar. Y en estrofas de pasión, mi blonda vestal, vertirá armonías bajo tu cielo oriental. Flor altiva y galana, recoge este envío de amor, que ya la aurora, de nácar y grana... se acerca, celosa de tu esplendor. Nada hay que pueda igualarte hermosa, sin sentir rubor. Eres esencia de rosas: y rosa es emblema de amor... | |
24/30 | Macachin flor de los llanos Tango | Gondran Ellauri Obligado | Francisco Martínez Aranaz | 1924 | 2128 2128-1 2128-2 | Odeon Bs. As. | Acustica | Esta bonita página, magníficamente interpretada por Gardel, fue compuesta por su gran amigo, el actor y pianista Panchito Aranaz, nacido en La Habana, Cuba, recaló en Buenos Aires, siendo aún adolescente, con una compañía teatral de parientes suyos. Junto a Gardel y Razzano viajó en 1915 a Brasil con la Compañía Dramática Rioplatense y en 1923 a España como miembro de la de Rivera-De Rosas. De sus composiciones sin duda la que más trascendió es el presente tango, que hizo sobre versos del poeta y escritor porteño Gondrán Ellauri Obligado, quien dirigió durante años la biblioteca pública. | MACACHIN, FLOR DE LOS LLANOS ¿Macachín, flor de los llanos, quién te trajo al arrabal?... Te vio nacer un día la pampa honda y serena, que a tu gracia morena, dio su melancolía; creciste entre paisanos, y al claro sol natal florcita de los llanos, venida al arrabal. ¿Por qué, por qué? dejaste la paz de tus obreros, y el pago en que inspiraste amores verdaderos... Aquí entre lujos vanos, que has hecho junto al mal, florcita de los llanos, ¡huye del arrabal!... Qué joyas, ni diamantes, ganadas con sonrojos, que sean más brillantes, ni prenda que tus ojos. Que techos soberanos te albergarán mejor, florcita de los llanos, que el rancho de tu amor... ¡Ay! vuelve a tus paisanos y al claro sol natal, florcita de los llanos, venida al arrabal... Quedaron tan lejanos tu pago y tu cantor, florcita de los llanos, devuélvele tu amor... Macachín, flor de los llanos, ¿quién te trajo al arrabal...? | |
24/31 | La cabeza del italiano Tango | Francisco Bastardi | Antonio Scatasso | 1924 | 2129 2129-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este simpático tema que protagonizan una muchacha y su novio, estudiante de medicina, fue, en su época, un gran suceso que hoy sólo se difunde gracias al milagro de la voz de Carlitos. Sus autores son el bandoneonista, director y compositor Antonio Scatasso y el letrista, autor y actor teatral Francisco Antonio Bastardi, ambos amigos del gran cantor. | LA CABEZA DEL ITALIANO En un petit café muy frecuentado por gente estudiantil llego hasta mí una alegre canción que, a aquel amado una chica cantó y que es así!... ¡Muchachos a reír!... ¡Muchachos a gozar!... Que yo quiero cantar la dicha de vivir... Aquí, junto a mi amor, que yo venero, me río del dolor del mundo entero. Así, juntito a mí, como nos manda Dios, vos mi Rodolfo sos y yo soy tu Mimí... Y mi alma infantil que es toda tuya. alegra tu bulín estudiantil... Acordate que vos, la mar de veces, con un cacho de pan y diez de queso, tenías que estudiar, y eran mis besos, que hacían completar nuestro sostén... y acordate la vez que me trajiste envuelta en un papel y muy ufano la cabeza frappé del italiano que un tiro se pegó en el almacén... ¡Muchachos a reír!... ¡Muchachos a gozar!... Que yo quiero cantar la dicha de vivir... Aquí, junto a mi amor, que yo venero, me río del dolor del mundo entero. Así, juntito a mí como nos manda Dios, vos mi Rodolfo sos, y yo soy tu Mimí... Y mi alma infantil que es toda tuya, alegra tu bulín. | |
24/32 | Pobre madrecita Tango | Juan Andres Caruso | Angel Greco | 1924 | 2137 | Odeon Bs. As. | Acustica | En esta página se cuenta el drama de una muchacha, madre soltera, que tiene a su hija enferma y, no obstante, debe acudir al cabaret para lograr el sustento diario. Una vez más, el texto es del letrista y autor teatral platense Juan Andrés Caruso. La música pertenece al cantor y compositor Ángel Greco.Carlitos la cantó y registró con hondo sentimiento. | POBRE MADRECITA Sentada en una silla, sola frente al champagne, hay una milonguita de muy tierno mirar. Una perla en su cara se ve lenta rodar, es la pobre mamita, que llora, a su nena que enfermita está... La tierna madrecita desconsolada llorando está, porque recuerda que allá en su casita, la pobre nena la llamará, y en el derroche de alegría siente, como un reproche: ¡mamá!... ¡mamá!... Pobre la madrecita, donde palpita tanto dolor, tuvo que dejar sola, a ese pedazo del corazón, debe bailar el tango, brindar caricias, fingir amor, nadie tiene por ella ni una palabra de compasión, su linda nena rubia, de ojos azules de querubín, está muy enfermita, da mucha pena verla sufrir, la tierna milonguita, que es madrecita, debe sentir y en el silencio ruega: ¡oh! ¡Virgen mía! se va a morir... Madrecita del alma que así llorando estás, tan silenciosamente mientras bebes champagne no hay uno que comprenda tu íntimo dolor, lo que pasa en tu alma madrecita, sólo lo saben tú y Dios... | |
24/33 | Argentina Tango | Vicente Greco | Vicente Greco | 1924 | 2190 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este tango patriótico se debe a esa emblemática figura del género que fue Vicente Greco, uno de los pioneros del bandoneón e introductor del "gotán" en los salones del centro. Fue un extraordinario compositor y director de los comienzos de nuestra lírica ciudadana. Muchas de sus obras son verdaderas perlas del cancionero popular. Murió muy joven y Carlitos Gardel, que había sido gran amigo suyo, le grabó este tema como un homenaje póstumo. | ARGENTINA Argentina, Patria amada, desde lejos, con profunda y reverente devoción, te saludo conmovido y de mi pecho, protesta dulce y nostálgica canción... Patria, tierra adorada Patria, con gran amor, Patria, daría la vida, por tu firmeza y por tu honor. Patria de mis amores Patria de mi ilusión Patria humildemente hoy te ofrezco mi corazón... Argentina, Patria amada, eres grande, por tu historia, por tu suelo, por tu acción, te saludo reverente y de mi pecho brota esta dulce y patriótica canción... Patria del alma mía Patria perla del sud Patria yo te venero y me admiro por tu virtud. Patria de mis amores Patria de mi ilusión Patria humildemente hoy te ofrezco mi corazón... | |
24/34 | Misterio Tango | Carlos Camba | Hugo Ricardo Baralís | 1924 | 2191 | Odeon Bs. As. | Acustica | Las notas de este tango fueron compuestas por el contrabajista Hugo Ricardo Baralís, nacido en Cúneo, Italia. De niño arribó a nuestras costas y tuvo una gran significación dentro del género pues le tocó actuar en la época de la decisiva estructuración de las orquestas, integrando las filas de Eduardo Arolas. Posteriormente estuvo junto a Julio De Caro, Osvaldo Fresedo y otros grandes. Su hijo, Víctor Hugo Baralís, fue uno de los mejores violinistas de nuestra música ciudadana. El texto del presente tema se debe a Carlos Camba, "El hombre pentagrama", polifacético artista muy allegado a Carlitos | Misterio Tu vida un misterio por siempre será, mujer sin razón, belleza sutil, que con cara de ángel, tu alma de Caín, y la noche es espejo, de tu corazón. Cual flor manoseada, que buscando amor, del pecho al ojal, perdió su color y así se marchita tu capricho sin igual, ofreciendo amores llenos de dolor... Cuando asomen un día a tu preciosa tez, las líneas que a porfía denuncien tu vejez, te ha de volver el juicio, la triste realidad, de que tiene un prejuicio también la caridad. Tu vida un misterio y enigma será de falso placer tu goce es así, y engañando crees en tu frenesí, que el hombre es juguete, de fácil mujer... Entre libaciones y danzas sin par, que son tu pasión, no puedes amar, yo compadecido te dedico esta canción, ríete si quieres, mucho has de llorar... Cuando asomen un día a tu preciosa tez, las líneas que a porfía denuncien tu vejez, te ha de volver el juicio, la triste realidad, de que tiene un prejuicio también la caridad... | |
24/35 | Mia Tango | Juan A. Caruso | José Bohr | 1924 | 2192 | Odeon Bs. As. | Acustica | Las notas de este tango llevan la firma de ese gran artista andariego que fue José Bóhr. En decenas de películas que rodó en distintos puntos de la tierra, así corno en las grabaciones para los sellos Nacional Odeón y Victor, quedó testimonio de su calidad. El texto del presente tema pertenece al letrista y autor teatral Juan Andrés Caruso. | MIA ¡Alma! Escucha esta canción, de mi ardiente fantasía, es la voz del corazón que siempre repite: ¡Mía! ¡sé mía!... Mi amor, yo no puedo olvidar la ilusión, de mi vida, sangrando muere mi corazón por incurable herida. Quise ofrecerte un día todo mi amor no pude realizar lo que forjé pues era pobre y no podía hacerte mía, como soñé... ¡Mía! yo te forjé en mi fantasía, porque en tus labios yo queda, besar las ansias de mi amor. ¡Mía! sigues siendo en mi fantasía, y tras de tu amor siempre iré, mañana, lo mismo que ayer... Y hoy mi vida el destino cambió, y vengo a ofrecerte, del inmenso caudal de mi amor como siempre ardiente no lo rechaces ¡ábreme tu corazón! porque no encuentro alivio a mi dolor sólo en tu boca si fueras mía calmar podría mi sed de amor. ¡Mía! yo te forjé en mi fantasía, porque en tus labios yo queda, beber las ansias de mi amor... ¡Mía! sigues siendo en mi fantasía, y tras de tu amor siempre iré mañana, lo mismo que ayer... | |
24/36 | La garconniere Tango | Juan A. Caruso | Francisco Canaro | 1924 | 2197 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este tema es un clásico que musicalizó el maestro Francisco Canaro sobre versos de Juan Andrés Caruso. | LA GARCONNIERE Vengan todos a oír esta milonga la milonga de nuestra juventud, vengan todos, muchachos, que yo invito y diviértanse pues, a mi salud. Beban mucho, no importa qué se gaste, tengo plata y la quiero derrochar, pues la vida es tan corta y es preciso alegrarla con tango y con champán. Que no turbe nuestra fiesta, ni una pena ni un dolor, y vivamos la alegría en esta noche de amor... Y con las copas bien llenas, acompáñenme a beber, dos cosas hay en la vida: el champan y la mujer... Qué me importa, si es falsa esta alegría necesito mi alma emborrachar, y es por eso que amigos, esta noche una orgía de amor, les quiero dar... Apuremos de un sorbo nuestras vidas, que mañana muy tarde ya será pues la vida es tan frágil, mis amigos como es frágil, la copa de champan... Sigan muchachos la farra, no se cansen de bailar, tomen nomás cuanto quieran que yo lo voy a pagar. Toda la plata que tengo, en milonga gastaré, porque mañana quién sabe, quién sabe lo que seré... | |
24/37 | Como agoniza la flor Canción | Osmán Pérez Freire | Osmán Pérez Freire | 1924 | 2198 2198-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Esta bella y romántica página pertenece al célebre pianista y compositor chileno Osmán Pérez Freire. De su extensa obra hay muestras muy Populares. Su Ay, ay, ay es de fama universal y forma parte del repertorio de todos los grandes cantantes de ópera. Actualmente lo cantan Domingo, Carreras y Pavarotti, entre otros. Como agonizci la flor está interpretado por Gardel con sentido lirismo. | 0 | |
24/38 | Claveles mendocinos Zamba (Duo) | Alfredo Pelaia | Alfredo Pelaia | 1924 | 2260 2260-1 2260-2 2260-3 | Odeon Bs. As. | Acustica | Primera versión. Dúo Gardel-Razzano. Alfredo Pelaia era italiano, llegó de niño con sus padres a Argentina. La familia se radicó en Mendoza y pronto el joven Alfredo se contagió del espíritu criollo, llegando a ser uno de los cantores más representativos de esta importante provincia y de todo el país. La mayor parte de su obra quedó registrada en el sello Victor. Con Gardel y Razzano mantuvo una cordlial amistad y éstos le grabaron varias de sus composiciones. | CLAVELES MENDOCINOS De las sierras cuyanas, son los claveles más perfumados, ¿por qué será? Unen con sus olores lazos de amores de enamorados, ¡qué bueno está!... Clavel de amor... blanca flor huija, laira, larairá... es la mujer Cuyana que se engalana con los claveles, hasta embriagar Mujer buena y divina, Cuyana hermosa ¡Viva Mendoza!... ¿por qué será?... que lejos de mi tierra quiero a su sierra con sus claveles, hasta llorar... Clavel de amor... blanca flor huija, laira, larairá... donde los mendocinos le cantan dianas a mis paisanas, lirios en flor... Ya ves, Mendoza amada, yo no te olvido, suelo querido siempre serás, del que esparciendo flores con sus claveles tus tradiciones cantando va... Clavel de amor... blanca flor huija, laica, larairá... al brindarles mi vida cierro la herida que va sangrando en mi corazón... | |
24/39 | Tucumana Zamba | Alfredo Navarrine | Enrique Delfino | 1924 | 2261 | Odeon Bs. As. | Acustica | Esta simpática zambita, cantada con entusiasmo por EI Zorzal criollo, fue musicalizada por el gran pianista y compositor Enrique Delfino. El texto de la misma se debe al prolífico Alfredo Navarrine, que tantos éxitos aportó a nuestra música popular. | TUCUMANA Bajo de un naranjo en flor, te vide una mañanita, y al mirarte tan bonita, hice como el picaflor, puse un beso en su boquita, tucumana de mi amor... Si, ¡ay! bajo del naranjo en flor... Desde que te conocí, ni a mi madrecita quiero, dicen que soy un matrero, y naides me quiere a mí, y yo todo lo tolero por estar cerca de ti... Sí, ¡ay! desde que te conocí... Me han dicho en una reunión de que io no se quererte, si quisieras convencerte aquí tenis mi facón... y hasta que me des la muerte, clávalo en mi corazón... Sí, ¡ay! aquí tenis mi facón... | |
24/40 | No le digas que la quiero Tango | Alberto Vacarezza | Enrique Delfino | 1924 | 2262 2262-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Estupendo tango es éste, magníficamente registrado por el Morocho del Abasto. Claro, lleva la firma de dos figuras señeras de nuestra lírica ciudadana: el pianista y compositor Enrique Delfino y el gran autor teatral Alberto Vacarezza. | NO LE DIGAS QUE LA QUIERO Suena tango quejumbroso, compadrón y callejero, como suena en la tristeza mi abatido corazón y si ves a mi querida, no le digas que la quiero, porque ya me da vergüenza, de pensar en su traición... Suena tango y si con otro, ves que baila, a tu sonido, no le digas que me oíste tu rezongo acompañar. Yo no quiero que ella sepa las angustias que he sufrido y que desde aquella tarde no hago más que sollozar... ¡Tango!, melancólico testigo y el único amigo de mi soledad, ¡tango!, en las vueltas del destino quizás en mi camino, la vuelvo a encontrar. Pero entonces sin rencores, ni deseos de venganza, mi perdón le dará abrigo y el lamento musical de este tango hecho a jirones de dolor y de esperanza, será el grito que la acuse de haberme hecho tanto mal. Suena tango quejumbroso, compadrón y callejero, como suena en la tristeza mi abatido corazón y si ves a mi querida, no le digas que la quiero, porque ya me da vergüenza, de pensar en su traición... Tango, melancólico testigo y el único amigo de mi soledad, tango, en las vueltas del destino quizás en mi camino, la vuelvo a encontrar. | |
24/41 | Hollin Tango | Amadeo Canale | José María Rizzutti | 1924 | 2275 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este romántico tema, cantado con lirismo por Carlitos, fue compuesto por uno de los más notables pianistas de la historia del tango: José María Rizzutti. Su trayectoria transcurrió junto a otros emblemáticos nombres del género. Gardel grabó algunas de sus obras, entre ellas la presente página, que lleva versos de Amadeo Canale, gran amigo y colega aviador de Osvaldo Fresedo, a través de quien contactó con el mundillo artístico. Canale, que fue un pionero del deporte nacional, también destacó como letrista. | HOLLIN El hombre a quien amaba con gran pasión, que nunca le hubo comprendido, se fue riendo de la pena y amor de Hollín... La pobre mujer que piensa siempre en él. Lo llora en sueño y lo ve en su dolor... de vuelta al nido del querer que antes el dejó, siguiendo a una flor, ya marchita de placer. ¡Ay! Hollín... le cantaba entre las rosas, anhelo estar a tu lado siempre así, y entre abrazos y frases muy hermosas, daba su alma y vida juvenil... ¡Ay! Hollín... suspiraba otras veces ya no te irás de mi lado, nunca más... viviremos juntitos muy felices, porque ya nunca te podré olvidar... Cenizas quedan de aquel sincero amor, virtud que el malo ha despreciado, y es tanto lo que sufre mi corazón que bien quisiera poder olvidar su pasión. Si alguna vez el retornara por aquí, cansada, le ha de repetir que de los ardientes amores, no queda ya más, fue tan solo ¡un pobre hollín! ¡Ay! Hollín... le cantaba entre las rosas, anhelo estar a tu lado siempre así, y entre abrazos y frases muy hermosas, daba su alma y vida juvenil... ¡Ay! Hollín... suspiraba otras veces ya no te irás de mi lado, nunca más... viviremos juntitos muy felices porque ya nunca te podré olvidar... | |
24/42 | La mentirosa Tango | Francisco García Jiménez | Anselmo Aieta | 1924 | 2276 | Odeon Bs. As. | Acustica | Primera versión. Sin duda otra de las grandes figuras del sentir porteño fue Anselmo Aieta, extraordinario bandoneonista, compositor y director. Fue discípulo del mítico Genaro Spósito, con quien se inició profesionalmente para pasar luego a las filas de la orquesta de Canaro. Más tarde formá su propio conjunto con el que actuó en todos los locales de la época. No obstante, es en el terreno de la composición donde su nombre se agiganta y en este aspecto, ha sido extraordinario. Dejó páginas memorables, la mayoría de ellas, como en el presente caso, con texto del gran poeta popular Francisco García Jiménez. Muchos de estos títulos fueron llevados al surco por Carlitos. | LA MENTIROSA ¡Cuánto te amé! puedo decir que jamás a otra mujer podré querer como a vos; la juventud no volverá nunca más y a la ambición ya puedo dar ¡el adiós!... Que tiempo aquel, hora fugaz que se fue, todo el valor de una pasión conocí; cuántas felices frases de amor escuché; que siempre yo sumiso y fiel te creí... Las caricias de tu mano, tus palabras de ternura, dejaron cruel amargura, porque nada fue verdad. Besos falsos de tu boca, juramentos, ilusiones, mataron mis ambiciones sin un poco de piedad. Pero por el mal que vos me hiciste, solo dice mi alma triste: ¡Mentirosa!... ¡mentirosa!... todo lo que me has hecho pasar, penas, llantos... con otro lo has de pagar. Ya encontrarás quien un amor fingirá y entonces, sí, vas a querer sin mentir; has de ser vos la que al final llorarás, siempre de mí te acordarás al sufrir... Ha de sangrar tu corazón al pensar en todo el mal que hiciste a mi ilusión y hasta al morir, y hasta al morir, mirarás los ojos del fantasma de tu traición. Las caricias de tu mano, tus palabras de ternura, dejaron cruel amargura, porque nada fue verdad. Besos falsos de tu boca, juramentos, ilusiones, mataron mis ambiciones, sin un poco de piedad... | |
24/43 | Por un tango Tango | Guillermo Barbieri | Guillermo Barbieri | 1924 | 2277 | Odeon Bs. As. | Acustica | Por aquel entonces eran muy frecuentes los textos que aludían al perverso influjo que el tango ejercía sobre las mujeres, con todas las connotaciones que acarreaba: drogas, alcohol, prostitución, etc. Se repetían hasta el cansancio esas situaciones donde la fémina, presa de tan fuerte atracción, abandonaba al casi siempre "inocente y cándido varoncito". Naturalmente, dentro de la temática, se hacían letras muy buenas, buenas, regulares y malas. En muchas ocasiones sucedía que el texto no estaba a la altura de la calidad de la música y, a veces, con menor frecuencia, sucedía lo contrario. En el presente caso la excelente melodía de Barbieri se ve empañada por unos versos que él mismo escribiera y que no están en consonancia con aquélla. | Por un tango ¡Oh! mujer, que te fuiste llevando la ilusión de unas horas felices por un tango, de suaves matices, que al son de una orquesta, sonora, vibró... Yo que vi tu existencia alejada, de las viles ruindades del fango, hoy maldigo los sones del tango que pudo inducirte a tan cruel acción... No he de pedirte que vuelvas, ni quiero que en tu abandono, sepas que hasta sin encono, te he sabido perdonar... Mas no por esa indulgencia, la de proceder, te asombre, porque yo soy de esos hombres que se saben resignar... Cuando sea de tu vida agotada por el vicio fatal y traidor, como enferma mendiga, mi amor vendrás implorando como caridad. Pero es tarde, no tienes remedio. yo no puedo vivir sin quererte, tú has cambiado, mi plácida suerte y altivo la muerte, prefiero afrontar... Te alejaste presurosa, desoyendo, en las delicias de tus ardientes caricias, emblemas de paz y amor, y hoy que no siento tus besos de sentir enamorada como en tu vida pasada, los ayes de mi dolor... ¡Oh! mujer, que te fuiste llevando la ilusión de unas horas felices por un tango, de suaves matices, que al son de una orquesta, sonora, vibró... Yo que vi tu existencia alejada, por las viles ruindades del fango, hoy maldigo los sones del tango que pudo inducirte a tan cruel acción... | |
24/44 | Destino Tango | Anibal J. Imperiale | Antonio Polito | 1924 | 2278 | Odeon Bs. As. | Acustica | Al pianista, compositor y director Antonio Polito, miembro de una familia de músicos del barrio del Once, se deben las notas de este bello tango. El texto del mismo fue escrito por el poeta, escritor y periodista Aníbal Imperiale y fue el único tema que de este autor grabó Gardel. Cuando el gran cantor leyó el texto exclamó: "Al fin tengo unos versos que me gustan. Ya era tiempo que terminaran con la musiquita del conventillo de la percanta y del cabaret". No en vano Carlitos registró este tema magníficamente. | DESTINO Destino, que levantó de tirano, con fuerza la tosca mano, para clavar su puñal... Matando una feraz primavera que triste se convirtiera en una noche invernal. Y fue de un amor sincero, en el libro del cariño, que los deditos de un niño, escribieron la pasión. Insaciable de ternura, infinita de alegría hasta que manchara un día, la sombra de la traición... Destino que llegó rudo, implacable, al inocente o culpable, aplica el golpe fatal. Por eso aquel peregrino errante, buscó el desierto anhelante para calmar tanto mal. Sufría tanto en la vida, aquel pobre peregrino, que en la mitad del camino, cansado murió, sin luz... Y de lejos parecía, la silueta de aquel muerto, de ser, en ese desierto, en vez de un hombre, una cruz... Destino, que levantó de tirano, con fuerza la tosca mano, para clavar su puñal. Matando una feraz primavera que triste se convirtiera en una noche invernal. | |
24/45 | Todo corazón Tango | José Maria Ruffet | Julio De Caro | 1924 | 2279 | Odeon Bs. As. | Acustica | Esta página de tintes líricos fue compuesta por ese extraordinario músico que fue Julio De Caro. El texto fue escrito por el letrista y compositor de Morón, José María Ruffet. Carlitos la grabó con brío y sentimiento. | TODO CORAZÓN ¿Por qué?... traicionas el cariño, que me juró tu labio abrasador... porque te olvidas del abrazo, que yo te di, cautiva de mi amor... Por qué me dejas triste y solo mientras las horas burlan mi aflicción, no ves que muero, con tu ausencia, porque yo soy todo corazón... Pero siguen tus locas ilusiones que muy pronto rendiste al desengaño volverás como el ave vuelve al nido, volverás al amor que has profanado, yo te aguardo, sin odios ni rencores con la franca sonrisa de mis labios porque es tu vida, mi adoración porque yo soy todo corazón, porque es tu vida, mi adoración porque yo soy todo corazón... Es este el himno de ternura que entonaremos juntos con amor triunfante yo con mis desvelos, sedienta tu con ansias de amargor y entonces quiero que me digas, al recordar la vida que murió, ¿porque? después de tan larga ausencia, vuelves sedienta a mi corazón... Pero siguen tus locas ilusiones que muy pronto rendida al desengaño volverás como el ave vuelve al nido, volverás al amor que has profanado, yo te aguardo, sin odios ni rencores con la franca sonrisa de mis labios porque es tu vida, mi adoración porque yo soy todo corazón... porque es tu vida, mi adoración. porque yo soy todo corazón... | |
24/46 | ¡Oh, Paris! Foxtrot | Juan A. Caruso | José Bohr | 1924 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | 2289 | Odeon Bs. As. | Acústica | Primera versión Como en el caso anterior, esta toma no se había editado comercialmente. Este alegre y pegadizo fox trot fue musicalizado por José Bohr, carismático artista de origen alemán, que se formó en Chile y saltó a la fama en Buenos Aires. El texto del mismo es del prolífico letrista y autor teatral Juan Andrés Caruso. El gran Carlitos Gardel lo interpretó con gracia y simpatía. | ¡OH! ¡PARIS! Mi adorado París no te puedo olvidar, porque yo allí aprendí a amar... Mi bella juventud dorada que pasé entre risas y champan y besos de mujer... ¡Oh! París... ¡Oh! París., de mi ensueño ¡Oh! París... ¡Oh! París... de mi amor... En tus calles, eterno jardín de amores se deshojan las rosas de la pasión... ¡Oh! París... ¡Oh! París... de mi ensueño ¡Oh! París... ¡Oh! París... de mi amor Olvidarte no podré ¡cuándo a ti yo volveré!... ¡Oh! París ¡Oh! París de mi amor... ¡Oh! París ciudad luz, y ciudad de placer yo nunca te olvidaré... y muy pronto volveré... Allí siempre estará la dulce midinette, brindando con su amor, un verso de Musset... ¡Oh! París ¡Oh! París de mi ensueño, ¡Oh! París ¡Oh! París de mi amor... En tus calles, eterno jardín de amores se deshojan las rosas de la pasión... ¡Oh! París... ¡Oh! París de mi ensueño ¡Oh! París... ¡Oh! París de mi amor ¡Olvidarte, no podré! ¡cuándo a ti, yo volveré! ¡Oh! París, ¡Oh! París de mi amor... |
24/47 | Beso ingrato Tango | Carlos Camba | Rafael Tuegols | 1924 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | 2290 | Odeon Bs. As. | Acustica | Primera versión. Esta versión de Beso ingrato, que no se editó comercialmente, salió por primera vez a la venta hace muy poco, en un disco compacto con todo lo que grabaron juntos Gardel y Canaro. Es un hermoso tema del gran violinista y compositor porteño Rafael Tuegols, con versos del inspirado letrista, excelente músico y artista de varieté, también bonaerense, Carlos Camba. | BESO INGRATO En tus ojos reflejaba, el agua verde del mar... Como un recuerdo que mata, atormenta mi memoria aquel instante de gloria, en que tus labios de amor, unieron en dulce beso con la tuya el alma mía, y hasta tu hablar parecía el canto de un ruiseñor... Las flores que se abren de noche, testigos de nuestro embeleso, perfumaron aquel beso, que hizo el corazón latir... Triste y sentido como un estilo, tierno y doliente cual la vidalita, es el recuerdo de una grata cita, porque hace feliz y hace sufrir... ¿No te acordás de aquel beso?... dónde está tu juramento... Tal vez en la noche el viento, lo llevó con la ilusión... Tengo un sabor agridulce con tristeza memorable de aquel tu beso adorable que fingió tu corazón... Felices en aquel idilio la luna gentil alumbraba y en tus ojos reflejaba el agua verde del mar. Tanto te amaba y ver que no podía en aquel instante para mí, dichoso, y como un vago enigma misterioso precursor del fin de tanto amar... Como un recuerdo que mata, atormenta mi memoria aquel instante de gloria, en que tus labios de amor, unieron en dulce beso con la tuya el alma mía, y hasta tu hablar parecía el canto de un ruiseñor... |
24/48 | ¡Oh, Paris! Foxtrot | Juan A. Caruso | José Bohr | 1924 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | 2289-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Primera versión. Como en el caso anterior, esta toma no se había editado comercialmente. Este alegre y pegadizo fox trot fue musicalizado por José Bohr, carismático artista de origen alemán, que se formó en Chile y saltó a la fama en Buenos Aires. El texto del mismo es del prolífico letrista y autor teatral Juan Andrés Caruso. El gran Carlitos Gardel lo interpretó con gracia y simpatía. | ¡OH! ¡PARIS! Mi adorado París no te puedo olvidar, porque yo allí aprendí a amar... Mi bella juventud dorada que pasé entre risas y champan y besos de mujer... ¡Oh! París... ¡Oh! París., de mi ensueño ¡Oh! París... ¡Oh! París... de mi amor... En tus calles, eterno jardín de amores se deshojan las rosas de la pasión... ¡Oh! París... ¡Oh! París... de mi ensueño ¡Oh! París... ¡Oh! París... de mi amor Olvidarte no podré ¡cuándo a ti yo volveré!... ¡Oh! París ¡Oh! París de mi amor... ¡Oh! París ciudad luz, y ciudad de placer yo nunca te olvidaré... y muy pronto volveré... Allí siempre estará la dulce midinette, brindando con su amor, un verso de Musset... ¡Oh! París ¡Oh! París de mi ensueño, ¡Oh! París ¡Oh! París de mi amor... En tus calles, eterno jardín de amores se deshojan las rosas de la pasión... ¡Oh! París... ¡Oh! París de mi ensueño ¡Oh! París... ¡Oh! París de mi amor ¡Olvidarte, no podré! ¡cuándo a ti, yo volveré! ¡Oh! París, ¡Oh! París de mi amor... |
24/49 | Beso ingrato Tango | Carlos Camba | Rafael Tuegols | 1924 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | 2290-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Segunda versión. Esta es la toma que siempre ha circulado de este hermoso tango. Sin duda tiene mayor nitidez que la otra que grabó el insigne cantor con Canaro, y que, por eso, había desechado. Las notas del mismo se deben al notable violinista y compositor Rafael Tuegols. El texto fue escrito por ese múltiple artista e inspirado letrista que fue Carlos Camba, tan allegado a Gardel. | BESO INGRATO En tus ojos reflejaba, el agua verde del mar... Como un recuerdo que mata, atormenta mi memoria aquel instante de gloria, en que tus labios de amor, unieron en dulce beso con la tuya el alma mía, y hasta tu hablar parecía el canto de un ruiseñor... Las flores que se abren de noche, testigos de nuestro embeleso, perfumaron aquel beso, que hizo el corazón latir... Triste y sentido como un estilo, tierno y doliente cual la vidalita, es el recuerdo de una grata cita, porque hace feliz y hace sufrir... ¿No te acordás de aquel beso?... dónde está tu juramento... Tal vez en la noche el viento, lo llevó con la ilusión... Tengo un sabor agridulce con tristeza memorable de aquel tu beso adorable que fingió tu corazón... Felices en aquel idilio la luna gentil alumbraba y en tus ojos reflejaba el agua verde del mar. Tanto te amaba y ver que no podía en aquel instante para mí, dichoso, y como un vago enigma misterioso precursor del fin de tanto amar... Como un recuerdo que mata, atormenta mi memoria aquel instante de gloria, en que tus labios de amor, unieron en dulce beso con la tuya el alma mía, y hasta tu hablar parecía el canto de un ruiseñor... |
24/50 | La Sulamita Shimmy | Francisco Canaro | Juan Caruso | 1924 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | 2291 2291-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Primera versión. Esta es la primera de las cuatro tomas que se editaron comercialmente de este shimmy. En la presente impresión, Carlitos varía levemente el texto del estribillo. | LA SULAMITA Fue en el Cairo por primera vez la vi, una bella tarde de radiante sol, a una linda sulamita yo seguí, porque a su mirar no supe resistir. Y la mora sus ojitos me guiñó cual si fuera una tierna invitación, y sus lindos labios tras el velo dulcemente me dijeron que iba a ser mi dulce amor. Mora gentil, escúchame: yo tu pasión quiero sentir; son tus recuerdos, los que guardo junto a mí. ¡Tus negros ojos y tus labios carmesí!... Mora gentil, escúchame: tu dulce amor quiero tener tus negros ojos y tus labios, y tus besos son recuerdos que yo nunca olvidaré... Sulamita que buscando amores vas muy pronto te cansaste de mi amor no recuerdas de las horas que pasé quemado por el sol, bajo tu balcón? Y por qué tú te burlaste ¡ay! de mí si motivo para esto ¡nunca te di! No era sincero tu fiel cariño y yo como un gran perdido ¡inocente lo creí...! Mora gentil, escúchame: yo tu pasión quiero sentir son tus recuerdos los que guardo junto a mí... ¡Tus negros ojos y tus labios carmesí! Mora gentil, escúchame: tu dulce amor quiero tener tus negros ojos y tus labios, y tus besos son recuerdos que nunca olvidaré... |
24/51 | Si supieras (la cumparsita) Tango | Pascual Contursi y Enrique Pedro Maroni | Gerardo Matos Rodríguez | 1924 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | 2292 2292-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Primera versión. Este estupendo registro realizado por Carlitos, del más universal de los tangos, desató una larga tempestad de complicaciones y litigios jurídicos entre el compositor Gerardo Matos Rodríguez y los autores del texto, Contursi y Maroni. Esta situación duró muchisirnos años y se resolvió finalmente con la intermediación de Francisco Canaro. | SI SUPIERAS (La Cumparsita) Si supieras, que aún dentro de mi alma, conservo aquel cariño que tuve para ti... Quién sabe, si supieras que nunca te he olvidado volviendo a tu pasado te acordarás de mí... Los amigos ya no vienen ni siquiera a visitarme... Nadie quiere consolarme en mi aflicción... Desde el día que te fuiste siento angustias en mi pecho... decí. percanta, ¿qué has hecho? de mi pobre corazón... Sin embargo, yo siempre te recuerdo con el cariño santo que tuve para amar, y sos en todas partes. pedazo de mi vida... y la ilusión querida que no podré olvidar... Al cotorro abandonado ya ni el sol de la mañana asoma por la ventana como cuando estabas vos... Y aquel perrito compañero que por tu ausencia no comía, al verme solo, el otro dia, también me dejó... Si supieras, que aún dentro de mi alma, conservo aquel cariño que tuve para ti... Quién sabe, si supieras que nunca te he olvidado volviendo a tu pasado te acordarás de mí... |
24/52 | Aquella palomita Canción (Duo) | Nicolás Rossi | Nicolás Rossi | 1924 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | 2388 2388-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Dúo Gardel - Razzano. Esta bonita canción, registrada con solvencia por Gardel y Razzano, pertenece a Nicolás Rossi, cantor, letrista, compositor y actor. Su verdadero apellido era Russo; era hermano del famoso actor Enrique De Rosas, tan vinculado a Gardel, que se llamaba en realidad Domingo Russo. Nicolás Rossi, además de actuar frecuentemente en la compañía de su hermano, destacó cantando solo y en dúos que formaba con otros artistas. Hizo amistad con Gardel y Razzano en el Café de los Angelitos y allí fue donde les entregó la presente canción. | AQUELLA PALOMITA La yerbesita que es destructora juntito al río del Uruguay todo un rosario de manto sola que van bajando del Paraguay y en la ribera toda cubierta, forma del mundo en su tapiz son hojas secas y ramas muertas cuyo color es el verde gris. Laraila lala lalala lala laralala Laraila lala lalala lala laralala En la totora que el rancho cubre ya congelada cubierta está una paloma de la otra orilla que pobrecilla quiere volar y entre quejidos y entre tormentos gemir pretende con ímpetu sus tiernas alas, surcan los vientos y en la marea buscan al sol Laraila lala lalala tala laralala Laraila lala lalala lata laralala La palomita que ya se ha muerto quedó enterrada con devoción en la ribera del triste puerto cuyo viajero es el corazón, y en la mortaja que la cubriera por vez postrera se obscureció guardando duelo bajo la tierra por la paloma que se murió... Laraila, lala, lala lalala laralala Laraila, lala, lalala lala laralala |
24/53 | Aromas Tango | Emilio Fresedo | Osvaldo Fresedo | 1924 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | 2389 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este hermoso tango, cálidamente interpretado por Carlitos, es fruto de la inspiración de los hermanos Fresedo. A la elegancia de la música del gran maestro Osvaldo, se suman los simples y finos versos de Emilio. | AROMAS En mi pecho anida una pena que no sé del todo explicar, solo siento que corre serena, una vida, que pasa y se va... Como aromas, deja el pasado, de otro tiempo que fue mejor, y ese sueño, de niño dorado, vio lo cierto cuando despertó. Es el recuerdo de ayer, que me invita a pensar, porque palpito en él, las aventuras de amor, el colegio, el placer que hallaba juguetón. Y de las flores de casa, aquel perfume embriagador, ya no lo siente el que pasa porque fue el tiempo quién lo llevó... Cuando tu mente vuelva, a los años que se van, siempre verás la huella con antojo de llorar. ¡Cuántas las ilusiones!... ¡Cuántas mi alma vio pasar, y ellas están entonces, casi borradas porque se van!... En mi pecho anida una pena que no sé del todo explicar, solo siento que corre serena, una vida, que pasa y se va... Como aromas, deja el pasado, de otro tiempo que fue mejor. y ese sueño, de niño dorado, vio lo cierto cuando despertó... |
24/54 | Tesorito Tango | Juan A. Caruso | Adolfo Avilés | 1924 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | 2390 | Odeon Bs. As. | Acustica | Esta página fue concebida por dos amigos de el Morocho del Abasto: el pianista, compositor, director y comentarista Adolfo Rafael Avilés, "Populín" y el letrista y autor teatral Juan Andrés Caruso. | TESORITO No hay nada que se compare, a lo que es mi tesorito, por lo bueno y lo bonito nada existe, que lo iguale. Ella, la que me hace vivir, la que amante me cuida, endulzando mi vida, ella, la que me hace sentir, con su dulce sonrisa el amor más feliz... ¡Tesoro!... recuerdas aquellas noches cálidas que pasamos en ciertas pláticas, y a mí te dabas, temblante y pálida, tan pura y cándida que a un suspiro, como una perla, caía una lágrima... Tesoro, cierra los ojos y recordemos, mi tesorito, el fervor de mi amor, tan puro es, que me verás a tus pies siempre rendido de amor, que al mirarte con pasión, tus bellos ojos, me dan la sensación, de que estás dentro de mi corazón. No hay nada que se compare, a lo que es mi tesorito, por lo bueno y lo bonito nada existe, que lo iguale. Ella, la que me hace vivir, la que amante me cuida, endulzando mi vida, ella, la que me hace sentir, con su dulce sonrisa el amor más feliz... |
24/55 | El olvido Tango | Carlos Ponciano Cabral | Antonio Scatasso y Domingo Julio Vivas | 1924 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | 2391 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este tango fue muy popular en su tiempo y aún hoy se escucha con relativa frecuencia esta clásica versión de Carlitos. Fue musicalizado por Antonio Scatasso, bandoneonista y compositor que por entonces dirigía la orquesta del teatro Apolo, y por Domingo Julio Vivas, que integraba la misma corno bandoneonista. Recordemos que Vivas también era guitarrista y que años después, corno tal, secundó al gran cantor. El texto pertenece al poeta y autor teatral Carlos Ponciano Cabral quien, como los antes nombrados, tenía amistad con Gardel. | EL OLIVO Allá junto a la ribera un tano, alegre vivía, laburando noche y día junto con su compañera, y del arroyo el rumor arrullaos por sus murmullos eran felices los gruyos engrupidos en su amor Y dicen las comadres paseando junto al río los cosos se fugaron sul piccolo navío y como no volvieron y el tiempo transcurrió la gente se dijeron ¡el píccolo se hundió!... Bodegón mistongo que alegre y fulero fue rey del mondongo la pizza y el bullon en donde el corrillo que charla italiano fumando toscano la va de acordeón... Y dicen las comadres paseando junto al río los cosos se fugaron sul piccolo navío y como no volvieron y el tiempo transcurrió las gentes se dijeron ¡araca! ¡el píccolo se hundió!... Era un cusifai cabrero que a la mina la afilaba, de garpar la trabajaba, con el cuento del ¡te quiero! y como el coso era vivo y ella joven y coqueta, una noche la trompeta el olivo le fajó... Y dicen las comadres paseando junto al río los cosos se fugaron sul piccolo navío y como no volvieron y el tiempo transcurrió la gente se dijeron ¡araca! ¡el píccolo se hundió!... |
24/56 | Sin madre Tango | Alfredo Eusebio Gobbi | Alfredo Eusebio Gobbi | 1924 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | 2434 2434-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este doliente tango, intensamente interpretado por Carlitos, pertenece enteramente a esa emblemática figura de nuestro acervo Popular que fuera el oriental Alfredo Gobbi. | SIN MADRE Supe que cuando al morir, aún siendo yo muy chiquito, me diste un beso muy largo sobre mi frente de niño, pasó aquel tiempo, y ahora sobre tu beso, nacida está el surco de una arruga, huella que los años brindan... Cuánto infortunio en la vida que yo he pasado sin ti, ¡ay, madre mía!... ¡Ay! si estuvieras aquí. yo muy juntito a tu oído te contaría mis penas, y el porqué de mis suspiros; ¡Ay! si pudiera decir esta es mi madre querida!... y besar tu pelo blanc y dormir en tus rodillas... Cuánto infortunio en la vida, que yo he pasado sin ti. ¡ay madre mía!... Si será bella una madre. que el mismo Dios infinito, que puede hacer los milagros, en el correr de un suspiro, con trozos de su corona, hace el molde en que fabrica, una sola, y cuando muere, el mismo Dios no la imita. Cuánto infortunio en la vida, que yo he pasado sin ti, ¡ay, madre mía!... Cuando una madre acaricia, a su hijito con ternura, por él me causa alegría y por mí, siento amargura, porque aunque busco no encuentro. en todo el mundo la dicha, de besar tu pelo blanco, y dormir en tus rodillas... Cuánto infortunio en la vida, que yo he pasado sin ti, ¡ay, madre mía!... |
24/57 | La mina del Ford Tango | Pascual Contursi y Enrique Pedro Maroni | Antonio Scatasso y Fidel Del Negro | 1924 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | 2435 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este popular tango fue escrito y compuesto para la obra Un programa de cabaret de Contursi y Maroni que se representó en ese año de 1924 en el Teatro Apolo de Buenos Aires, cuya orquesta era dirigida por el maestro Antonio Scatasso. Por entonces su pianista titular era el porteño Fidel Del Negro, quien junto a Scatasso compuso la música del presente tema, sobre los divertidos versos de los antes mencionados emblemáticos autores. Carlitos puso su toque de sal y pimienta. | LA MINA DEL FORD Y fue por eso, que la mina aburrida de aguantar la vida que le di, cachó el baúl en una noche y se fue cantando así: ¡Adiós Pancho! me voy, ¿sabes por qué? Yo quiero un cotorro que tenga balcones, cortinas muy largas de seda crepé, mirar los bacanes pasando a montones, pa'ver si algún reo me dice ¡qué hacé! Yo quiero un cotorro con piso encerado, que tenga alfombrita para caminar. Sillones de cuero, todo repujado y un loro atorrante que sepa cantar. ¿Pero qué me dicen de las pretensiones de esta milonga? Un loro, sillones repujados, un Ford y yo y mi socio, sin poder acertar un ganador, seco y en la vía y al final de cuenta me sale con que: Yo quiero una cama que tenga acolchado, y quiero una estufa pa'entrar en calor, que venga el mucamo corriendo apurado que diga...Señora, ¡araca! ¡está el Ford! Yo quiero un cotorro con piso encerado, que tenga alfombrita para caminar. Sillones de cuero, todo repujado y un loro atorrante que sepa cantar... ¡Salute Garibaldi!... que este muerto lo levante otro, lo que es hoy yo... ¡Largo!! |
24/58 | Pero hay una melena Foxtrot | José Bohr | José Bohr | 1924 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | 2436 | Odeon Bs. As. | Acustica | Esta página, que durante aquellos años tuvo un éxito colosal, fue estrenada por su autor, José Bohr, en la revista ¡A ver quién nos pisa el poncho! de Manuel Romero, Ivo Pelay y Luis Bayón Herrera en el Teatro Porteño. Con su desenvoltura y simpatía, Bohr se metía al público en el bolsillo. Muy poco después la registró Carlitos con gran suceso. | PERO HAY UNA MELENA Antes femenina era la mujer, pero hoy con la moda se ha echado a perder. Antes no mostraba, más que rostro y piel pero hoy muestra todo lo que quieran ver. Hoy más de una niña parece un varón no le falta a alguna mas que usar bastón, y lo que me causa, más indignación, son esas melenas que usa a lo garcón... Lo que más detesto, es la melena, porque a la mujer, convierte en nena. Pero hay una melena, melenita de oro, que es una fortuna, la de mi tesoro, pero hay una melena, que me vuelve loco, y es su melenita, su melena de oro... Más de una jamona que anda por ahí, se ha cortado el pelo para despistar, y está convencida que peinada así, los hombres al verla la van a adorar, y anda por Florida palpitando un flirt, y con su flequillo y el pelo cortón, no sabe la ingenua que más que mujer, parece la pobre: ¡Cristóbal Colón!... Por eso detesto a las melenas, solo le va bien eso, a las nenas... ¡Ay!... pero hay una melena, melenita de oro, que es una fortuna, la de mi tesoro, pero hay una melena, que me vuelve loco, y es su melenita, su melena de oro... |
24/59 | Griseta Tango | José Gonzalez Castillo | Enrique Delfina | 1924 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | 2491 2491-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Esta página es, en verdad, una preciosa y melancólica acuarela de aquel tiempo en que llegaban en tropel las chicas de "vida ligera", escapando de la pobreza que asolaba entonces los países europeos y que recalaban en nuestras costas. Una vez más, aquí se pone de manifiesto la inspiración y el talento del gran pianista y compositor Enrique Delfino y la sensibilidad y calidad literaria del dramaturgo José González Castillo, auténticas glorias del sentir porteño y rioplatense. | GRISETA Mezcla rara de Museta y de Mimí, con caricias de Rodolfo y de Schaunard, era la flor de París que un sueño de novela, trajo al arrabal... Y en el loco divagar del cabaret, al arrullo de algún tango compadrón, alentaba una ilusión: soñaba con Des Grieux, quería ser Manón... Francesita, que trajiste, pizpireta, sentimental y coqueta la poesía del quartier Quién diría, que tu poema de griseta, sólo una estrofa tendría, la silenciosa agonía de Margarita Gauthier.... Más la fría sordidez del arrabal, agostando la pureza de su fe, sin hallar a su Duval, secó su corazón lo mismo que un muguet. Y una noche de champán y de cocó, al arrullo funeral de un bandoneón, pobrecita, se durmió, lo mismo que Mimí, lo mismo que Manón... Francesita, que trajiste, pizpireta, sentimental y coqueta la poesía del quartier, Quién diría, que tu poema de griseta, sólo una estrofa tendría: la silenciosa agonía de Margarita Gauthier... |