1925
Grabaciones: 91 . Disponibles: 90
CÓDIGO | TÍTULO | AUTOR | COMPOSITOR | AÑO | AUDIO | MATRIZ | SELLO | TIPO | DETALLE | LETRA |
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25/01 | Machaza mi suerte Zamba (Duo) | Enrique Pedro Maroni | Francisco Procáníco | 1925 | 2530 2530-1 2530-2 | Odeon Bs. As. | Acustica | 0 | MACHAZA MI SUERTE Cantando me han querido, y me pudiste dejar, cantando me han querido, y me pudiste dejar, cuando ricuerdo tu olvido me dan ganas de llorar, y me has podido dejar dispues de haberme querido. Tú eres mala, y yo buenito, ahí tenís la diferencia, tú eres mala, y yo buenito, ahí tenís la diferencia. Se me acabó la paciencia y me dejaste solito, esa fue la diferencia, tú eres mala, y yo buenito. ¡Malhayal... no tengo suerte, sólo porque vos quisiste... ¡Malhayal... no tengo suerte, sólo porque vos quisiste, pa'esta vida tan triste quisiera mejor la muerte sólo porque vos quisiste, vivo a golpe con la suerte... | |
25/02 | Por el camino Tango | José Gonzalez Castillo | José Bohr | 1925 | 2531 | Odeon Bs. As. | Acustica | ¡Preciosa estampa campera la de este tango! Claro, los versos son del gran poeta y dramaturgo José González Castillo y están musicalizados con el carácter adecuado por el talentoso y polifacético artista José Bohr. Carlitos canta con el alma. | POR El CAMINO A los chirridos del rodar del carretón y que despiertan al guardián chajá, el alma en pena del boyero va rumbo a los pagos por el cañadón y al sonsonete dormilón de su silbar con que él pretende reanimar al buey leguas y leguas traga en su rumiar la yunta yaguané. Ningún apuro tiene en llegar, pues lo dice su canción; que no hay distancias para fatigar los bueyes de la ilusión... Quién diga que no hay querencia, que lo pregunte a la ausencia... Y sigue el pobre con su carretón la huella del cañadón. Pero no queda nada ya del rancho aquel que hace seis meses al partir dejó como un pampero todo se llevó la mala racha de la ausencia cruel. Y al sonsonete dormilón de su canción, con que él quisiera reanimar su fe, vuelve a tirar del viejo carretón la yunta yaguané... Ningún apuro tiene ya en correr, pues lo dice su canción; que no hay pantano para detener el carro del corazón... Mal viento es el de la ausencia cuando sopla en la querencia... Y sigue el pobre con su carretón la huella del cañadón... | |
25/03 | Galleguita Tango | Alfredo Navarrine | Horacio Pettorossi | 1925 | 2532 2532-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este tango fue muy popular en su tiempo y, no hace muchos años, volvió a estar en el candelero cuando apareció como cortina musical en una telenovela porteña titulada Nuestra galleguita. Sus autores son históricos nombres de la música ciudadana y muy vinculados a Carlitos: Horacio Pettorossi y Alfredo Navarrine. El gran cantor lo registró sentidamente. | GALLEGUITA Galleguita, la divina... la que a la playa argentina cayó una tarde de abril, sin más prendas ni tesoros que sus negros ojos moros y su cuerpito gentil... Siendo buena, eras honrada, pero no te valió nada, si otras cayeron igual... Eras linda galleguita, y tras la primera cita fuiste a parar al Pigalle. Sola y en tierras extrañas, tu caída fue tan breve, que como bola de nieve tu virtud se disipó... Tu obsesión era la idea de juntar mucha platita, para la pobre viejita que en la aldea, solita quedó... Pero un paisano malvado, loco por no haber logrado tus caricias ni tu amor, ya perdida la esperanza volvió a su pueblo, el traidor, y envenenando la vida de tu viejita querida le contó tu perdición; y así fue que el mes pasado te llegó un sobre enlutado que enlutó tu corazón... Y hoy te veo, galleguita, sentada triste y solita en un rincón del Pigalle y la pena que te mata claramente se retrata en tu palidez mortal. Tu tristeza es infinita, ya no sos la galleguita que llegó un día de abril, sin más prendas ni tesoros que tus negros ojos moros y tu cuerpito gentil... | |
25/04 | El once Tango | Osvaldo y Emilio Fresedo | Osvaldo y Emilio Fresedo | 1925 | 2537 2537-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este tango de los hermanos Fresedo, que aún hoy goza de gran popularidad, se ha difundido siempre de forma instrumental. De las pocas versiones cantadas que del mismo se han hecho, quizá la única que subsiste es la presente y sólo porque la grabó el inmortal cantor. | EL ONCE No deje que sus penas se vayan al viento, porque serán ajenas al que oye lo cierto. No espere que una mano le afloje el dolor, solo le dirán, ¡pobre!... y después todo acabó. Por eso me divierto, no quiero sentirlas, no quiero oír lamentos que amarguen la vida, prefiero que se pierdan y llegue el olvido, que todo remedia, que es lo mejor... Si busca un consuelo, no vaya a llorar, aprenda a ser fuerte y mate el pesar; sonría llevando a su boca el licor, que baile su almita esperando un amor. El humo de un puro, la luz del lugar, las notas que vagan, le harán olvidar; quién sabe a su lado, los que irán así con los corazones para divertir... A divertirse todos, rompiendo el silencio para cantar en coro, siquiera un momento. Recuerden que en la vida si hay algo de valor, es de aquél que la lleva pasándola mejor. Alegre su mirada, no piense en lo malo, no deje que su cara se arrugue temprano. Deje que todo corra, no apure sus años, que a nadie le importa lo que sintió... Si busca un consuelo, no vaya a llorar, aprenda a ser fuerte y mate el pesar; sonría llevando a su boca el licor, que baile su almita esperando un amor. El humo de un puro, la luz del lugar, las notas que vagan, le harán olvidar; quién sabe a su lado, los que irán así con los corazones para divertir... | |
25/05 | Sentimiento gaucho Tango | Juan A. Caruso | Francisco y Rafael Canaro | 1925 | 2538 2538-1 2538-2 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este tema tuvo y sigue teniendo un éxito extraordinario; es un verdadlero clásico. La música, tan entradora, fue compuesta por los hermanos Francisco y Rafael Canaro y el texto es uno de los más logrados de Juan Andrés Caruso. No hay orquesta ni intérprete que alguna vez no haya ejecutado o cantado este tango. Carlitos, Por su parte, le puso la firma de su voz. | SENTIMIENTO GAUCHO En un viejo almacén, del Paseo Colón, donde van los que tienen perdida la fe, todo sucio, harapiento, una tarde encontré a un borracho sentado, en oscuro rincón... Y al mirarlo sentí una profunda emoción porque en su alma un dolor secreto adiviné, y sentándome cerca, a su lado, le hablé y el entonces me hizo, esta fiel confesión... ¡Ponga amigo atención!... Sabe que, es condición de varón el sufrir. La mujer que yo quería con todo mi corazón, se me ha ido con un hombre que la supo seducir, y aunque al irse mi alegría, tras de ella se la llevó, no quisiera verla nunca, que en la vida sea feliz con el hombre que la tiene por su bien... ¡o qué se yo!... Porque todo aquel amor, que por ella yo sentí lo cortó de un solo tajo. el filo de su traición... Pero inútil, no puedo aunque quiera olvidar, el recuerdo de la que fue mi único amor, para ella he de ser, como el trébol de olor. que perfuma al que la vida le va a arrancar... Y si acaso algún día quisiera volver, a mi lado otra vez, yo la he de perdonar... Si por celos un hombre, a otro puede matar, se perdona cuando habla muy fuerte el querer, a cualquiera mujer... Sabe que, es condición de varón el sufrir... La mujer que yo quería con todo mi corazón, se me ha ido con un hombre que la supo seducir, y aunque al irse mi alegría, tras de ella se la llevó, no quisiera verla nunca, que en la vida sea feliz con el hombre que la tiene por su bien... ¡o qué se yo!... Porque todo aquel amor, que por ella yo sentí lo cortó de un solo tajo, el filo de su traición... | |
25/06 | Amigazo Tango | Francisco Brancati i y Julian Velich | Juan de Dios Filiberto | 1925 | 2551 2551-1 2551-2 | Odeon Bs. As. | Acustica | Primera versión. Esta página fue también muy popular aunque hoy, en verdad, debe su permanencia a los registros de Carlitos. La música de la misma es del célebre maestro boquense Juan de Dios Filiberto. El texto fue compartido entre el actor y autor santafesino Juan Velich y el poeta y cantor oriental Francisco Brancati. Obviamente no es una letra feminista. | AMIGAZO Una nube en los ojos, me vino como un flechazo, y en mi rencor, amigazo, entero yo me jugué; quiso el maula reírse, manchando mi frente honrada, y por tan mala jugada, sin compasión lo achuré... Amigazo fue una noche, que en mi mente llevo escrita... Una tierna vidalita a la hereje despertó. Yo, que en el secreto estaba, puse fin a mi venganza cuando vi al cantor aquel, que a los labios de la infiel como abrojo se prendió. Los celos sentí, tantié mi facón, y luego, a lo gaucho, le abrí el corazón... Y desde entonces... mi alma va errabunda, atada a la coyunda de aquel doliente amor. Chupemos juntos... quiero olvidar, sonriendo, el hoyo que está abriendo la chuza del dolor... Una nube en los ojos, me vino como un flechazo, y en mi rencor, amigazo, entero yo me jugué; quiso el maula reírse, manchando mi frente honrada, y por tan mala jugada, sin compasión lo achuré... | |
25/07 | Añorando Tango | Lorenzo C.Spinetto | Lorenzo C.Spinetto | 1925 | 2552 2552-1 2552-2 | Odeon Bs. As. | Acustica | El autor de este tango, que también compuso Bulincito de mi vida, se llamaba en realidad Lorenzo Caetta. Ingresó muy joven a la casa Max Glücksmann, de la cual llegó a ser clirector artístico. Con Gardel, que grababa allí, tuvo un trato muy amistoso y fue así que el gran cantor le llevó al surco las mencionadas composiciones. | AÑORANDO Felices horas, que ya pasaron, horas felices de dulce amor, cuando era joven, mi fe llenaba, de ensueños tiernos, mi corazón, felices horas que ya pasaron, los días que el tiempo rudo borró, y hoy hay tristezas hondas, trocáronse las flores de mi ilusión. Hoy que todo lo he perdido, y vivo enfermo de amor, a una amorosa esperanza acaricia mi dolor y se entreabre en mi vida las flores de mi ilusión y se llena de consuelo y fervor, mi fiel corazón. Amadas novias que ya pasaron gratos instantes de dulce amor, todo en la sombra de mis pesares todo ya todo, mustio quedó, hoy solo tengo cruentas torturas solo torturas y hondo dolor mas el consuelo no me abandona y endulza mi aflicción. Hoy que todo lo he perdido, y vivo enfermo de amor, a una amorosa esperanza alivia a mi dolor y se entreabre en mi vida las flores de la ilusión y se llena de consuelo y fervor, mi fiel corazón. | |
25/08 | Por ultima vez Tango | Francisco Bohigas | Carlos Pibernat | 1925 | 2553 2553-1 2553-2 | Odeon Bs. As. | Acustica | Las notas de este tango pertenecen al maestro entrerriano, nacido en Paraná, Carlos Pibernat, músico de sólida formación y prestigio. De niño fue llevado a Barcelona por sus padres y entre sus maestros se contó nada menos que el célebre compositor Enrique Granados. Se desempeñó como pianista, pero lo suyo fue la dirección orquestal, que ejerció durante medio siglo en los principales teatros de Argentina, Uruguay, Brasil, Chile y Paraguay. De sus composiciones Carlitos grabó el presente tema, que tiene texto del comediógrafo y letrista porteño Francisco Bohigas. | POR ULTIMA VEZ Por última vez te lo pido, que dejes ese antro fatal, no ves que aquí todo es fingido, que no hay sentimiento, que nada es real. Entre el lujo, la risa y el tango, tu alma miente un placer que tapás, y atormenta tu vida en el fango, que te falta cariño, te sobra champan... Sé que llorás tu pecado, cuando a solas te oprime el dolor. ¡Pobrecita! te han maneado, hoy eres despojo y ayer eras flor... Yo sé que lleva tu almita, un recuerdo que te hace penar, porque dejaste a tu madrecita, no ves que en el mundo hay solo un hogar... Por todo el dolor que has pasado, mereces mujer el perdón tu loca ambición te ha engañado, pero estás a tiempo de tu redención... Sin amor. al abismo has caldo, y hoy que sola y burlada te ves. yo te quiero, salvarte, te pido, que dejes ese antro por última vez. Sé que lloras tu pecado, cuando a solas te oprime el dolor. ¡Pobrecita! te han maneado, hoy eres despojo y ayer eras flor... Yo sé que lleva tu almita, un recuerdo que te hace penar, porque dejastes a tu madrecita, no ves que en el mundo hay solo un hogar... | |
25/09 | Pa´que te acordes Tango | Andres Seitún | Francisco Lomuto | 1925 | 2567 2567-1 | Odeon Bs. As. | Acústica | En aquellos tiempos las drogas, como la morfina y la cocaína, eran consumidas sólo por gente adinerada y en ambientes de gran lujo. No es un secreto, por otra parte, que estas drogas han estado siempre muy arraigadas entre notorios personajes de la farándula argentina y entre muchas damas de "vida galante". De este tema habla este tango compuesto por el maestro Francisco Lomuto, sobre texto del letrista Andrés Seitún. | PA'QUE TE ACORDES En lujoso magazine, tras lustrado mostrador, fue con tul y sedería que forjó tu fantasía un futuro de esplendor; lo hago para hacerte mal, lo hago pa'que te acordés que llegó el ansiado día, que la seda que vendías, te adornó la garconniere... Así pasaste tu vida entre almohadones, con la finura de un rico bibelot mas el hastío que todo lo carcome, a ese Sevres también lo destruyó, y los fragmentos rodaron por el suelo, sin un gemido, sin llanto y sin dolor. También rodaste perdida y sin consuelo, y en tus ojos el llanto se posó, y solo hallaste alivio en un pañuelo, al que impregnabas eter y cocó... Y así en tu ambiente, grabadas por el doping la vil mueca en el fino bibelot... Lo hago pa'que te acordés, que en lustrado mostrador, fue con tul y sedería que tejió tu fantasía tus espléndidos trousseau, la morfina y la cocó hoy en esa garconniere, van tejiendo con desvelo, tu mortaja como velo, de tu última toilette. Y así pasaste tu vida entre almohadones, con la finura de un rico bibelot mas el hastío que todo lo carcome, a ese Sevres también lo destruyó, y los fragmentos rodaron por el suelo, sin un gemido, sin llanto y sin dolor... | |
25/10 | Caminito del taller Tango | Cátulo Castillo | Cátulo Castillo | 1925 | 2568 2568-1 2568-2 | Odeon Bs. As. | Acustica | Esta hermosa pintura suburbana, tan bien recreada por Carlitos, se debe por entero a Cátulo Castillo, que tenía 19 años cuando la compuso. Ya su obra manifestaba entonces el refinamiento y la calidad que la caracterizarían. Es sin duda una de las más importantes en la historia de nuestra música ciudadana, tanto en la parte musical como en la poética, esta última heredada de su padre, el dramaturgo José González Castillo. De niño hizo estudios de violín para luego volcarse definitivamente al piano. Recorrió buena parte de América, Europa e incluso África. Cátulo fue también periodista: escribió en los diarios La última hora y El nacional, para las revistas Antena, Cantando, SADAIC, Radiolandia y otras. Publicó los libros Danzas argentinas y Buenos Aires tiempo Gardel. Escribió obras para teatro. Durante 27 años fue profesor, secretario, vicedirector y director del Conservatorio Municipal de la ciudad de Buenos Aires. Tuvo una importantísima gestión en SADAIC, donde fue presidente. Su nombre está íntimamente ligado a otros grandes. Trató a Gardel desde su infancia, ya que Carlitos era gran amigo de su padre. | CAMINITO DEL TALLER Una mañana fría, te vi por vez primera, por la desierta calle, rozando la pared, como si el viento helado, que barría la acera, te acelerara el paso camino del taller. Y en el fondo grisáceo de aquel día de hielo, ponían una nota de ironía mordaz, el sol de tus cabellos, tus pupilas de cielo y el cuerpecito aterido que envolvía el percal... Había en tus pasitos, taconeos de tango, y tus frunces de seda y tu marcha sensual, pero tú, porteñita, claudicabas en el fango, bajo el fardo de ropas que nunca te pondrás... Y marcha así, la midinette, hoja de amor, que lleva el turbión con rumbo al taller. Pobre costurerita, ayer cuando pasaste, envuelta en una racha de tos seca y tenaz, como una hoja al viento la impresión me dejaste de que aquella tu marcha, no se acababa más. Caminito al conchabo. caminito a la muerte, bajo el fardo de ropas que llevas a coser... Quién sabe si otro día como éste podré verte, pobre costurerita, camino del taller. Por eso son tan tristes tus ilusiones y por eso esas locas noches del arrabal parece que se quejan los roncos bandoneones y cada tango es una canción sentimental Y marcha así, la midinette, hoja de amor, que lleva el turbión con rumbo al taller... | |
25/11 | Para quererte nací Cifra | Francisco Martino | Francisco Martino | 1925 | 2586 2586-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Primera versión. Esta vibrante cifra la volvió a registrar Carlitos en 1933 con una técnica de grabación infinitamente superior. No obstante, esta impresión acústica tiene un colorido y un sabor muy especial. Su autor, Pancho Martino, nacido en Buenos Aires, fue una figura de gran significación en la historia y el desarrollo de nuestra música criolla y ciudadana, que en sus comienzos estaba tan entremezclada en el área rioplatense. A él nos hemos referido repetidamente no sólo por las canciones que le grabó Gardel, sino porque, además, Martino fue compañero de el Zorzal Criollo en sus primeros intentos profesionales. lntegró con él un dúo, luego un trío y también un cuarteto con José Razzano y Saúl Salinas sucesivamente. | PARA QUERERTE NACI Sos la tibia resolana, sos la tibia resolana, que calienta mi existir, la que no me hace sentir el frio de la mañana... Sos grueso poncho de lana que cobija mi osamenta contra la ruda tormenta de la vida borrascosa, la que en noche tenebrosa la paz de mi alma sostenta. Quisiera desparramar, quisiera desparramar, florcitas por tu camino, para que tu pie divino, no se fuese a lastimar... Yo te quisiera explicar, pero explicarte no acierto de que sos el cielo abierto donde quisiera subir para quedarme a vivir como paria en el desierto... Yo pa quererte he nacido, yo pa quererte he nacido, paloma del alma mía, soy matrero y quién diría que vos sola me has vencido. Un amor desconocido siento que mi amor provoca y con una fuerza loca siento que me rompe el alma y solo encuentro la calma cuando te beso en la boca... | |
25/12 | Mala Tango | Juan Andrés Caruso (no figura en las etiquetas originales) | Emilio Iribarne y Víctor Troysi | 1925 | 2587 | Odeon Bs. As. | Acustica | El prestigioso investigador Orlando del Greco aclaró en su libro Carlos Gardel y los autores de sus canciones, que el tango Mala tiene letra original para mujer y es la primera que escribió Charlo, el gran cantor nuestro. Gardel, de común acuerdo con los autores de la música, los pianistas y compositores Emilio Iribarne y Víctor Troysi, hizo escribir a su amigo Juan Andrés Caruso otra letra para varón. Este texto es el que cantó Carlitos en el presente registro. | MALA En una noche de amor, divina, tu me juraste cariño eterno, tu vocecita tan cristalina me dijo: ¡te amo!, serás mi dueño. Aquel momento de eterna orgía, un loco instante de exaltación, tu boca dulce buscó la mía y me entregaste tu corazón... Noche de amor y de placer, sueño ideal, al contemplar tu frágil cuerpo de cristal, mi alma sintió la tentación de tus besos, y entre risas y embeleso, te acordarás lo que pasó... Ya no recuerdas de aquellos días, que me decías: ¡cuánto lloré! tu eres mi encanto, tu eres mi vida, fruta prohibida, por ti probé. Y me engañaste que solo mía nunca de nadie debías ser, porque juraste, porque fingías, porque mataste mi amor, mujer... De tu traición, nunca jamás tendrás perdón, y si otro amor reconquistó tu corazón, solo quisiera que lleves en tu memoria, el recuerdo de esta historia que solo así, seré feliz... En una noche de amor divina, tu me juraste cariño eterno, tu vocecita tan cristalina me dijo: ¡te amo!, serás mi dueño. Aquel momento de eterna orgía, un loco instante de exaltación, tu boca dulce buscó la mía y me entregaste tu corazón... | |
25/13 | Tuyo Tango | Rolando Angeletti | Rolando Angeletti | 1925 | 2594 2594-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este tema de encendido romanticismo pertenece al pianista y compositor Rolando Angeletti. Éste, como tantas otras figuras que cimentaron nuestro tango, había nacido en Italia —en la localidad de Macerata— y llegó de niño a Buenos Aires. Carlitos interpretó esta página con lirismo y fervor. | TUYO De mi canción, los ayes lastimeros, noche a noche al pensar en tu mirada, se desgranan, cual trino de jilguero, anunciando con su canto la alborada; te los ofrendo a ti, mi bien querida, como eco de pasión, que mi alma siente, pasión que se convierte en una herida, tomándome tu esclavo eternamente. Tuyo, tuyo seré toda mi vida, siempre por más que tenga que sufrir, nunca, nunca, lo juro, he de olvidarte, tuyo hasta el momento de morir... Y en alas de mi loca fantasía, corro en pos de tu recuerdo amado, y es tan fuerte el anhelo que tenía que al fin parece mi sueño realizado. Esta esperanza da aliento a mi vida, y si consuelo me traes al corazón dicha inefable, curará mi herida, mitigando a mi pecho su aflicción. Tuyo, tuyo seré toda mi vida, siempre por más que tenga que sufrir, nunca, nunca, lo juro, he de olvidarte, tuyo. hasta el momento de morir... | |
25/14 | Mis espuelas Estilo | Francisco Martino (según reza en el rótulo original) | Francisco Martino (según reza en el rótulo original) | 1925 | 2595 | Odeon Bs. As. | Acustica | De este hermoso estilo se sabe que el texto no pertenece a Martino. Algunos investigadores lo atribuyen al famoso poeta oriental Elías Regules y así figura en una grabación hecha por Edmundo Rivero. Otra fuente nos dice que la primera décima figura en un libro del poeta argentino Florentino Hernández titulado De mi yesquero. Lo cierto es que en este tema Carlitos pone su criollazo corazón, como lo demuestra su canto de los versos de la segunda décima. | MIS ESPUELAS ¡Velay! el campo está güeno y voy a desensillar, y pa' poder pellizcar, y pa' poder pellizcar, le voy a sacar el freno, y retozando sereno no he de pegar un tropiezo... Al fin el secarse es de viejo lo mesmo que mancarrón, y pa'empezar la junción voy a soltar la sin güero... Con temple de güen acero y calidad superior, entre el pilchaje mejor, entre el pilchaje mejor de mi vida de campero, tengo guardao con esmero, un par de espuelas machazas, testigos de mis viarazas de cuando montaba un piedra y enroscao como culebra, daba planchadas fierazas... Siempre tuve presunción de jineteador sin yel cuando andaba el cascabel, cuando andaba el cascabel, crujiéndome en el garrón, y en sintiendo mi arriador o besando una limeta, volvía a montar el sotreta, que le guasqueaba yo en fija el costillar, la verija, el hocico y la paleta... | |
25/15 | Circe Shimmy | Juan A. Caruso | María Isolina Godard | 1925 | Requested file could not be found (error code 404). Verify the file URL specified in the shortcode. | 2640 2640-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este romántico shimmy, cantado con lirismo por Carlos Gardel, fue musicalizado por la pianista y compositora porteña María Isolina Godard. Era hija del gerente general de la empresa de Max Glücksmann, que producía los discos del sello Nacional Odeón, don Mauricio Godard. Esto le permitió conocer de cerca a todos los músicos, directores y cantantes que por allí circulaban, entre ellos a Gardel y a Razzano, de quienes su padre había sido un gran propulsor. Murió muy joven, cuando aún no había cumplido los treinta años, cinco días después de la tragedia de Medellín, el 29 de junio de 1935. El texto de Circe fue escrito por el letrista y autor teatral de La Plata, Juan Andrés Caruso. | CIRCE Brillan tus ojos, serena y gentil, Circe divina, con ansias febril, y es que tu alma, perfecta y pura, con gran ternura amó... Con frenesí tendré deseado amor. por un placer, tu vida se destrozó, mas no, no no, que si tu alma de veras sufrió, vivió el placer y un instante sincero de amor. Como se inclina, marchita, la flor, yo sé que tu alma se muere de amor, el jardinero que la regaba, se fue y nada dejó... Sufrir, gozar, nos reserva el amor. pues él, nos da, alegría y dolor. Infeliz de quien no ha sentido jamás el placer, de tener un amor, y reír y llorar, a la vez. |
25/16 | La cuyanita Tango | René Ruiz y Alberto Acuña | René Ruiz y Alberto Acuña | 1925 | 2663 2663-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Dúo Gardel-Razzano Este divertido gato es otra de las obras del dúo Ruiz- Acuña que registraran con gracia y simpatía Carlitos y Pepe Razzano. | LA CUYANITA Cuyanita de San Juan, me hacés penar... Cuando pasas sin mirar cruel y fatal. No me negués tu querer linda mujer graciosa pebeta de San Juan. No me negués tu querer, no me digas, ¡ay! que no... yo, tu Pierrot he de ser y tu serás mi Ninon... Tuyo es mi amor y mi fe, tuyo mi leal corazón, y tuya siempre ha de ser mi más mortal, honda pasión. ¡Ay! cuyana de mi amor, decime Porota, decime que sí, que yo mucha dicha de amor te daré que nunca tus ojos llorarán por mí, ¡ay! me basta tu querer, cuyana de ojazos nimbados de sol, de labios tan rojos como un arrebol de dulce sonrisa, de pálida tez... Cuyanita de San Juan no puedo más... con esta loca pasión que siento acá... No me hagas más llorar con tal dolor divina pebeta de San Juan... No me negués tu querer. no me digas, ¡ay! que no... yo, tu Pierrot he de ser y tu serás mi Ninon... Tuyo es mi amor y mi fe, tuyo mi leal corazón, y tuya siempre he de ser mi más mortal y honda pasión... | |
25/17 | La choyana Chacarera (Duo) | Alberto Acuña y René Ruiz | Alberto Acuña y René Ruiz | 1925 | 2708 2708-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Dúo Gardel-Razzano. Esta simpática y alegre chacarera pertenece al cantor, guitarrero y compositor de Lomas de Zamora, Alberto Hilarión Acuña y a su colega tucumano René Ruiz. Ambos constituyeron en 1924 uno de los mejores y más populares dúos de su tiempo. Este es uno de los temas de ellos que, con gran éxito, registraron Gardel y Razzano. | LA CHOYANA Bailecito que me gusta que baile la chacarera para decirle a la niña jugando pero endeveras. Antenoche tuve un sueño que me perecía de risa soñé que te levantaba al alba para ir a misa... Dicen que de susto muere aquél que visiones ve, yo vide una lagartija no sé si me moriré. Corre, corre, chacarera, no te aflija mi dolor mira que yo voy muriendo por la causa de tu amor. Las mujeres son el diablo, sobrinas del gran demonio, nosotros los varoncitos hijitos de San Antonio... Las mujeres son el diablo parientas del alacrán, cuando ven a un hombre pobre alzan la cola y se van. La mujer que quiere a dos no es tonta sino entendida si una vela se le apaga la otra le queda encendida. Corre, corre, chacarera,. así nomás hay de ser todo está en el gusto solo yo he de padecer | |
25/18 | Del infierno adelante Gato (Duo) | René Ruiz y Alberto Acuña | René Ruiz y Alberto Acuña | 1925 | 2709 | Odeon Bs. As. | Acustica | Dúo Gardel-Razzano. Este divertido gato es otra de las obras del dúo Ruiz- Acuña que registraran con gracia y simpatía Carlitos y Pepe Razzano. | DEL INFIERNO ADELANTE La mujer cuando quiere yo la conozco la mujer cuando quiere yo la conozco se mira en el espejo y se peina el jopo se mira en el espejo y se peina el jopo... La mujer cuando quiere es conocida... Alarga la pollera Y se peina arriba... Del infierno adelante doscientas leguas, del infierno adelante doscientas leguas, tengo que hacer un rancho para mi suegra... tengo que hacer un rancho para mi suegra... Para mi suegra sí, ¡pero bien haiga...! Con los cimientos flojos pa'que se caiga... | |
25/19 | Reyes del aire Shimmy | Amadeo Canale | José Bohr | 1925 | 2710 2710-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este shiminy fue musicalizaclo por el otrora popularísimo y polifacético artista aleman, José Bohr. Cuando aún era un niño, sus padres se instalaron en una ciudad del estrecho de Magallanes y allí se despertó su pasión por el cine. Llegó a Buenos Aires en 1923 y se abrió camino cantando sus propias composiciones que él mismo se acompañaba al piano. Fue el primer auténtico chansonier de estas latitudes. Hizo muchísimas composicines y algunas de ellas fueron extraordinarios sucesos que aún hoy persisten. Grabó para los sellos Nacional Odeón y Victor. Se le llamó "el artista andariego" pues recorrió el mundo con su canto (en su repertorio también incluía tangos) y trabajó en cine en varios países, incluso en Hollywood, donde fue el protagonista de la primera película hablada en español. José Bóhr tuvo un trato muy cordial con Gardel, quien llevó al surco varios temas suyos. El texto de Reyes del aire fue escrito, y no por casualidad, por Amadeo Héctor Canale, quien era aviador. Canale fue, además, motociclista y automovilista en la primera etapa de estos deportes en nuestro país. Fue a ratos letrista y Carlitos, que sentía por él una gran simpatía, grabó algunas de las pocas páginas que escribió. | REYES DEL AIRE Soñadores del espacio van en pos del placer tan exquisito de sentir en deleite y emoción de este mundo tan feliz que desborda allá en los cielos del adiós... Alejados de la tierra donde el mar se comparte con las luchas y el dolor, esas aves de metal van cantando a su pasar la alegría que les brinda la emoción... Yo, he soñado, la dicha de volar, pero el alma lloraba al despertar. Reyes del aire, que eran mi halago se habían ido cual reyes magos, aviadores con qué felicidad, son canciones de cielo, tierra y mar, Reyes del aire, llevan las flores de mi amor, que les doy al pasar. Tras el azul de nuestro cielo, su motor va agregando blanca estela, que al correr da la hermosa sensación de la patria de mi sol la Argentina que es la luz de mi querer. Yo, he soñado, la dicha de volar, pero el alma lloraba al despertar... Reyes del aire, que eran mi halago y habían ido cual reyes magos, aviadores con qué felicidad, son canciones de cielo, tierra y mar, Reyes del aire, llevan en las flores de mi amor, que les doy al pasar... | |
25/20 | Caricias Tango | Juan Andrés Caruso | Maria I. Godard | 1925 | 2728 2728-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | La melodía de este tango fue compuesta por María Isolina Godard, que fue una excelente pianista y compositora. Era hija del gerente general del sello Nacional—Odeón, don Mauricio Godard, gran propulsor del Dúo Gardel- Razzano. El texto de Caricias fue escrito por el prolífico y solvente letrista .Juan Andrés Caruso. Carlitos puso en esta página su marca de calidad. | CARICIAS Es tu boca, la boca que tiene más dulce sonrisa, y tus manos aquéllas, que más tiernamente acarician... Llevaré para siempre el recuerdo de tu amor, pues eres tú la fiel mujer que vive en mi corazón, y en mi alma perduran las tiernas horas de amor. Tuve el supremo placer, de tus caricias de amor, tan suaves como el rasgar de las alas de un ruiseñor. Recuerdas que en el rincón de la sala te exigí me dieras un beso y en él me diste tu corazón. Una vaga, discreta penumbra, envolvía las ansias y yo entonces bebía en tus labios la sed de distancia pero al fin, por tus tiernas caricias no volví, perdóname, este desdén ya muy caro lo pagué, y en mi alma perduran las tiernas horas de amor. Tuve el supremo placer, de tus caricias de amor, tan suaves como el rasgar de las alas de un ruiseñor. Recuerdas que en el rincón de la sala te exigí que me dieras un beso con él me diste tu corazón. | |
25/21 | Organito de la tarde Tango | Jose González Castillo | Cátulo Castillo | 1925 | 2729 2729-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este famoso tango, que con poético acento desarrolla una patética historia, fue considerado por Cátulo Castillo como su "primera composición real". Su padre, el dramaturgo José González Castillo, hizo los versos del mismo. Carlitos lo interpretó sentidamente. | ORGANITO DE LA TARDE Al paso tardo, de un pobre viejo, puebla de notas el arrabal, con un concierto de vidrios rotos el organito crepuscular. Dándole vueltas a la manija un hombre rengo, marcha detrás mientras la dura pata de palo, marca del tango el compás. En las notas de esa musiquita, hay no sé qué vaga sensación, que el barrio parece impregnarse todo de emoción. Y es porque son tantos los recuerdos que a su paso despertando va, que llena las almas con un gran deseo de llorar. Cuentan las viejas, que todo saben, y que el pianito junta a charlar, que aquel viejito tuvo de hija que era la gloria del arrabal; cuentan que el rengo que era su novio y que en el corte no tuvo igual, supo con ella y en las milongas con aquel tango reinar... Pero vino un día un forastero, bailarín, buen mozo y peleador, que en una milonga, compañera y pierna le quitó. Desde entonces es que padre y novio van buscando por el arrabal a la ingrata muchacha. al compás de aquel tango fatal... Y al triste son de esa su canción, sigue el organito lerdo, como sembrando a su paso mas pesar en el recuerdo, mas dolor en el ocaso... Y allá se va, de su tango al son, como buscando la noche, que apagará su canción... | |
25/22 | Oro y seda Tango | Amadeo Canale | Osvaldo Fresedo | 1925 | 2730 2730-1 2730-2 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este tema fue compuesto por el gran maestro Osvaldo Fresedo, con texto de su amigo y colega aviador Amadeo Canale. | ORO Y SEDA ¿Por qué lloro? me preguntan los amigos que no saben de las penas del amor, pues yo nunca dije a nadie que por pobre me dejó, Alentada por el lujo de las joyas y los trajes que soñara su ilusión de otro hombre su cariño sepultando en mi destino, el puñal de una traición. Oro y seda por seguir su caravana el mejor de los encantos el amor de la mujer. Oro y seda, fantasías del engaño por tu goce solo queda un suplicio al desdichado que a la ingrata dio su ser. Olvidarla ya no puedo, ande alegre o ande triste llena mi alma su cantar que en la trova que me diste de congojas y pesar, ya no es más, la muñequita de esperanzas y venturas, que forjara en mi ideal, y sus trenzas y ojos puros, con melena negro de humo que la venden al pasar. Oro y seda, por seguir vuestro reflejo dando tumbos y festejos mi adorada se perdió. Oro y seda, os maldigo y me iré lejos a llorar todas las noches que me corren para viejo de nostalgia y de dolor. ¿Por qué lloro? me preguntan los amigos que no saben de las penas del amor, pues yo nunca dije a nadie que por pobre me dejó, alentada por el lujo de las joyas y los trajes que soñara su ilusión dio a otro hombre su cariño sepultando en mi destino, el puñal de la traición. | |
25/23 | Mano Mora Tango | Jaime Lloret | Luis Teisseire | 1925 | 2770 | Odeon Bs. As. | Acustica | Las notas de este tango se deben a Luis Teisseire, prestigioso músico y compositor porteño de la primera época de nuestra lírica ciudadana, en la que, sobre todo, se destacó como flautista y director de orquesta. El texto del mismo fue escrito por el letrista de Lanús Jaime Lloret Reos. Carlitos dio vuelo a esta página. | MANO MORA Era buen mozo y valiente, para cualquier entrevero. Seguro para el acero y firme para el amor. Las muchachitas del barrio, todas se lo disputaban y a Mano Mora clamaban les brindara con su favor. Mano Mora no mentía, ni tenía falsedad para aquellos corazones sin nociones de maldad... Mano Mora por la vida mal que digan se perdió. Hoy su china sufre y llora ¡Mano Mora no volvió!... Todo el suburbio ha callado, desde que el mozo no existe, solo un recuerdo muy triste de Mano Mora quedó... Las muchachitas del barrio las que soñaron amores, su tumba cubren de flores murmurando una oración... Mano Mora no mentía, ni tenía falsedad para aquellos corazones sin nociones de maldad. Mano Mora por la vida mas querida se perdió. Hoy su china sufre y llora, ¡Mano Mora no volvió!... | |
25/24 | Honolulu Shimmy | Maurice Grunski. Versión en castellano de Juan Andres Caruso | Nathaniel Goldstein | 1925 | 2771 | Odeon Bs. As. | Acustica | Título original: Honolulu blues. Esta página fue popular en el mundo entero por aquellos años. Curiosamente no hay referencias sobre sus autores, pues no está registrada en ninguna sociedad. Carlitos la grabó con ritmo de shimmy y cantando la versión en castellano de su amigo Juan Andrés Caruso. | HONOLULU Vida mía, vámonos a la isla del amor, haremos un cálido, nidito de amor, viviremos solos, muy solos, los dos. Verás cuantas dichas encontraremos si nos vamos a Honolulu, nuestro amor será tan puro como el sereno cielo aquel. Construiremos en medio de la selva un ranchito de caña y bambú, y ha de ser nuestro Edén donde solo reinaremos tú y yo. Dentro del perfume de las flores y el dulce cantar del ruiseñor ha de llenar de ventura este lindo, nidito de amor. Y en el más amante y tierno idilio viviremos nuestra juventud vámonos, ¡sí! mi bien vámonos pues a Honolulu... | |
25/25 | Aquella noche Tango | Carlos González Illescas | Julio de Caro | 1925 | 2786 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este tango fue musicalizado por uno de los artistas más importantes de toda la historia del género, el maestro Julio De Caro quien, claro está, fue muy amigo de Carlos Gardel. El texto del mismo se debe al letrista chileno Carlos Augusto González Illescas, nacido en Valparaíso. | AQUELLA NOCHE De aquella noche de amor, tu rubor querías ocultar tu pasión la llama abrasadora que yo en tu pecho vine a incendiar, mas yo en tu boca al besar vine a sellar tus labios de coral y el amor, contuvo tu reproche, triste noche, noche ideal. Por el viril querer se ofuscó también tu corazón, al ponerme después un precio a tu pasión mujer sin corazón. No te puedo olvidar miénteme como ayer rubor porque quiero recordar aquella noche de amor. De aquella noche mujer, que del placer fuiste marcado fin quiero hablar, a ver si te avergüenzas de tus pecados, diosa gentil, perdono tu desliz seré feliz si a ti vuelve el rubor y tu mirar me envuelve en el reproche de aquella noche de intenso amor. Por el viril querer se ofuscó también tu corazón, al ponerme después un precio a tu pasión mujer sin corazón. No te puedo olvidar miénteme como ayer rubor porque quiero recordar aquella noche de amor. | |
25/26 | Sonia Balada | Bcda Fritz Loehner y Carlos Cappenberg | Eugen Partos | 1925 | 2787 | Odeon Bs. As. | Acustica | Primera versión. Es, en verdad, muy impresionante el clima de esta balada y la interpretación que de la misma dejó el gran cantor. En esta versión podemos advertir que Carlitos invierte el orden del texto en el estribillo, respecto a la que registró en 1927. Partos y Loehner, los autores de este tema, eran húngaros y fueron en su tiempo figuras de gran reconocimiento en Europa. El bonaerense Carlos Cappenberg, amigo de Gardel, era especialista en adaptaciones y arreglos musicales. Suya es la versión castellana de Sonia. | SONIA La inmensa extensión de las estepas, cubiertas por la blanca nieve está, y son de este presidio, las murallas tan altas que ni el sol se ve alumbrar. Las celdas, por la nieve están cubiertas, y dentro de una celda un hombre está, sus ojos afiebrados son fantasmas, y canta una canción que hace llorar... ¡Sonia!... ¡Sonia!... yo no sé si existes que nada en este mundo llega a mí, solo hordas de cosacos y de hambrientos lobos, hay aquí... Aunque mi recuerdo, en tu memoria, por ser tú dichosa, ya no esté, y en tus sueños, cual fantasma, apareceré y esta historia te recordaré... Cuando eras mi esposa, yo te amaba, y con mi amor la vida yo te di y ciego de pasión, no adivinaba aquella vil traición que sorprendí... Tus labios, de otros labios eran lecho, y a un hombre vi ¡que el cuello te ciñó!... Entonces mi puñal hundí en su pecho, y el juez, tan solo a mí, me condenó... ¡Sonia!... ¡Sonia!... tus cabellos negros, en sueños mil veces besé yo... Nunca yo podré olvidarte... Que tú del Volga, eres bella flor... ¡Sonia!... ¡Sonia!... mi existencia muere encerrada en esta prisión, y antes que la nieve me aprisione el corazón, quiero llegue a ti mi maldición... | |
25/27 | Adelante Marcha | José César Barros | Emilio Iribarne | 1925 | 2811 2811-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Esta página jamás fue editada comercialmente y a pesar de las notorias deficiencias de la toma, creemos que es todo un hallazgo. Ha sido recientemente rescatada y creemos que tiene un gran interés testimonial para los seguidores del inmortal cantor. La música de esta marcha pertenece al pianista y compositor montevideano Emilio Antonio Iribarne, de quien Carlitos grabó varios temas. El texto se debe a la pluma del letrista y agente artístico bonaerense José César Barros Montero. | ADELANTE Reclutado por su valentía, fue a mostrar libertad al oprimido, al gobernado y caído ante mí todo aturdía. Admirado con gracia adolescente y olvidando al insolente pavoroso con acento harto animoso, reclutando a nuestra gente. ¡Adelante, ve sin vacilar! Sin temor a pelear buscaré eterna la gratitud ¡heroica juventud!... De los que hoy ¡libertad! repitan: ¡al gran pueblo argentino salud!,... ¡Adelante ve sin vacilar, sin temor a pelear!... Se vio como un varón entrelazado. con tesón defendiendo a la bandera hasta que una bala certera, lo tumbó ensangrentado... y al morir recordando a la viejita, que en el puerto lejano lo esperaba, con su mueca se apagaba... lentamente aún decía: ¡Adelante ve sin vacilar! Sin temor a pelear busca eterna la gratitud ¡heroica juventud!... De los que hoy ¡libertad! repitan: ¡al gran pueblo argentino salud!,... ¡Adelante ve sin vacilar, sin temor a pelear!... | |
25/28 | Puentecito Tango | Juan A. Caruso | José Servidio | 1925 | 2823 | Odeon Bs. As. | Acustica | Las notas de este tango se deben a la inspiración del bandoneonista, director y compositor de Villa Crespo, José Servidio, el Valija. Por mediación de Gardel, el prolífico y exitoso autor platense Juan Andrés Caruso le puso texto. Carlitos lo cantó con brío y emoción. | PUENTECITO Para poder alcanzar, la fuente de tu querer, atravesé el puente que tendió entre nosotros dos tu cariño y el mío. Y este puentecito fue el que nuestro único amor para siempre nos unió. Puentecito de mi vida hasta siempre será tu destino yo quiero cruzarlo pronto para seguir tu camino. No detengas más tus pasos, vamos juntos amor mío, porque después, verás que allá, encontraremos la felicidad. Puentecito, puentecito, ante mi vida tendido, tú eres el que me has unido para siempre con mi amor. Puentecito de mi vida yo te cubriré de flores y serás de mis amores el único confesor. Para poder alcanzar, la fuente de tu querer, atravesé el puente que tendió entre nosotros dos, tu cariño y el mío. Y este puentecito fue el que nuestro único amor para siempre nos unió. Puentecito de mi vida hasta siempre será tu destino yo quiero cruzarlo pronto para seguir tu camino. No detengas más tus pasos, vamos juntos amor mío, porque después, verás que allá, encontraremos la felicidad. | |
25/29 | Mi guitarra Tango | Juan Andrés Caruso | Domingo Greco | 1925 | 2824 | Odeon Bs. As. | Acustica | Como sus hermanos Vicente y Ángel, Domingo Greco nació en el barrio de San Telmo. No fue tan conocido como ellos, se limitó a secundarios a pesar de ser también él un músico de brillantes condiciones. Fue un excelente guitarrista y pianista y se inició profesionalmente junto a su hermano Vicente. Su obra como compositor no trascendió quizá como debiera. Carlitos, que era un gran amigo de toda la familia Greco, le grabó este tango que lleva versos del letrista platense Juan Andrés Caruso. | MI GUITARRA Con mi guitarra querida, mis penas quiero cantar, todo el profundo pesar que me causó tu partida, me dejaste una herida, que no ha de cicatrizar y aunque trato de olvidar, no puedo. por eso canto, porque mi llanto es tu llanto, que tuve que aliviar... De lo que me has hecho, lo que más me apena ha sido tu falta de sinceridad, y en tanto que pulso, las tirantes cuerdas, ellas me recuerdan tu deslealtad. Yo no doy un paso por toda la pieza que todas las cosas me hablan de vos, como si quisieran decirme que todo lo que aquí dejaste fue de los dos. Y las cuerdas al vibrar con su más triste sonido, acarician mis oídos, cual, si le fueran a hablar, es que no puedo arrancar, aunque tenga la intención a la más bella ilusión que a pesar de todo existe porque cuando vos te fuiste me llevaste el corazón... De lo que me has hecho, lo que más me apena ha sido tu falta de sinceridad, y en tanto que pulso, las tirantes cuerdas, ellas me recuerdan tu deslealtad. Yo no doy un paso por toda la pieza que todas las cosas me hablan de vos, corno si quisieran decirme que todo lo que aquí dejaste fue de los dos... | |
25/30 | Guamini Tango | Eugenio Cárdenas | Guillermo D. Barbieri | 1925 | 2854 | Odeon Bs. As. | Acustica | Una vez más se unieron los nombres de Guillermo Barbieri y Eugenio Cárdenas en una página que realzó Carlitos con su interpretación. | GUAMINI Para que quieres volver, si ya del viejo amor no existe la alegría, si toda mi juventud rompió en el sueño azul de gloria y esplendor, nada queda de ese ayer, que fuera mi ilusión, viviendo junto a ti, y allá en tu Guaminí, no olvides mujer que te redimí... Lujuriosa flor del fango yo fui quien te llevó hasta tu hogar y con mi nombre, borré la sombra que en tu ayer tu vida hizo al rodar... Pero en cambio te has llevado mi honradez al bajo lodazal prefiriendo ser lo que eras, la triste ramera del bajo arrabal. Y ha empezado a sucumbir de mi amoroso afán la dicha del pasado, y en mi oscuro porvenir, las dichas de vivir, ya nunca volverán, pero siempre evocaré tu torpe proceder, tu gesto de falsía y en un desgarrador, grito de dolor, te perdonaré. Lujuriosa flor del fango yo fui quien te llevó hasta tu hogar y con mi nombre, borré la sombra que en tu ayer tu vida hizo al rodar... Pero en cambio te has llevado mi honradez al bajo lodazal prefiriendo ser lo que eras, la triste ramera del bajo arrabal. | |
25/31 | ¡Salve, Patria! Estilo | Eugenio Cárdenas | Guillermo D. Barbieri | 1925 | 2855 | Odeon Bs. As. | Acústica | Como otras tantas veces, se unieron de vuelta aquí el guitarrista y compositor Guillermo Barbieri y el poeta Eugenio Cárdenas, para dar forma a este estilo patriótico que con alma y sentimiento criollo interpretó Carlitos. | SALVE, PATRIA Salve patria de titanes, que se alzaron arrogantes, a los acordes vibrantes, del Himno de López y Planes. Quiero, Patria, en mis afanes de cantar tu bizarría, poner en mi alma bravía que las verdades no teme la bravura de tu Güemes y el verbo de Echeverría... Patria, que en mayo, tu anhelo de libertad coronaste, y que tu enseña elevaste majestuosamente al cielo, quiero cantarle a tu suelo de donde el brazo proletario abre los surcos a diario con su pujante entereza como honrando la riqueza de tu suelo hospitalario. En el sonoro cordaje de esta guitarra querida va un pedazo de mi vida como un lírico homenaje. Hoy te brindo mi lenguaje que en la estrofa se engalana. porque eres la soberana Patria, que su amor reparte y elevarte el estandarte de tu gloria americana. | |
25/32 | Pasan las horas Vals | Carlos Camba, El Hombre Pentagrama | Carlos Camba, El Hombre Pentagrama | 1925 | 2856 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este hermoso y poético vals, interpretado sutilmente por el gran cantor, pertenece a Carlos Camba, un autor y compositor de rara y exquisita sensibilidad. Fue, además, un artista y músico múltiple que desarrolló su actividad principalmente en circos, teatros y varietés, en las dos márgenes del Plata con relativo éxito. Una composición muy ajustada. | PASAN LAS HORAS Pasan las horas, cual lentas caravanas por el desierto de mi corazón, y las primeras canas, no me las traen los años, sino los desengaños, que quitan la razón. Pasan las horas y sufro como ayer, tortura mi existencia la cruel indiferencia, de aquélla que amé tanto con mágico querer, y en medio del quebranto, la quiero todavía y llega un nuevo día viviendo un padecer. Pasan las horas eternas de desvelos, indiferentes siempre a mi dolor, ni un pálido consuelo reflejo de alma mía y me sorprende el día, delirando de amor. Las horas crueles, no llevan mi sufrir, errante y a deshora siento tocar las horas con golpes de misterio profundo en mi sentir, parece un cautiverio la plaza solitaria y el silencio plegaria piadoso del morir. Pasan las horas, cual lentas caravanas por el desierto de mi corazón, y las primeras canas no me las traen los años, sino los desengaños, que quitan la razón. | |
25/33 | El zaino colorado Estilo | Ambrosio Río | Ambrosio Río | 1925 | 2901 | Odeon Bs. As. | Acustica | De este extraordinario payador, figura patriarcal del canto criollo que se llamó Ambrosio Río, Carlitos cantó y registró solo y en dúo con Razzano unos cuantos ternas de su extensa obra. Los unía, además, una vieja amistad. El zaino colorado es un bonito estilo, gallardamente interpretado por el Zorzal Criollo. | EL ZAINO COLORADO Tuve un zaino colorao, era una luz de ligero, traceador y coscojero buena pinta y bien formao. Por sus hazañas mentao era el zaino de mi flor, todos le tenían temor, pero amigo, en las cuadreras, ganó más de cien carreras, y nunca fue perdedor. Y como era de importancia lucía mi parejero de oro y plata un buen apero, el mejor que había en la estancia, y a juzgar por su elegancia no parecía lo que era, más cuando entraba en carrera, se oyó decir, más de un pillo: ¡doy doble contra sencillo! voy al zaino, aunque me muera. Pero dijo un comisario, que a mi zaino colorao me lo había envenenao un político contrario, y por hacer comentarios, solito y triste quedé... Y amigazo ya me ve, lamentando el parejero, he regalao el apero y desde entonces ando de a pie... | |
25/34 | La canción del ukelele Foxtrot | Conrad Dober con Adaptación al castellano de Adolfo Avilés | Conrad Dober con Adaptación al castellano de Adolfo Avilés | 1925 | 2902 2902-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Titulo original: Say it svith an uhel ele. Este fox trot fue popular en todo el mundo en los años '20 y su autor, el norteamericano Conrad Dober, "Con", era uno de los compositores populares más famosos de su país. El pianista, director y compositor porteño Adolfo Rafael Avilés, que además de tanguero era un gran jazzman, hizo la versión castellana que cantó su amigo Carlitos Gardel. | La canción del Ukelele Yo te oí tocar el ukelele y en tus blancas manos de marfil parecía que tuviera un alma y que pudiera llorar y reír, como lloran los que tienen penas y en silencio las deben sufrir. Y oyes en el ukelele una canción triste de dolor. Es mi corazón que en ella adora y que sufre por la pena de un amor. Vuelve hacia mí tus ojos y que pueda tus labios besar, mientras se oye, muy lejos y suave, una canción triste que llora al pasar. Muchas veces parece que el viento hacia mis oídos él me trae las dulces voces del intrumento, que en tus blancas manos conocí. Y mi corazón palpita ansioso como aquella tarde en que te oí. | |
25/35 | Flor de cardo Tango | Eugenio Cárdenas | Miguel Correa | 1925 | 2903 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este bonito tango, cantado de forma vibrante y sentida por el Zorzal Criollo, fue compuesto por el guitarrista y cantor de Lomas de Zamora Miguel Correa. Murió cuando aún no había cumplido 34 años. A pesar de su prematura desaparición, había tenido una trayectoria artística bastante intensa: integró un dúo con Vicente Spina y, poco después, directamente como acompañantes, secundaron ambos con sus guitarras a Rosita Quiroga y a Charlo en sus primera grabaciones. Solo como guitarrista y secundando a otros intérpretes, actuó en diversos locales y radios de Buenos Aires y también de Montevideo. De su obra como compositor perdura este tema, gracias a que Carlitos lo llevó al surco, con texto del poeta Eugenio Cárdenas. | FLOR DE CARDO ¿Te olvidás que fui el cantor que a tu ventana llegué, y de hinojos me postré cuando el calor sentí de un delirante amor? ¡Flor de cardo!, no vendrás a llenarme de ilusión. Ven que soy un pobre solitario, que lleva en su calvario sangrando el corazón. En las noches tan grises de mi vida, recuerdo las palabras de tus promesas mentidas que son puñales que en la sien por ti me clava tu desdén. Me inquietan los ruidos de tus pasos parece que me llamas quiero acercarme hasta ti y tu traición que me infama me envuelve entre sus sombras haciéndome morir. Ven que tanta soledad destroza mi juventud, pagaré tu ingratitud con el preciado don de saber perdonar. No condenes mi vivir al profundo delirar la noche triste marcha agobiadora, el alma, enferma llora tu ausencia sepulcral... Busco en mis angustias tus miradas el eco de tu risa, tu voz dulce apasionada, y el gran dolor de un despertar sin luz me acaba de matar. Quiero ver un cielo oscurecido sentirme agonizando para olvidar la maldad con que destrozaste mi alma y elevarme en los vientos de la fatalidad... Te olvidás que fui el cantor que a tu ventana llegué, y de hinojos me postré cuando el calor sentí de un delirante amor. ¡Flor de cardo!, no vendrás a llenarme de ilusión. Ven que soy un pobre solitario, que lleva en su calvario sangrando el corazón. | |
25/36 | El picaflor Tonada (Duo) | Alfredo Eusebio Gobbi | Alfredo Eusebio Gobbi | 1925 | 2962 2962-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Dúo Gardel-Razzano. Uno de los personajes más pintorescos y representativos de su época fue, sin duda, el uruguayo Alfredo Gobbi. Fue guitarrero, cantor, actor, bailarín, letrista y compositor. Lazos de profunda amistad lo unían a Gardel y Razzano. De la extensa obra de Gobbi, El picaflor es uno de los dos temas que grabó el célebre dúo. Otros los registró Gardel solo. | EL PICAFLOR Libando mieles sobre las rosas, y en mis jardines, soy picaflor, es la avecita más primorosa con sus alitas de tornasol... Avecita mía con que alegría te veo yo a ti, sobre tus colores cuál los amores que yo perdí... Siempre volando con alegría de rama en rama de flor en flor en mis adentros yo te decía, ésta es la imagen de mi ilusión... ¡Ay! avecita mía si ella te envía lleva esta flor, dile avecita bella que va con ella todo mi amor. Llegó la tarde que rauda avanza y el avecita no apareció, vuela y la imagen de mi esperanza que entre las sombras se sepultó... ¡Ay! avecita mía que has destrozado mi corazón y al irte te has llevado todo el ensueño de mi ilusión... | |
25/37 | Maniqui Tango | Enrique Dizeo | Carlos V. Geroni Flores | 1925 | 2963 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este tango es como una caricatura de ciertos personajes de alcurnia criolla. La música del mismo pertenece al extraordinario compositor porteño Carlos Vicente Geroni Flores, que también fue un brillante pianista, violinista y director de orquesta. El texto de Maniquí fue escrito por Enrique Dizeo, exitoso letrista del barrio de San Cristóbal. | MANIQUI Muchachito de abolengo, tirifilo engominado, aristócrata travieso, nene lindo y holgazán, con tu traje entalladito, elegante y bien planchado, con perdón de la palabra, sos un maniquí vivant. Los viernes, día de modas, en el hall de aquel cinema ensayas con todo esmero poses cursi artificial y con lánguidas miradas de gatito hecho una crema relojeás las damiselas de la gran vida social... Distinguido jovencito, niño bien, yo sé que te agrada mucho la música de Chopin, la poesía, que en fiestas interpretás es tan cándida y tan dulce que las chicas piden más... Todo un biscuit de vitrina es tu figura pulida de familias millonarias y alto rango descendés, si te abaraja un bohemio antes de irte de la vida, te hace una caricatura porque te la merecés... Muchachito de abolengo, tirifilo engominado, aristócrata travieso, bebé lindo y holgazán, con tu traje entalladito, elegante y bien planchado, con perdón de la palabra sos un maniquí vivant. Los viernes. dia de moda, en el hall de aquel cinema ensayas con todo esmero pose cursi artificial y con lánguidas miradas de gatito hecho una crema relojeás las damiselas de la gran vida social... | |
25/38 | Trapito Tango | Eugenio Cárdenas | José y Luis Servidio | 1925 | 2964 | Odeon Bs. As. | Acustica | Esta página, llena de tristeza y melancolía, fue musicalizada por esos hijos del porteño barrio de Villa Crespo que fueron los hermanos José y Luis Servidio, bandoneonistas y compositores muy destacados en su época. Los versos de trapito se deben al poeta y letrista Eugenio Cárdenas. Carlitos supo entonarlos con emoción. | TRAPITO Cuando en las horas de ansiosa calma, busca que su alma, tenga emoción, veo en tus ojos de desconsuelo los negros velos de tu mirar. Pasan las horas su paso lento triste y pensando tu porvenir lágrimas, claro, su sacrificio entre el bullicio del Tabarís. Se ve que en todo su pasado, la gloria de su lado muy pronto se alejó, se ve en su cara demacrada la huella de una pena que dice su dolor. Ya nadie al verla, piensa que llora, la fe ya perdida, de todo su amor, ya nadie sabe que su ternura, entro a la amargura, que nunca sucedió. Todos escuchan. dejó abatido hecho el gemido de su aflicción, pero ninguno ve que su llanto rompe el encanto, de su Ninón. En vano espera, paz y ventura, ya no fulgura su esplendidez... es flor marchita, flor deshojada, que hacia la nada va en su vejez. Sabe que ya no es más trapito, la bella pies chiquitos que amó con ciega fe todo el destino ha destrozado su amor lo más sagrado: su encanto de mujer. Como una rama que arrastra el viento la llevó el tormento con todo su ser, cuando la miro pienso en los días que ha sido alegría, en el Salón Dorée... | |
25/39 | ¡Hola… senorita! Shimmy | Raúl Doblas y Alberto T Weisbach | Antonio De Bassi | 1925 | Requested file could not be found (error code 404). Verify the file URL specified in the shortcode. | 2965 | Odeon Bs. As. | Acústica | Este shimmy fue compuesto para la revista ¿A París?... ¡Te lo regalo!, que se dio en el teatro Buenos Aires en 1925 por la compañía Muiño-Alippi, y que fue cantado por Carlos Marambio Catán. Sus autores fueron prestigiosas figuras del teatro nacional. La música de Hola... señorita se debe al pianista y compositor porteño Antonio De Bassi, quien además era muy amigo de Carlitos. El texto fue escrito por Raúl Pedro Doblas, autor porteño de comedias de mucho éxito y por su colega uruguayo Alberto Weisbach, quien diera a la escena magnificas obras. Narra Orlando del Greco en su estupendo libro Carlos Gardel y los autores de sus canciones que cuando falleció Weisbach en Montevideo, el 25 de setiembre de 1929, "Se hicieron presentes en su velatorio Carlos Gardel y José Razzano. Pasando su diestra por la frente inerte del amigo, Gardel lo despidió diciéndole: 'Sos bueno hasta para morirte'. Luego organizó una función de beneficio a la viuda en el teatro 18 de Julio." El presente tema es un fiel testimonio de la facilidad y naturalidad con que el gran cantor interpretaba otros ritmos. | HOLA... SEÑORITA Ayer, en un tranvía, he encontrado a Margot, quedamos en hablarnos, su número, me dió. Pero ya lo he olvidado, ¡qué cabeza mi Dios!... Voy a ver si consigo hablar con mi amor. ¡Holaa señorita! me quiere comunicar ¡Holaa! he perdido el número ¡Holaa! no puedo hablar... Si fuese usted más buenita me lo ayudaría a buscar, Margot es rubia, quiere mucho, mas datos no puedo dar... No puedo resignarme a perder la ocasión, de hablar de cosas lindas a solas, con mi amor. Y si pienso en el beso que ayer tarde me dió yo me prendo del tubo hasta hablar con mi amor... ¡Holaa señorita! ¿me quiere comunicar? ¡Holaa! he perdido el número ¡Holaa! no puedo hablar Si fuese usted más buenita me lo ayudaría a buscar... Margot es rubia, quiere mucho, mas datos no puedo dar... |
25/40 | Llora, corazón Vals (Duo) | Horacio Pettorossi | Horacio Pettorossi | 1925 | 3000 3000-1 | Odeon Bs. As. | Acústica | Dúo Gardel-Razzano. Esta bonita página pertenece a ese gran colaborador de Gardel que fue el gran guitarrista y compositor porteño Horacio Pettorossi. Carlitos la volvió a grabar en 1933 con el título de Angustias | LLORA, CORAZÓN Por no querer perdonarte, me está matando el dolor, y aunque mi rostro sonría estoy llorando de amor, estoy llorando de amor. Llora, llora corazón, llora si tienes porqué, que no es delito en el hombre llorar por una mujer, llorar por una mujer. Yo represento la playa y tú las olas del mar, vienes a mí, me acaricias, me besas luego y te vas, me besas luego y te vas. Llora, llora corazón, llora si tienes porqué, que no es delito en el hombre llorar por una mujer, llorar por una mujer. Tú me enseñaste a querer, también me enseñaste a amar, del tiempo, estoy aprendiendo. el consuelo de olvidar, el consuelo de olvidar. Llora, llora corazón, llora si tienes porqué, que no es delito en el hombre llorar por una mujer, llorar por una mujer. | |
25/41 | Volveme el cariño Vals | Atilio Supparo | Emilio Iribarne | 1925 | 3009 | Odeon Bs. As. | Acustica | Esta zamba de risueño contenido está firmada por dos orientales: el pianista y compositor Emilio Antonio Iribarne y el poeta, letrista, autor, director y actor de teatro y cine Atilio Supparo. Ambos fueron muy amigos de Carlitos, que interpretó muchas de sus obras. | VOLVEME EL CARIÑO Dicen que no me querís y que ya cambiaste amor. Por el amor hei venlo, y no me digas que no. Porque tu amor es el mío y tuyo mi corazón. Dicen que no me querís y que ya cambiaste amor. Como yo quiero a mi patria pido que mi quieras vos, como besé mi bandera al cumplir la conscripción. Así quiero que me cumplas tu juramento de amor, como yo quiero a mi patria, pido que mi quieras vos. No te olvides que un domingo en la iglesia me juraste que vos de naides serías, y Dios puede castigarte, volvé de nuevo a la iglesia, que yo quiero confesarme. No te olvides que un domingo en la iglesia me juraste... | |
25/42 | Acuarelita de arrabal Tango | José González Castill | Cátulo Castillo | 1925 | 3010 3010-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Como indica el título, este tango es una bella acuarela suburbana que cuenta, además, una conmovedora historia. Sus autores son nombres gloriosos de nuestra lírica ciudadana: José González Castillo y su hijo Cátulo Castillo. Carlitos imprimió a esta página toda la calidez y la emoción de su canto. | ACUARELITA DE ARRABAL Era un viejo zapatero, que vivía en un portal, y era una rubia vecinita, muy bonita y muy coqueta, que pasaba sin mirar. La rubia, por las mañanas, iba camino a su taller, y, frente al cuchitril, del viejo remendón era como un primor, rayo de sol. El pobre viejo, tras de la vidriera, viviendo alguna lejana ilusión, soñaba, al verla pasar por la acera, quién sabe qué loca quimera de amor. La rubia, un día, entró en la buhardilla y el pobrecito tembló de emoción, cuando a pretexto de atarle una hebilla la pierna torneada, su mano palpó... Y con sorpresa, ese dia, frente a su chiribitil, la gente, llena de emoción, se detenía, para escuchar la melodía de un violín. Era aquel zapatero, con religiosa devoción, su triste soledad, lloraba al triste son, de familiar canción sentimental. Desde esa tarde, su canto parece, con su incansable motivo chillón, la monocorde sonata de un grillo en el pentagrama de aquel callejón. Y según dicen, pensando en la rubia, el pobre viejo, detrás del portal, como una pierna, temblando, acaricia la caja del tosco violín fraternal... | |
25/43 | Silbando Tango | José González Castillo | Cátulo Castillo y Sebastián Piana | 1925 | 3011 3011-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | 0 | SILBANDO Una calle en Barracas al Sur una noche de verano, cuando el cielo es más azul y más dulzón el canto del barco italiano. Con su luz mortecina un farol, en la sombra parpadea y en un zaguán está un galán hablando con su amor. Y desde el fondo del Dock, gimiendo en lánguido lamento, el eco trae el acento, de un monótono acordeón, y cruza el cielo el aullido de algún perro vagabundo y un reo meditabundo va silbando una canción... Una calle... un farol... ella y él y llegando sigilosa, la sombra del hombre aquél, a quién infiel le fue una vez la ingrata moza... Un gemido y un grito mortal y, brillando entre la sombra, el relumbrón con que un facón da su tajo fatal... Y desde el fondo del Dock, gimiendo en lánguido lamento, el eco trae el acento, de un monótono acordeón... y al son que el fuelle rezonga y en el eco se prolonga, el alma de la milonga va diciendo su emoción... | |
25/44 | Por el llano Tango | Eugenio Cárdenas | Rafael Rossi | 1925 | 3012 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este hermoso tango de corte gauchesco, vibrantemente cantado por Carlitos, fue musicalizado por el bandoneonista, director y compositor de Mercedes, Rafael Rossi. Conviene recordar que este músico que fue tan popular, realizó sus primeros estudios en el arte del dios Orfeo con José De Caro, que fue nada menos que el padre de Julio y Francisco De Caro, dos figuras gloriosas y verdaderos renovadores denuestra música ciudadana. El texto pertenece al poeta Eugenio Cárdenas, quien tantas veces colaboró con Rossi. | POR EL LLANO A qué decirte aquella historia si al recordarla sé que me hará daño. Si ya se va perdiendo entre los años como mi ser cansado de vagar. Sabrás que mi alma idolatraba una mujer que, como vos tenía, en su mirar ardiente la alegría que borra el llanto de hondo pesar. Por su amor, era gaucho noble y leal, sin más leyes que el deber, que mi pingo y mi puñal. Ella fue de mis ansias la ambición, y por ella demostré, mis instintos de varón, cuando vi que en su cara hecha una flor, aquel gaucho torpe y cruel, su rebenque le cruzó. Y al mirar esa infamia comprendí, que jugaba con mi honor, y en iras me encendí... Maté, sabés, que fue peleando, de frente a frente, acero contra acero, que no temí perder todo mi cuero, en la jugada altiva del amor. Después, pasó muy poco tiempo, en que yo andaba errante por el llano, citando me habló en voz baja un buen paisano, y este secreto me reveló... Y al saber que del pago me alejé, agobiado de dolor, para nunca más volver. la mujer que fingía que me amó, olvidando mi querer, hasta el rancho abandonó. Pero así, desde entonces sin más luz en mis ojos, que el fulgor de mi muerta juventud, mi querer por el llano donde voy, comprobando en mi sufrir que un triste paria soy... Sabés, que aquella triste historia si al recordarla sé que me hará daño. Si ya se va perdiendo entre los años como mi ser cansado de vagar... Sabés que mi alma idolatraba una mujer que, como vos, tenía en su mirar ardiente la alegría que borra el llanto de hondo pesar... | |
25/45 | Canaveral Zamba (Duo) | Rafael Rossi | Rafael Rossi | 1925 | 3033 3033-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Dúo Gardel-Razzano. Esta zamba es la primera composición que de Rafael Rossi, el gran músico mercedario, grabó su amigo Carlos Gardel a dúo con José Razzano. | CAÑAVERAL Debajo de la enramada un gaucho con gran fervor cantando en dulce guitarra con triste acento su gran dolor. Y al cañaveral tupido en muy sentida canción, con lágrimas en sus ojos de esta manera triste le habló... Cañaveral decile así: que estoy llorando, su ausencia aquí desde aquel día que la perdí, cañaveral por ella llora todo mi mal. Decile que arrepentido de lo que la maltraté, que estoy; porque ya he sabido, que una sospecha, tan solo fue. Decile que me perdone, porque tanto la ofendí, porque lejos de su lado celo horrible viven en mi. Cañaveral si tú la ves decile pronto, que mi querer se va muriendo de padecer, cañaveral estoy llorando por tanto, mal... | |
25/46 | Mentiras Tango | Francisco García Jiménez | Luis Minervini | 1925 | 3034 3034-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | El porteño Luis Minervini tuvo una interesante trayectoria dentro del tango. Primero fue guitarrista y más tarde se hizo bandoneonista bajo la tutela de Juan Canaro, su maestro. Sus composiciones no trascendieron, exceptuando este tema que le grabó su amigo Gardel. El texto fue escrito por el consagrado poeta Francisco García Jiménez. Carlitos hizo de esta pága una notable interpretación. | MENTIRAS Sueños acariciantes y deslumbrantes, horas felices, mejores días, quejas del mundo de antes, algunas grises melancolías... Lágrimas que rodaron de lindos ojos y labios rojos que me besaron, promesas y juramentos ¿adónde está? a donde está la verdad... Todas son mentiras, llenas de impiedad, alma tú suspiras, por una verdad... Máscara celeste, triste carnaval, besos, ternuras y sonrisas mentiras, tras mentiras, que vienen y se van. Brazos que entrelazaron mis desconsuelos pidiendo cielo de amor eterno pronto me abandonaron entre los hielos de un cruel invierno. Una dicha a mi destino, tendió su alfombra, mas como vino, se fue en la sombra y hoy al final del camino ¿adónde está? a donde está la verdad... Todas son mentiras, llenas de impiedad, alma tú suspiras, por una verdad... Máscara celeste, triste carnaval, besos, ternuras con sonrisas mentiras, tras mentiras, que vienen y se van... | |
25/47 | Pobre munequita Tango | Atilio Supparo | Emilio Iribarne, Víctor Troysi y Emilio Sola | 1925 | 3035 | Odeon Bs. As. | Acustica | Esta bonita y doliente página lleva música de tres diferentes compositores. Fueron ellos el pianista uruguayo Emilio Antonio Iribarne, el pianista porteño Víctor Troysi (muy conocido como "Rey de los Boston") y el guitarrista y cantor, también bonaerense, Emilio Sola. Este último, según él mismo narraba, hubo de acompañar a Gardel en sus actuaciones y giras cuando se separó de José Ricardo, pero no lo hizo por razones familiares; aseguraba que fue él quien recomendó a Carlitos que contactara a Rivero!. El destino quiso que así, con los años, se salvara de la tragedia de Medellín. El texto de Pobre muñe quita pertenece al poeta montevideano Atilio Supparo, hombre muy vinculado al teatro y al cine nacional, donde ofició como autor, director y autor. El Morocho del Abasto interpretó muy sentidamente este tango. | POBRE MUÑEQUITA Una noche, ya muy tarde, una noche de desvelo... sentí en la pieza vecina, varias frases de dolor... Era la voz de una niña, que en algo así, como un rezo, entregando sus suspiros, sollozaba esta oración: Ya se ha roto la muñeca que tornaba sus ojitos, cuando yo le tarareaba dulcemente el arrorró... Ya se ha roto y los pedazos, me llevaron el cariño de la amiga de la infancia que una hermana me quitó Ya se ha roto la muñeca, que mi madre que está en Gloria, me dejara entre mis brazos, con un beso y un adiós... Ya voy madre a darte un beso, rota llevo, la muñeca, pero guardo los pedazos, tal vez la componga Dios... Y un recuerdo me dió vida, y ese recuerdo se ha ido, si ya no veo en tus ojos, la santa que el ser me dió... ¡Tierra! sepulta mi cuerpo que lo que alma yo te brindo, ya voy madre a darte un besó, tu recuerdo me dolió... Ya se ha roto la muñeca, que mi madre que está en Gloria, me dejara entre mis brazos, con un beso y un adiós... Ya voy madre a darte un beso, rota llevo, la muñeca, pero guardo los pedazos, tal vez la componga Dios... | |
25/48 | ¡Oh, penas mias! Tango | Manuel Cuesta Silva | Manuel Cuesta Silva | 1925 | 3049 | Odeon Bs. As. | Acústica | Manuel Cuesta Silva era un destacado médico bonaerense, verdadero apasionado de nuestra música ciudadana. Pianista y compositor aficionadlo, estaba muy vinculado a la gente de tango, entre otros, al propio Gardel que le grabó este tango | ¡OH!, PENAS MIAS ¡Oh! penas mías... de amor, crueles penas, que en el tiempo se agigantan y en los acordes de mi viola cantan, cantan y lloran como el ruiseñor, lloran la luz excelsa de sus ojos para siempre ya perdida cantan borrachos de dolor la herida que cruel destino en mí dejó... Mujercita bella y buena, la noche que tus cabellos no es más negra que mi pena y en las sombras de mi cielo y en la triste soledad de mi alma como de una muñeca deshecha llega la luz de tus ojos a encender mi gran dolor... ¡Oh! penas mías, de amor, crueles penas, que en el tiempo se agigantan y en los acordes de mi viola cantan, cantan y lloran como el ruiseñor lloren la luz excelsa de sus ojos para siempre ya perdida cantan borrachos de dolor la herida que cruel destino en mí dejó... ¡Cuán pobre juventud querida! que agonizas poco a poco por un amor imposible por un amor, otro loco, y al pensar que nunca serás mía tuyo es el recuerdo más erguido y en la sombra de mi vida, llevo oculto mi dolor... | |
25/49 | Cicatrices Tango | Enrique Maroni | Adolfo Avilés | 1925 | 3050 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este terna es un clásico del género; Carlitos hizo del mismo una singular creación. Fue musicalizado por Adolfo Avilés, quien fuera pianista, compositor, director y comentarista de cine en distintas radios y revistas de Buenos Aires, su ciudad natal. Gardel grabó varias de sus obras; se habían hecho amigos en la Asociación Cristiana de Jóvenes en 1919, cuando Avilés era profesor de gimnasia y El Mago asistía a los cursos para adelgazar al ritmo del piano. El texto de este tango fue escrito por el gran poeta, autor teatral y periodista porteño Enrique Pedro Maroni. | CICATRICES Cicatrices, incurables de una herida que me ha causado la vida en su triste batallar... Cicatrices, que ya no se cierran nunca porque llevan siempre trunca la esperanza de curar... La quería inmensamente pero ella fue perjura y llenó de honda amargura y de pena mi ilusión. Es por eso que ahora vivo siempre a golpes con la suerte y solo quiero la muerte para mi angustiado y pobre corazón... En la cara también luzco con orgullo un recuerdo que es muy tuyo y que llevo por mi mal. Un recuerdo que me hicieron en tu nombre cuando yo jugué como hombre con la vida del rival. Cicatrices imborrables de un tormentoso pasado que la suerte me ha brindado y que nunca olvidaré. Cicatrices de mi vida que aunque no tienen encanto yo las quiero tanto y tanto que jamás, jamás, ya nunca olvidaré. | |
25/50 | Langosta Tango | Juan Andrés Bruno | Juan de Dios Filiberto | 1925 | 3072 3072-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este pintoresco tango es toda una postal del suburbio en aquellos años... Sus notas fueron compuestas por Juan de Dios Filiberto, uno de los músicos más representativos de Buenos Aires. El texto de Langosta fue escrito por Juan Andrés Bruno, prestigioso autor de teatro y de radio. Gardel le pone el broche de su voz. | LANGOSTA Una noche muy cruda de invierno a Langosta lo vieron pasar, con un traje marrón entallado y una vaga tristeza al mirar. Con el pucho apagado en la boca recostóse en la esquina a pensar, en quien sabe qué cosa tan loca, que a veces los chicos lo vieron llorar. Las viejas decían son cosas de amor que tarde o temprano se habrán de saber y cuentan que un día lo vieron volver diciendo borracho, con hondo dolor: ¡tal vez algún día terminen de hablar!... que para ese ejemplo me tengo yo fe, ya tengo el remedio que no ha de fallar, dio un beso al cuchillo y cantando se fue. Que soy malo, murmura la gente, que a llamarme Langosta llegó, que jamás me encontraron sonriente, y que miro con rabia y rencor. Ya no puedo mirar de otro modo ni es posible esconder lo que soy, desgraciarme no quiero del todo por eso me callo, suspiro y me voy. Las viejas decían son cosas de amor que tarde o temprano se habrán de saber y cuentan que un día lo vieron volver diciendo borracho, con hondo dolor: ¡tal vez algún día terminen de hablar!... que para ese ejemplo me tengo yo fe, ya tengo el remedio que no ha de fallar, dio un beso al cuchillo y cantando se fue. Una noche después de algún tiempo, a Langosta lo vieron venir con un brillo fugaz en los ojos y una mueca feroz al reír. Al llegar en la esquina en que siempre recostóse el malevo a pensar arrojando a la calle el cuchillo besando un retrato se puso a llorar... | |
25/51 | Soñando Tango | Eugenio Cárdenas | Paquita Bernardo | 1925 | 3073 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este hermoso tango soberbiamente interpretado por Gardel, fue compuesto por Paquita Bernardo, bandoneonista y directora nacida en el barrio de Villa Crespo, cuya vida se truncó cuando aún no había cumplido 25 años. De jovencita sus padres la mandaron a estudiar piano al conservatorio de la profesora Catalina Torres. Allí descubrió el bandoneón de José Servidio y nació su amor por ese instrumento que empezó a dominar en la más estricta reserva, valiéndose del método de Augusto P. Berto. Con el tiempo se fue incorporando a distintos grupos y en 1921 debutó con su propio conjunto en el bar Domínguez que, entre otros, tenía en sus filas nada menos que a Osvaldo Pugliese y Elvino Vardaro. En 1924, cuando se realizó el primer concurso de tango organizado por la casa Max Glúcksmann en el teatro Gran Splendid, Soñando fue el único tango bisado por el público. Ante las protestas de Roberto Firpo que con su orquesta tenía que ejecutar todos los temas que se habían seleccionado, replicó Gardel así: "Maestro, el público es soberano. Hay que tener en cuenta que Paquita es la única mujer que ha dominado al taura del bandoneón." Carlitos quedó "copado" por este tema y fue así que su incondicional amigo y colaborador Eugenio Cárdenas le puso texto y por cierto que es uno de los más logrados e inspirados de su cosecha, cargado de fuerza y lirismo. Parece que estuviera dedicado a la propia Paquita, que murió por entonces. | SOÑANDO Dulce vivir feliz de mis amores, suave esperanza, rayo de calma, como se va perdiendo en un suspiro, con sus dolores, toda mi alma. Era tu amor muy cálido y ardiente, era un torrente murmurador, y era tu voz ternura indefinida, arrullo y vida, del corazón. Ya no estás junto a mi lado, ya ni te veo siquiera, y en tu negra cabellera, puedo mi beso dejar... Se fueron mis alegrías se acabaron tus encantos y hoy siento, al llorarte tanto, que me consume el pesar. Soñando, siempre soñando, con tu divina hermosura, mi vida se va acabando por una eterna amargura. Y es tan fatal mi desgracia, ¡qué solo te sé llorar!... Miro en mi cuarto tan pobre, el retrato que me dieras, y al contemplarlo quisiera que mi alma viviese en él, para que también llorase, por tu destino tan cruel... Tu juventud fue como un débil lirio que arrastró el viento de la inclemencia así cayó de un golpe tu existencia, como en mi alma tan cruel martirio. Y este dolor, que llevo tan profundo me hunde en el mundo de mi sufrir siento mi ser cayendo sin segundo y al evocarte, creo morir... | |
25/52 | Tus violetas Tango | Guillermo Barbieri | Guillermo Barbieri | 1925 | 3074 3074-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este romántico y bello tema es fruto de la inspiración del guitarrista y compositor Guillermo Desiderio Barbieri. Tal vez por el hecho de haber estado tantos años junto a Gardel, éste le registró más páginas que a ningún otro músico. | TUS VIOLETAS Como un recuerdo, de tus amores, estas violetas conservaré, porque tu vida, como estas flores, llenan a mi alma de amor y fe... Voy a guardarlas, como un tesoro, porque ellas tienen, de tu pasión, besos sublimes, besos que adoro, porque me llegan al corazón... Junto al retrato que tú me dieras paso las noches pensando en ti, como si al sueño se apareciera tu amado rostro, cerca de mí, si tu supieras, con que ternura, busco en mis horas de soledad, toda la gracia, de tu hermosura, todo el arrullo, de tu bondad. Son tus violetas, frescas y suaves como las brisas, de un dia azul, flores fragantes, donde las aves, alzan un canto de juventud, cuando recuerdo que tu fragancia, me hace dichoso, me hace feliz, pienso en que toda nuestra distancia, mi alma se acerca con gozo a ti. Mujer divina, mujer amada, en tu suspiro quiero llegar hasta tu alcoba de enamorada, donde cien veces llegué a cantar. Estas violetas de rica esencia, junto a mi lado no morirán, como no mueren, nunca en la ausencia, mis tiernas frases, que a verte van... | |
25/53 | Tango porteño Tango | Manuel Romero | Francisco Pracánico | 1925 | 3151 | Odeon Bs. As. | Acustica | Las notas de este tango fueron compuestas por un músico de enjundia: Francisco Pancho Pracánico, pianista y director nacido en San Fernando, que tantos éxitos le diera al género a lo largo de su carrera. El texto del mismo se debe a otro grande de la farandula porteña: el letrista, autor teatral, cineasta y, sobre todo, gran periodista Manuel Romero, tan cercano a Gardel. | TANGO PORTEÑO Tango porteño, tango divino, tu melodía es mi obsesión, tango porteño, con tu dulzura, se envenenó mi corazón. Y he de llevarte, siempre conmigo como un recuerdo, de este país y he de cantarte, tango porteño, allá en la noches, de mi París. Nunca podré olvidarte tango porteño, dulce gotán, cuando te encuentre allá en mi patria dentro de mi alma cantará, nunca podré olvidarte, tango querido, del arrabal, y allá en Montmartre tu melodía, por todas partes me seguirá. Tango porteño. tango divino, tu melodía es mi obsesión, tango porteño, con tu dulzura, se envenenó mi corazón. Y he de llevarte, siempre conmigo como un recuerdo, de este país y he de cantarte, tango porteño, allá en la noches, de mi París... | |
25/54 | Por ella Tango | Juan A. Caruso | Luis Teisseire | 1925 | 3152 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este tema, muy popular en un tiempo, narra una sórdida historia de malevos que es de permanente actualidad. Fue musicalizado por el flautista, director y compositor Luis Teisseire, quien fuera un gran baluarte en la consolidación de nuestro tango. Este porteño de la Guardia vieja dejó muchas obras de envergadura de las cuales grabó varias su amigo Gardel. La presente página lleva versos de Juan Andrés Caruso, letrista y autor teatral nacido en la ciudad de La Plata, también estrechamente vinculado al gran cantor. | POR ELLA Cuentan que allá, por el bajo, reinaba entre el malevaje una mujer de un coraje y hermosura sin igual; era orgullosa, altanera, y que a todos despreciaba, y por ella se trenzaban los taitas del arrabal. Pero había dos malevos, que igualmente la querían, y los dos la perseguían firmes y sin desmayar. Mas, la moza contestaba con mentiras bien pensadas, y a los dos hombres les decía que ella al fin se quedaría, con aquel que más hombría, le supiera demostrar. Hasta que al fin una noche, los rivales se encontraron y ahí mismo se desafiaron delante de la mujer y tras de terrible lucha la mina vio que caía de los dos al que quería, rodando muerto a sus pies. Dicen que al otro malevo le costó muy caro el duelo, y con hondo desconsuelo fue larga pena a cumplir. Pero antes, a la veleta, por falaz y por coqueta pa que siempre se acordara, le marcó en forma tan clara, que va ostentando en la cara, una roja cicatriz... Cuentan que allá por el bajo reinaba entre el malevaje. una mujer de un coraje y hermosura sin igual que era orgullosa, altanera, y que a todos despreciaba, y por ella se trenzaban los taitas del arrabal. | |
25/55 | Callecita de mi barrio Tango | Enrique Maroni | Alberto Laporte y Otello Gasparini | 1925 | 3153 3153-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Las notas de este bonito tango, que en su tiempo fue un notable suceso, fueron compuestas por dos prestigiosos violinistas del género: el bonaerense Alberto Nicolás Laporte y el italiano Otello Gasparini, quien llegó de niño a nuestros pagos. El texto del mismo fue escrito por un grande de los versos tangueros: Enrique Pedro Maroni. | CALLECITA DE MI BARRIO Callecita de mi barrio, cortada de mis amores, donde en épocas mejores fue la alegría, mi único ideal. Hoy que vivo entre bacanes y ando a golpes con la suerte, he vuelto aquí para verte, cortada mía, del arrabal. ¡Cuántas veces en mis noches!, de tangos y copetines recordó la vida mía de tiempos en que vivía sin penas que chamuyar y aunque estaba entre riquezas una noche de tristezas me convidaba a llorar... Las guitarras de los payadores vuelcan todo su amor en las rejas y en las casas del barrio, tan viejas. hay un soplo de honda emoción. Yo a la luz del farol, compañero. adivino en las sombras calladas un rumor de caricias robadas que llenan de ensueños a mi corazón... Callecita de mi barrio, para todos siempre amiga, la luz del centro me obliga a dejarte, para mi mal; pero antes de la partida y al campanearte serena me voy llorando la pena ¡cortada mía! del arrabal... | |
25/56 | Mi ambición Vals (Duo) | Cristino Tapia | Cristino Tapia | 1925 | 3169 | Odeon Bs. As. | Acustica | Dúo Gardel-Razzano. Este hermoso vals, registrado por Gardel y Razzano, es una de las tantas páginas del magnífico cantor y compositor cordobés Cristino Tapia, tan allegado a Carlitos y a Pepe, el Oriental. | MI AMBICIÓN Yo ambicionaba un paraíso para ti, tú eres un ángel que merece estar ahí, yo ambicionaba una gran gloria entre los dos para vivir eternamente nuestro amor. Te llevaré a un rinconcito muy lejano donde no llegue ni la sombra de un dolor. Hay en la selva del confín pampeano donde tiene su trono el ruiseñor. Vuela, gentil mariposa, que alegre juegas de flor en flor, libando de entre las rosas, la esencia de nuestro amor. Vuela gentil portadora, de mi sentida canción en busca de nueva aurora que mitiguen mi dolor... Y jamás quisiera que la gloria de mi sueño, no las tuviera jamás ningún bendito: una mujer que en su mirar risueño lleva en sí, la placidez del infinito. Y en este nido de belleza y primores, te adoraré con el fervor de mi ilusión, como se adoran en sus nidos seductores, los zorzales, las alondras y el gorrión... Vuela, gentil mariposa, que alegre juegas de flor en flor, libando de entre las rosas, la esencia de nuestro amor. Vuela gentil portadora, de mi sentida canción en busca de nueva aurora que mitiguen mi dolor... | |
25/57 | Entra nomas Tango | Francisco Bastardi | Juan Rezzano | 1925 | 3170 3170-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Las notas de este popular tango se deben a Juan Bautista Domingo Rezzano, músico nacido en Génova, Italia, criado y formado en la ciudad de Campana, provincia de Buenos Aires. Dominaba varios instrumentos pero, fundamentalmente, realizó su trayectoria como director y bandoneonista. Como compositor dejó un buen número de obras pero, sin lugar a dudas, han quedado para la mejor historia del género los dos ternas que le grabó Gardel: Duelo criollo y el presente Entró noinós. Esta página tiene texto del autor y actor teatral porteño Francisco Antonio Bastardi, figura muy prestigiosa en sus tiempos. | ENTRA NOMAS Entra nomás, ya que has vuelto, no tengas miedo a la biaba, si yo tranquilo esperaba que volvieras otra vez. Y aunque tuviste el coraje de abandonar nuestro hijito, entrá que está el pobrecito, deseando que lo besés... Cuantas veces, inocente, por su mama preguntaba y con dolor lo engañaba para no verlo llorar... Diciendo que te habías ido a comprarle unos juguetes pa dar bronca a los purretes cuando lo vieran jugar... Y aquel mal amigo, con quién te fugaste, por quién me dejaste para ir a rodar, te ha dado la prueba de su cobardía, dejándote un día sin nombre ni hogar... Entrá nomás... no te achiques si ya estoy casi vengado pues en tu mismo pecado, la penitencia llevás... Pero de hoy en adelante si en mi techo te cobijo serás la madre de mi hijo, pero mi mujer... ¡jamás!... | |
25/58 | Sonsa Tango | Emilio Fresedo | Raúl de los Hoyos | 1925 | 3171 3171-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Curiosamente, este tema que fue registrado en Buenos Aires por Carlitos no se editó en esta ciudad hasta muchos años después, cuando salió publicado en el long play LDS 822; sin embargo había sido editado en Brasil y en España. Es en verdad un hermoso tango, del cual la protagonista es una mujer que deja todo en aras de su amor. Sus autores, Raúl de los Hoyos y Emilio Fresedo. | SONSA Así cantó una mujer lo que su almita sintió, así cantaba su amor, para explicar su querer y con la intensa emoción, de un amor sentimental, puso en su voz de zorzal, esta canción... Tengo un amor que me enloquece y es de mi vida mi única ilusión, de su cariño, me siento tan avara, que en cofre de oro, lo guarda el corazón. Es como el sol que al despuntar, llega a los nidos para hacer cantar. Si entre sus brazos, me siento aprisionada, el mundo entero, me atrevo a despreciar. ¡Sonsa! me dijeron mis amigas, piensa que ese amor, te perderá. Recuerda que tu vida será pobre, y que no tendrás ni un cobre, pa'gastarlo en un vestido y lucirlo en un collar... Dejé el chalet, dejé el bulldog, y el auto regio, todo de un color, por seguir, loca, al hombre que yo quiero, que con un gesto, robó mi corazón. Lejos con él, quiero vivir, con mi tapera, sola en el lugar... Y una tapera, a la luz de las estrellas, de noche es plata, y oro al despertar. ¡Sonsa!, no tendrás la voiturette, todo ese encanto, morirá, y piensa que tu vida será pobre que ese amor, te ha trastornado, y por él has despreciado tu mayor felicidad. | |
25/59 | Milonguera Tango | José María Aguilar | José María Aguilar | 1925 | 3217 | Odeon Bs. As. | Acustica | Esta bella página es otro ejemplo del talento creador (le El Indio Aguilar. Milonguera se convirtió, y sigue siendo, un clásico gardeliano. | MILONGUERA Milonguera, de melena recortada, que ahora te exhibes en el Pigall... no recuerdas tu cabeza alocada, por cabellos relucientes sin igual, acordáte, que tu mama acariciaba, con sus manos pequeñitas de mujer, tu cabeza de muchachita alocada, que soñaba con grandezas y placer. Una noche, te fugaste del hogar que te cuidó, y a la vieja abandonaste que en la vida te adoró, en busca de los amores y para buscar placeres fuiste con otras mujeres al lugar de los dolores. Milonguera, de melena recortada, que antes tenía hogar feliz, no recuerdas a tu viejita amargada que ignora todavía tu desliz. Acordáte de aquel novio enamorado, que luchaba por formarte un buen hogar. y que tímido, feliz y más confiado colocaba tu recuerdo en un altar. Ahora sola, abandonada, en las alas del placer, vas dejando acongojada tus ensueños de mujer. De tus trenzas en la historia ni unas hebras quedarán que perduren tu memoria a los que te llorarán... Milonguera, de melena recortada, que ahora te exhibes en el Pigall... no recuerda tu cabeza coronada, por cabellos relucientes sin igual. Acordate, que tu mama acariciaba, con sus manos pequeñitas de mujer, tu cabeza de muchachita alocada, que soñaba con grandezas y placer... | |
25/60 | Muchachita de Montmartre Tango | José Antonio Saldías | Osvaldo Fresedo | 1925 | 3218 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este tango romántico, enmarcado en el París de los años '20, fue compuesto por el maestro Osvaldo Fresedo, una de las figuras cumbres de nuestra música ciudadana, cuando aún se lo conocía como el Pibe de La Paternal. El texto se debe a José Antonio Saldías, nacido en Buenos Aires, que fue un destacado periodista, escritor y autor teatral. Además, fue director del Instituto de Estudios de Teatro y del Museo del Teatro. Realizó también una importante labor dentro de la Sociedad General de Autores de la Argentina (Argentores). Carlos Gardel, con su interpretación, realza los motivos y argumentos de este tema. | MUCHACHITA DE MONTMARTRE Era una noche de tristeza, cuando mi alma, tuvo la dulce sensación de tu ternura. Mi pobre espíritu ansiaba hallar la calma, en el romance de una esperanza. Y quiso así mi buena estrella que al hallarte, mucha tristeza, vos pasearas por Montmartre, fue entonces, cuando ardió en mi pobre corazón la llama de ilusión. Muchachita de Montmartre, como olvidarte de esta herida, yo no dejo de adorarte, aunque me pagues con tu olvido, aunque muy lejos te encuentres, querida, siempre serás la obsesión de mi vida, muchachita de Montmartre en mi corazón va mi canción. Gran compañera de mis noches de aventura con el calor consolador de tiernos besos se siente hermoso madrigal entre locuras y parisina, noche divina hoy sigue siendo amante mía, cuando en sueño, acariciando la ilusión de ser tu dueño, así serás un buen recuerdo en mi dolor por tu lejano amor. Muchachita de Montmartre, como olvidarte de esta herida, yo no dejo de adorarte, aunque me pagues con tu olvido, aunque muy lejos te encuentre, querida, siempre serás la obsesión de mi vida, muchachita de Montmartre en mi corazón va mi canción... | |
25/61 | Una noche en 'El Garron' Tango | Luis Pierotti (Garros Pe) | Manuel Pizarro | 1925 | 3219 | Odeon Bs. As. | Acustica | El bandoneonista, director y compositor Luis Pizarro fue quizá la figura que más difundió nuestro tango en el Viejo Continente. En París, donde tenía su cuartel general, regentó varios locales nocturnos, entre ellos El Garrón, al que alude el presente tema que musicalizara él mismo. El texto Fue escrito por el empresario y letrista Luis Gaspar Pierotti, quien firmaba sus obras bajo el seudónimo de Luis Garros Pe. Fue a través de él que Carlitos debutó en París. | UNA NOCHE EN "EL GARRON" Una milonga francesa que conocí en El Garrón al compás de un tango reo cautivó mi corazón. Me engrupió de tal manera también me supo engañar que a la pobre milonguera tal vez la pude olvidar. Me hizo creer que me quería, mucho de mí se burló hasta que un maldito día con un cafiolo piantó. Se enamoró locamente del canalla tiburón, que la maltrataba siempre sin ninguna compasión. Empezaste a tratarte con bacanes alternando con mishes y niños bien recorriste los mejores restorantes haciendo la milonga de gran tren. Te sonrió la fortuna alegremente mucho vento le ganaste para él enviciaste y rodaste pobremente acabando en la miseria por ser cruel. Ahora te queda el recuerdo de los giles que afanaste del tipo que no fue lerdo en los tiempos que triunfaste. La copa te ha vuelto loca, tu amigo ya se piantó pobre milonga francesa, la conocí en El Garrón... Ya no sos la mujer que soñé un dia, transformarte en una de esas midinette, ahora pagás todo el mal que vos me hacías siendo rea, pelandruna y virgoneza. Ya los hombres no te miran ni te quieren ni encontraste un bacanazo pa engrupir tus amigos te desprecian y te hieren para hacerte, el rigor mejor sentir. | |
25/62 | Porteña del rosedal Tango | Alfredo Pelaia | Alfredo Pelaia | 1925 | 3237 | Odeon Bs. As. | Acustica | Dúo Gardel-Razzano. Esta bonita zamba pertenece enteramente a un gran cultor de la música criolla que se llamó Alfredo Pelaia. Habia nacido en Italia, pero siendo aún niño llegó a Argentina con sus padres y, con ellos, se radicó en Mendoza. Con el tiempo se convirtió en un auténtico intérprete y compositor de las cosas del terruño y en Buenos Aires consolidó su prestigio. Compartió escenarios y festivales con Gardel y Razzano, donde estrecharon vínculos de simpatía y amistad. Éstos grabaron algunas de sus páginas. | PORTEÑA DEL ROSEDAL Hay un jardín en mi tierra, que es un amor de delicias porteñita del Rosedal. Con más rosales y rosas que en tu boquita caricias, nido de amor sin igual. Risas y perfumes del jardín florido, recuerdos de amores, recuerdos de olvidos, que nos llenan de esperanza y nos llenan de pesar... ¡Porteña del Rosedal!... Divino jardín porteño que te llaman Rosedal nido de amor sin igual donde las chicas dan besos como rosas del rosal, ¡Porteñita del Rosedal!... Risas y perfumes del jardín florido, recuerdos de amores, recuerdos de olvidos, que nos llenan de esperanza y nos llenan de pesar... ¡Porteña del Rosedal!... Porteñitas... porteñitas... hermosas y tentadoras, Porteñitas del Rosedal, como las rosas rosadas y puras como la aurora, nidos de amor sin igual... Risas y perfumes del jardín florido, recuerdos de amores, recuerdos de olvidos, que nos llenan de esperanza y nos llenan de pesar... ¡Porteña del Rosedal!... | |
25/63 | El anillo Zamba | Ambrosio Río y Francis Martolli | Ambrosio Río y Francis Martolli | 1925 | 3238 | Odeon Bs. As. | Acustica | Se especula con que Gardel trajo esta melodía de Europa, y que era obra del compositor belga Francis Martolli quien, por entonces, era un famoso trompetista de jazz y director de orquesta. El gran cantor se la pasó a su amigo, el célebre payador Ambrosio Río, que le puso texto y la adaptó con el ritmo y las cadencias de una zamba; una operación extraña con frutos muy positivos. | EL ANILLO Luzco en mi dedo un anillo, que quiero como a tesoro, sin más lujo que ser de oro tal vez, de poco valor... Y lo aprecio francamente como una sagrada ofrenda porque me la dio mi prenda cuando me juró su amor... Y tiene dos iniciales, mi nombre y el nombre de ella, un corazón y una estrella del cielo de mi pasión... Y cuando de ella me alejo, veo en la estrella grabada, la imagen de mi adorada, abrazando al corazón... Es el anillo en mi vida, dulce recuerdo de gloria y de mi amorosa historia único testigo fiel... Y le tengo tal cariño por ser de mi compañera que el día que yo me muera iré a la tumba con él... | |
25/64 | Ave cantora Tango | Eugenio Cárdenas | Rafael Rossi | 1925 | 3275 | Odeon Bs. As. | Acustica | Esta es otra de las tantas páginas que compartieron esos constantes colaboradores y amigos de Gardel que fueron el bandoneonista, director y compositor Rafael Rossi y el poeta y letrista Eugenio Cárdenas. Carlitos entonó este tango con su característica entrega y emoción. | AVE CANTORA Junto a mi ventanal no vengas a cantar, porque un perdido amor me ha desolado y si me ves sufrir no te acerques a mí, porque me harás vivir enamorado... Cantorcita de mi vida, cuánto te siento por tu dulzura mi pensamiento, ensayando mis cantares, vuelca a millares sublimes notas dulces de amor. Avecita cantora al trinar es de tu voz que corto el anhelar del amor que en mi pecho murió lo mismo que una flor que lleva el vendaval. Mi cariño fue aquella mujer que en la vida cantó para mí y en sus goces de arrullos oí y alzaba su canción lo mismo que un zorzal... La dicha deshojé con la profunda fe que puse en el querer de un grande anhelo y nunca iba a pensar que pudiera llorar cuando la vi volar como ave al cielo. Avecita encantadora que entre las flores como yo, un día, buscan amores volando por los caminos deja su trino porque algún día pasa mi bien. Avecita cantora al trinar es de tu voz que corto el anhelar del amor que en mi pecho murió lo mismo que una flor que lleva el vendaval. Mi cariño era aquella mujer que en la vida cantó para mí y en sus goces de arrullos oí que alzaba su canción lo mismo que el zorzal... | |
25/65 | Fea Tango | Alfredo Navarrine | Horacio Pettorossi | 1925 | 3276 | Odeon Bs. As. | Acustica | Primera versión. Este tango de tintes melodramáticos fue un gran suceso en su tiempo y se hizo popular entre las damas, que se sintieron no aludidas. La historia que narra, no obstante el tiempo transcurrido, se repite a veces. Sus autores, ambos guitarristas y cantores, fueron figuras que siempre han estado muy próximas a Gardel; a ellos nos hemos referido con frecuencia en varios comentarios. Carlitos cantó este tema con hondo sentimiento. | FEA Procurando que el mundo no la vea ahí va la pobre fea camino del taller. Y a su paso, cual todas las mañanas las burlas inhumanas la hieren por doquier. Cuando alguno, le dice una torpeza, inclina la cabeza, transida de dolor. Y piensa, con amargo desencanto, ¿por qué se reirán tanto de mi fealdad? ¡Señor!... Una noche su viejita en el cuarto, llorando la encontró, y la fea, ¡pobrecita! la tragedia de su alma le confió. Aquel hombre que debía conducirla muy pronto ante el altar, con su amiga Rosalía, la que ella más quería, se acaba de casar... Cada vez que la llevan a una fiesta en procura de olvido y distracción, con el último acorde de la orquesta en su alma agoniza una ilusión... Sus amigas ya todas se han casado, sólo ella está huérfana de amor... ¡pobre fea! ayer le han encargado el ajuar de su hermanita, la menor... En plena juventud ya estaba vieja, nunca exhaló una queja, al ver tanta maldad, soportando en su alma sola y mustia como una flor de angustia, la cruz de su fealdad. Para todos tenía una sonrisa, fue noble, fue sumisa, su drama nadie vio. Pero fue tan pesada su cadena, tan grande fue su pena, que anoche... ¡se mató! | |
25/66 | Idilio Campero Tango | Guillermo Barbieri | Guillermo Barbieri | 1925 | 3277 | Odeon Bs. As. | Acustica | Este pintoresco tango, de corte romántico y gauchesco, pertenece enteramente a Guillermo Desiderio Barbieri, el incondicional amigo y colaborador del gran cantor. Carlitos lo cantó con cálido acento. | 0 | |
25/67 | Adios para siempre Tango | Alberto Vacarezza | Antonio Scatasso | 1925 | 3278 | Odeon Bs. As. | Acustica | Dos baluartes de la música y la escena rioplatense son los autores de este tango: Antonio Scatasso, bandoneonista, director y compositor oriundo de Nápoles, Italia; y Alberto Vacarezza, autor teatral nacido en el porteño barrio de Almagro. Carlitos interpretó sentidamente, y con honda convicción, esta página. | ADIOS PARA SIEMPRE Adiós para siempre, mujer de mis sueños, que ya de mi tierra, tranquilo me voy, cantando la dicha, de haberte querido, y de no guardarte el más leve rencor. Detrás de los mares, está mi destino, y aquí queda el tuyo, para descifrar, Dios quiera que un nuevo, cariño de amante, tu pena secreta te ayude a olvidar. Hice todo lo que pude por llegarte a complacer, si más no hice, solo ha sido porque más no pude hacer. Ya están en la puerta, llamando, bien mío, los brazos abiertos, de mi último amor, bien haya las almas, amables y locas, que saben mentirnos, la bella traición... ¡Adiós! para siempre, adiós y mil gracias, por todos tus bienes y todo tu mal, la vida nos lleva, por rumbos distintos, Dios quiera, que nunca te vuelva a encontrar... Hice todo lo que pude por llegarte a complacer, si más no hice, solo ha sido porque más no pude hacer. | |
25/68 | Viejo rincón Tango | Roberto Cayol | Raúl de los Hoyos | 1925 | 3285 | Odeon Bs. As. | Acustica | Primera versión. Esta es la primera impresión que registró Carlitos de este espléndido tema compuesto por el pianista Raúl de los Hoyos, con texto del periodista y autor teatral Roberto Lino Cayol. Tiene claras diferencias de enfoque y matices con las versiones posteriores. | VIEJO RINCÓN Viejo rincón de mis primeros tangos, donde ella me batió que me quería, guarida de cien noches de fandango que en mi memoria viven todavía... ¡Oh! callejón de turbios caferatas ¡qué fueron taitas del bandonión! ¿Dónde estará mi garconniere de lata, testigo de mi amor y su traición?... Hoy vuelvo al barrio que dejé y al campanearlo me da pena... No tengo ya mi madrecita buena, mi rancho es una ruina, ya todo se acabó. Porque creí, loco de mí, por ella di mi vida entera... También mi fe se convirtió en tapera y solo siento ruinas latir dentro de mí. De un tango el vaivén da vida a un amor, de un tango al vaivén nos hace traición. Cuando te quiebras en una sentada juntando tu carita con la mía, yo siento que en la hoguera de algún tango se va a quemar mi sangre el mejor día. Viejo rincón de turbios caferatas que fueron taitas del bandoneón, ¿dónde estará mi garconniere de lata bulín mistongo que fue mi perdición?... Del fuelle al son, suena un violín y en el tablao de una cantina y en un bulín que está al doblar la esquina. los taitas aprovechan del tango tentador. ¿Pa qué soñar? ¿pa qué volví? al callejón de mis quereres, a revivir el mal de esas mujeres, ¿sus risas, sus caricias, la farsa de un amor? De un tango el vaivén da vida a un amor, de un tango al vaivén nos hace traición... | |
25/69 | Corto de genio Tango | Andrés Seitún | Pedro Palito | 1925 | 3286 | Odeon Bs. As. | Acustica | Las notas de este tema pertenecen al bandoneonista y compositor porteño Pedro Polito, el mayor de los tres hermanos dedicados al tango. En 1914, poco antes de estallar la Primera Guerra Mundial, estuvo actuando en Alemania. En 1915, otra vez en Buenos Aires, se unió a Francisco Canaro con quien, a lo largo de su extensa trayectoria, estuvo siempre vinculado de una forma u otra, incluso en París. De su obra Carlitos le grabó sólo Corto de genio, que lleva un texto de corte arrabalero escrito por el letrista bonaerense Andrés Cholo Seitún. | CORTO DE GENIO Se oye un gotan en la esquina, compadrón y lastimero que un organito orillero entona en la puerta de un ruin bodegón. Y más allá, junto al cerco, una mujer la discute a su taita que la engrupe, con el viejo cuento de un eterno amor... La luz amarillenta de aquel farol mugriento, que deja siempre al viento, su mecha a kerosen da vida así a la escena del cuadro callejero compadre arrabalero de todo anochecer. Y cuando la percanta se siente ya vencida y al verse así rendida se entrega al gavilán, el crápula nocturno, que fuera por menegas se pianta y allí queda la paica sin bacán... "Corto de genio" había sido, se dijo la desdichada, que al verse así abandonada, maldijo al que diera su vida y su amor, sin pensar la pobrecita que ese amor que la chalaba, era el pique 'e la largada pa correr metida en el pelotón... La luz amarillenta de aquel farol mugriento, que deja siempre al viento su mecha a kerosen da vida así a la escena del cuadro callejero compadre arrabalero de todo anochecer... | |
25/70 | Jiron de Pampa Tango | Enrique Dizeo | Pascual Mazzeo | 1925 | 3287 | Odeon Bs. As. | Acustica | Esta postal pampeana fue compuesta por el bandoneonista Pascual Domingo Mazzeo, músico de distinguida trayectoria, que murió muy joven. Mazzeo nació en Catanzaro, Italia, pero de niño llegó con su familia a estos lares. No dejó muchas obras pero de esas pocas Gardel le grabó, además del presente tema, los tangos Che Mariano y Vieja amarga. El texto de Jirón de Pampa fue escrito por el prestigioso letrista Enrique Dizeo, autor de grandes éxitos de la música ciudadana, de los cuales varios fueron registrados por Carlitos. | JIRON DE PAMPA Si hay algo lindo, en la pampa, que embelesa y que cautiva, es una yunta de ojazos, que queman, cuando ellos miran. Corcoveando siempre están, en la carita pintona de una criolla coquetona, que adoro con loco afán. Es el encanto de tus paisanos, el lucerito de las estancias, y de los campos la flor de alfalfa, que gambetea con mi esperanza. Su cariñito me tiene loco, y la ingratona, se está burlando, si me castiga, me va matando con sus desdenes, el corazón. Y a veces lloro soñando, que me lleva el forastero, la chirusa de unos sueños, a vivir debajo otro cielo. Tengo miedo que esa flor, me la engañen con halagos, y me dejen en mis pagos perdido en el dolor. Es el encanto de tus paisanos, el lucerito de las estancias, y de los campos la flor de alfalfa, que gambetea con mi esperanza. Su cariñito me tiene loco, y la ingratona, se está burlando, si me castiga, me va matando con sus desdenes, el corazón... | |
25/71 | Fea Tango | Alfredo Navarrine | Horacio Pettorossi | 1925 | 3288 | Odeon Bs. As. | Acustica | Esta es otra de las tantas páginas que compartieron esos constantes colaboradores y amigos de Gardel que fueron el bandoneonista, director y compositor Rafael Rossi y el poeta y letrista Eugenio Cárdenas. Carlitos entonó este tango con su característica entrega y emoción. | FEA Procurando que el mundo no la vea ahí va la pobre fea camino del taller. Y a su paso, cual todas las mañanas las burlas inhumanas la hieren por doquier. Cuando alguno, le dice una torpeza, inclina la cabeza, transida de dolor. Y piensa, con amargo desencanto, ¿por qué se reirán tanto de mi fealdad? ¡Señor!... Una noche su viejita en el cuarto, llorando la encontró, y la fea, ¡pobrecita! la tragedia de su alma le confió. Aquel hombre que debía conducirla muy pronto ante el altar, con su amiga Rosalía, la que ella más quería, se acaba de casar... Cada vez que la llevan a una fiesta en procura de olvido y distracción, con el último acorde de la orquesta en su alma agoniza una ilusión... Sus amigas ya todas se han casado, sólo ella está huérfana de amor... ¡pobre fea! ayer le han encargado el ajuar de su hermanita, la menor... En plena juventud ya estaba vieja, nunca exhaló una queja, al ver tanta maldad, soportando en su alma sola y mustia como una flor de angustia, la cruz de su fealdad. Para todos tenía una sonrisa, fue noble, fue sumisa, su drama nadie vio. Pero fue tan pesada su cadena, tan grande fue su pena, que anoche... ¡se mató! | |
25/72 | Perdón, viejita Tango | José Antonio Saldías | Osvaldo Fresedo | 1925 | 3288 | Odeón | Acústica | Este tango fue en sus tiempos muy popular. Es también muy cierto que en algunos casos, corno éste en particular, desde entonces hasta hoy, las cosas han cambiado mucho y han variado las costumbres, al menos en la sociedad occidental. Sería muy extraño que alguien pidiera perdón a su madre si se va con un señor o una señora, según el caso. Este tema fue compuesto por el propio Osvaldo Fresedo que acompaña a Carlos con su orquesta y el texto del mismo fue escrito por el prestigioso periodista, escritor y autor teatral, José Antonio Saldías. Gardel, como siempre, lo interpretó sentidamente. | PERDON VIEJITA Perdón viejita, única amiga, que me reciba tu bendición yo me arrodillo, beso tus manos y una y mil veces, pido perdón. Yo estaba loco, fui un pobre hombre, yo la quería con devoción, vos me decías, tené cuidado... Yo enceguecí de pasión... Aquella noche junté mis pilchas y sin decirte tampoco, ¡adiós!, te abandonaba, viejita mía, para cambiarte por ese amor. Tuve el castigo, porque, cobarde, me dejó solo sin su querer, y desde entonces con tu memoria mi soledad acompañé... Mamita hoy vengo pa'regalarte, dulces sonrisas en tu vejez... serás abuela... voy a pagarte toda la pena que te causé... Perdón viejita, única amiga, que me reciba tu bendición yo me arrodillo, beso tus manos y una y mil veces, pido perdón... | |
25/73 | El triunfo Danza (Duo) | Andres Chazarreta | Andres Chazarreta | 1925 | 3290 3290-1 | Odeon Bs. As. | Acustica | Dúo Gardel-Razzano. Con toda justicia, Andrés Avelino Chazarreta es conocido como el Patriarca del folklore argentino: nadie como él trabajó con tanto tesón para sacar a luz todo lo concerniente a nuestro acervo nativo. Su labor como recopilador y compositor es inmensa, como lo fue también su increíble capacidad para hacer música: llegó a ejecutar dieciséis instrumentos. Hay que agregar aún cuán importante y grandioso fue su desempeño difundiendo el arte de nuestras provincias y en especial, de Santiago del Estero, su pago natal. En incontables y fatigosas giras, con compañías de cantores, actores y bailarines, recorrió toda la geografía de Argentina y Uruguay. Como es lógico suponer, tuvo frecuente trato con Gardel y Razzano. Conviene especificar que el texto de El triunfo es una recopilación de motivos tradicionales y no autoría de Chazarreta. | EL TRIUNFO Yo no soy de estos pagos yo soy de Lobos ¡qué digo!, yo soy de Lobos. Yo no vivo con naides yo vivo solo, ¡qué digo!, yo soy de Lobos. Yo no soy de estos pagos soy de Balcarce ¡qué digo!, soy de Balcarce... Si quiere que la lleve puede aprontarse... ¡qué digo! soy de Balcarce. ¡Oiga! me gusta la moza... vamos a ver si arreglamos ¡Ahural... Lala...lala larala, lala laralala lala [larala lata_ Cada vez que me acuerdo del Sauce [Grande ¡qué digo!, del Sauce Grande en mi corazón brotan gotas de sangre... ¡qué digo! del Sauce Grande. El árbol del cariño tiene dos ramas ¡qué digo!, tiene dos ramas... Una da fruta dulce y la otra amarga ¡qué digo!, tiene dos ramas... ¡Qué me dice paisano eh! hemos arreglao, ¡qué vamos a hacer!!!! Ahura.... Laira lala laraila, lala lalaira lalaila lala laraila... | |
25/74 | Deja el conventillo Tango | Francisco Ruiz Paris | Antonio Scatasso | 1925 | 3291 | Odeon Bs. As. | Acustica | Esta página es un claro ejemplo de lo que significó la inmensa ola inmigratoria en el Río de la Plata, tan decisiva para el nacimiento y posterior desarrollo de nuestro tango. Antonio Scatasso, bandoneonista, director de orquesta y compositor a quien nos hemos referido reiteradamente, era italiano, nacido en Nápoles. Paco Ruiz París era español nacido en Madrid, ciudad en la que se clesempeñó como actor, autor teatral y director artistico de varias compañías, algunas de ellas de zarzuela, el género más popular en aquellas tierras. Escribió letras para todo tipo de canciones: temas hispánicos, criollos, tangos y otros ritmos de moda. Durante varios años estuvo viviendo en Buenos Aires y luego se radicó definitivamente en Montevideo, donde siguió realizando las mismas actividades. Tanto Antonio Scatasso como Paco Ruiz París tuvieron un trato cordial y amistoso con el gran cantor, que hizo una especial creación de este tango. | DEJA EL CONVENTILLO Mi linda pebeta, de ojazos de cielo, de labios tan rojos, como un corazón, déjame criatura, yo puedo decirte, que estoy medio loco de amores, por vos... Pa mí ya no existen, las otras mujeres, ni pienso en las farras y en el cabaret, pues vivo, pebeta, pensando tan solo que al fin, estos días me habrás de querer... Y aunque todas las comadres te aconsejen lo contrario, y te digan que conmigo, no te debés espiantar, no olvides que te lo dicen por envidia que te tienen al saber que en mi automóvil, yo te llevo a pasear. Seguí mi consejo, dejá el conventillo, que en él, mi pebeta no debes vivir, y en vez de esa pieza sin luz y sin aire, verás que bonito será tu bulín... Mi linda pebeta, de ojos de cielo veníte aquí conmigo, feliz has de ser, pues tengo un cotorro que es una delicia, y a veces te llama pa'que lo habités... Y aunque todas las comadres te aconsejen lo contrario, y te digan que conmigo, no te debes espiantar, no olvides que te lo dicen por la envidia que te tienen al saber que en mi automóvil, yo te llevo a pasear... | |
25/75 | Quejas del alma Tango | Guillermo D. Barbieri | Guillermo D. Barbieri | 1925 | 3292 | Odeon Bs. As. | Acustica | Esta dramática página, que sentidamente interpretó Gardel, pertenece íntegramente a quien fuera su guitarrista y colaborador Guillermo Barbieri. Éste había nacido en Balvanera y a través de su madre aprendió los fundamentos de la guitarra. Después de sus primeras andanzas por su barriada se unió al conjunto de Juan Maguo. También se desempeñó como cantor e integró algunos dúos. En la películas Luces de Buenos Aires aparece cantando una chacarera en dúo con Ángel Domingo Riverol. | QUEJAS DEL ALMA Junto a la mesa de un pobre café, estas palabras de un hombre escuché: Dicen que paso la vida sombrío, aquellos amigos que me ven sufrir, pero no comprenden que vive el hastío, como un martirio, clavado en mi sien, y los que antes, de mí se reían porque no supieron la triste verdad, no saben que aquella, que yo más quería, me llenó el alma, de inmenso pesar... Pero hasta mí, nadie llegó cuando alcanzaron a ver que un dolor, iba tendiendo en lo gris de mi suerte, sus garras de muerte, su dardo traidor, cuando la infiel me abandonó, todas sus burlas, venían a mí y ante las mofas, terribles, sangrientas, vengar esa afrenta, mi mente pensó... - Hizo una pausa y su llanto enjugó, y de este modo su historia siguió: En arrebatos de impulso violento miré la traidora cuando la encontré, y sin que me hirieran sus fuertes lamentos, en su garganta mis manos crispé... Sin amistad ninguna en el mundo, pasé muchos años de agudo dolor, y como un vencido lloré sin segundo la mala estrella de mi puro amor... | |
25/76 | Cordobesita Zamba | Celedonio Flores | Samuel Castriota | 1925 | 3293 | Odeon Bs. As. | Acustica | Esta zamba, que está firmada por tan relevantes nombres de nuestra música popular, no está a la altura del talento de los mismos. A veces se escucha, muy de cuando en cuando, y ello se debe sólo a que Carlitos la llevó al surco. | CORDOBESITA He visto bajar por las sierras al lado del sol, detrás de sus lindos cabritos de blanco vellón las vueltas que daba la senda, a mi vista se ocultó y alegre de lejos tu risa flotando en el aire, sola llegó. ¡Cordobesita! me mata la pena ¡Queréme! sé buena como yo lo soy... ¡Sabiendo que sufro te ríes... qué mala y qué cruel! y de mi cariño pueblero nada quieres querer, escúchame solo un momento, y verás que es mi amor, más firme, más noble que el tronco del roble, que abrigo y sombra te dió. ¡Cordobesita! me mata la pena ¡Queréme! sé buena como yo lo soy... Querer como yo te he querido, nadie querrá, cantar como yo te he cantado nadie cantará y vos que te ríes y gozas viéndome triste, sufrir y alegre de lejos te oigo perversa, taimada, reír y reír... | |
25/77 | Es tanto lo que te quiero Tonada | Cristino Tapia | Cristino Tapia | 1925 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | 3294 | Odeon Bs. As. | Acustica | Esta es otra de las bonitas obras de ese gran cultor de nuestro folklore que fue Cristino Tapia. En aquellos tiempos, artistas como él hacían verdaderas patriadas para dar a conocer su música. Gardel y Razzano, que fueron fraternales amigos de este gran baluarte cordobés, difundieron y grabaron varias de sus composiciones. Carlitos, como en este caso, le registró algunos temas solo. | ES TANTO LO QUE TE QUIERO Es tanto lo que te quiero que no me olvido de ti, y es tanto lo que te quiero que no me olvido de ti, y aunque me estás engañando te llevo dentro de mí... ¿Cuándo mi china querida...? sentirás también así... ¿Cuándo mi china querida? sentirás también así... Iré buscando el consuelo en el recuerdo de ayer, Iré buscando el consuelo en el recuerdo de ayer, aunque me causen desvelo las penas que tu me des... ¿Cuándo mi china querida...? volveré a tenerte fe... ¿Cuándo mi china querida?, volveré a tenerte fe... Huyó mi amor para siempre de tu lado con razón, Huyó mi amor para siempre de tu lado con razón, tú fuiste como las otras, no me importa tu traición... Porque esta falsa partida pagará tu corazón Porque esta falsa partida pagará tu corazón... |
25/78 | Echaste buena Tango | Enrique Dizeo | Eduardo Bonessi | 1925 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | So 3815 So 3815-1 So 3815-2 | Odeon Barcelona | Electrica | 26/12/1925 (registradas en Barcelona). Las notas de este tango se deben al pianista y profesor de canto bonaerense Eduardo Bonessi quien, durante cincuenta años impartió lecciones en su conservatorio, que en ese medio siglo estuvo ubicado en distintos lugares de la Capital Federal. Cuando Gardel y Razzano viajaron a España en 1923, con la compañía teatral de Enrique De Rosas y Matilde Rivera, el maestro Bonessi también fue de la partida; desde 1919 tenía al dúo bajo su tutela. Como compositor dejó algunas piezas muy hermosas de las cuales Carlitos, además del presente tema, grabó también los tangos De flor en flor y Matala. Los versos de este tango llevan la firma del letrista del barrio de San Cristóbal Enrique Dizeo, que escribió muchas páginas memorables para la mejor historia del género, varias de ellas registradas brillantemente por Gardel. Esta es un buen ejemplo. | ECHASTE BUENA Bate el justo en la parada, tan lindaza y tan bacana, que hace tiempo en la abundancia, navegando te encontrás. A más de uno, allá en Belgrano, con esa pinta de rana, con las cuarenta del mazo, si se cuadra lo apurás... El bacán de más carpeta, a tu lado se acoquina, en trenzadas amorosas, cuentan que largás muy bien, con tu verba pintoresca se cautiva cualquier mina, y en las garufas corridas tirás papeles de a cien. No olvides que en mala racha, patinaste no hace mucho que ni una carrera fácil, vos podías embocar, y hoy vivís dando escobazos, todo porque sos un ducho, porque ligaste la punta que te vino a acomodar... ¡Cómo del día a la noche, ha cambiado tu existencial! Me parece campanearte, yo no sé, más requintao; eso sí, muy presumido. ¿Dónde vas con tu presencia? ¡Saludá, si te parece!... cuando pasás por mi lao... El bacán de más carpeta, a tu lado se acoquina, en trenzadas amorosas, cuentan que largás muy bien, con tu verba pintoresca se cautiva cualquier mina, y en las garufas corridas tirás papeles de a cien... Hacés bien, tirate a chanta, ya que estás asegurado, pero, acuérdese compadre, que le ha de llegar su fin lo hemos de ver en la vía, taciturno y agachado... Sí, a cada chancho, no hay duda, le llega su San Martín... |
25/79 | Mi querer Tango | Juan Andrés Caruso | Francisco Canaro | 1925 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | So 3816 | Odeon Barcelona | Electrica | 26/12/1925 (registradas en Barcelona) Primera versión. Francisco Canaro, uno de los más sólidos pilares que ha tenido el tango, dejó un gran número de obras. Muchas de ellas fueron compartidas con el letrista y autor teatral Juan Andrés Caruso y algunas tuvieron mucha resonancia. El presente tema no se cuenta entre las páginas más logradas del binomio pero cuenta con el aval que supone la interpretación de Gardel. | MI QUERER Yo sólo tengo un cariño, que es el de mi madrecita, que es una linda viejita buena como un bandoneón. Su cabellera ya blanca las arrugas de su frente, me dicen sinceramente, de lo mucho que me amó... Nadie como ella, mas bien supo cuidarme, nadie como ella, me supo más querer, fue inagotable fuente su ternura de madre y de mujer... En su regazo yo hallé el dulce consuelo, que me brindara, su infinito amor, y sus caricias, supieron dulcemente, más de una vez, calmar un gran dolor. Yo no sé con qué pagarle, a mi viejita querida, las penurias que en la vida, habrá sufrido por mí. Solo quiero que ella sepa que mi alma nunca la olvida, y que siempre mientras viva, la he de querer siempre así... Nadie como ella, más bien supo cuidarme, nadie como ella, me supo más querer, fue inagotable fuente su ternura de madre y de mujer... En su regazo yo hallé el dulce consuelo, que me brindara, su infinito amor, y sus caricias, supieron dulcemente, más de una vez, calmar un gran dolor... |
25/80 | Sueños Tango | Eugenio Cárdenas | Ciriaco Ortiz | 1925 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | So 3817 | Odeon Barcelona | Electrica | 26/12/1925 (registradas en Barcelona) Esta linda página, que Carlitos interpretó con sentido acento, fue inusicalizada por ese grande del fueye que fue Ciriaco Ortiz. El texto de la misma fue escrito por Eugenio Cárdenas, poeta y letrista muy apreciado por el Morocho del Abasto. | SUEÑOS Triunfos y glorias, sueños son, sueños que al alma hacen vivir, con profunda y loca alegría, sueños que lo hacen latir al corazón... Toda la vida es un soñar, de goces y venturas que van dejando al pasar solo honda amargura, tristezas y pesar... Un sueño fue el querer, de mi grande ambición, cuando en loco placer, yo puse mi ilusión... Soñaba que en la vida yo tendría los encantos de la senda florida en donde vive el amor. Pero la soledad de un negro porvenir llenó a mi corazón de un amargo vivir y he sido un visionario que al faltarme la alegría viviendo solitario, solo he sabido sufrir... Las esperanzas que adoré, como las aves ya se van, porque se ha ido la que yo quería, y mis ojos no verán a la que amé... Cuando en sus ojos se apagó, su vida fresca y pura, sentí que mi alma tembló, al ver la desventura, que al llanto me hundió... Desde que la perdí, con angustia fatal, siento un intenso mal, que un sueño he de vivir. Sueño que me enloquece, que me agobia, que me mata, porque la que adoraba, no ha de volver a mí... Tanta fatalidad, se ha volcado en mi ser que por mi padecer, tan solo sé llorar y es un sueño de muerte el que tanto me envenena que ruedo con mi pena, cargado de pesar... |
25/81 | Amor (Gran Buda) Shimmy | Juan A. Bruno | Juan de Dios Filiberto | 1925 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | So 3818 | Odeon Barcelona | Electrica | 26/12/1925 (registradas en Barcelona) El shimmy fue un ritmo muy de moda en los años aquellos y pocos compositores de música popular había que no hubiesen alguna vez incursionado en él. El gran Filiberto no pudo escapar tampoco a esa tentación y compuso el presente tema creando una sencilla y bella melodía. Para ello se ocultó —quién sabe por qué— tras el seudónimo de O. De Ramenti. El texto del mismo, en total consonancia con la música, fue escrito por Juan Andrés Bruno, autor teatral y radial de destacada trayectoria que utilizaba el seudónimo de Julio A. Burón. Carlitos, con su natural versatilidad, recreó este shimmy con su voz. | AMOR Súper blanca y leve cual la nieve, de bonita, suave sin rubor para oír el cantar que inspirase a mi amor hasta tu boquita pequeñita puede hacer un nido, el corazón, que allá va fresca en esta canción: Amor, amor, tus miradas abrieron en mí una herida por la que va la vida, escapando, enamorada. Será cual flores perdidas, con todo esmero cuidadas, porque no ha de vivir, sin el amor de quién lo supo herir... Tu silueta alada y delicada, dentro de mis ojos, se escondió, y el encanto fue tal, que mi vista cegó. Hoy tanto lo pido, que en mi nido cante solamente para mí, la mujer por la cual fenecí... Amor, amor, tus miradas abrieron en mí una herida por la que va la vida, escapando, enamorada. Trajo flores escondidas, con todo esmero cuidadas, porque es la de vivir, sin el amor, de quien lo supo herir. |
25/82 | Pompas Tango | Enrique Cadícamo | Roberto Emilio Goyeneche | 1925 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | So 3819 So 3819-1 So 3819-2 | Odeon Barcelona | Electrica | 27/12/1925 (registradas en Barcelona) Primera versión. La música de este pintoresco tango fue compuesta por el pianista Roberto Emilio Goyeneche, tío de quien —con el devenir del tiempo— se convertiría en uno de los mejores intérpretes del género: el Polaco Goyeneche. Roberto Emilio murió muy joven, cuando aún tenía mucho para dar. Su talento, no obstante, se puso de manifiesto en varias de sus composiciones, algunas de las cuales grabó Gardel. Es interesante destacar que Pompas es el primer texto que escribió el por entonces muy joven Enrique Cadícamo, quien con los años llegó a ser no sólo el autor más prolífico de nuestra música ciudadana, sino también uno de sus más grandes poetas. | POMPAS Pebeta de mi barrio, papa, papusa, que andás paseando en auto con un bacán, que te has cortado el pelo como se usa, y que te lo has teñido color champán... Que en los peringundines de frac y fuelle, bailás luciendo corte de cotillón, y que a las milongueras, por darles dique, al irte con tu camba, batís ¡allón!... Hoy tus pocas primaveras, te hacen soñar en la vida, y en la ronda pervertida, del nocturno jarandón. Pensás en aristocracias, y derrochás tus abriles... Pobre mina, que entre giles, ¡te sentís Mimí Pinson!... Pensá, pobre pebeta, papa, papusa, que tu belleza un dia se esfumará, y que como las flores, que se marchitan, tus locas ilusiones se morirán. Que el mishé que te mima, con sus morlacos, el día menos pensado se aburrirá, y entonces como tantas flores de fango irás por esas calles, a mendigar. Triunfás porque sos apenas, embrión de carne cansada, y porque tu carcajada es dulce modulación... Cuando implacables los años te inyectan sus amarguras... ya verás que tus locuras, fueron pompas de jabón... |
25/83 | Raza noble Tango | Juan A. Caruso | Salvador Grupillo | 1925 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | So 3820 | Odeon Barcelona | Electrica | 27/12/1925 (registradas en Barcelona) Igual que tantas otras relevantes figuras que forjaron la historia de la música ciudadana, Salvador Grupillo era italiano. En realidad se llamaba Salvatore Grupiglio. Llegó de niño con su familia a nuestras costas y muy pronto se sintió atraído por la fascinación del tango, conviniéndose en un virtuoso del bandoneón. A lo largo de su extensa trayectoria, integró varias agrupaciones, pero fue con Carlos Marcucci, otro notable ejecutante de fueye de la época clásica, con quien se sintió verdaderamente identificado. Grupillo permaneció mucho tiempo en la orquesta de Marcucci, conformando con él un extraordinario binomio. Como compositor dejó un gran número de tangos, sobresaliendo El Taita y Tigre viejo, convertidos en clásicos del género. Gardel, con quien tuvo un trato muy amistoso y cordial, le grabó el presente Raza noble que tiene texto del platense Juan Andrés Caruso. | RAZA NOBLE Ya no queda un solo gaucho de facón en la cintura, de melena suelta al viento y el chambergo echado atrás, que, en el pingo enhorquetado atraviese la llanura con un rítmico compás, de la pampa galopando la guitarra bien templada llena de cintas y flores, como recuerdo de amores que no han de volver jamás... Ya no visten el chiripá, bota'e potro, nazarenas no se cantan vidalitas ni se baila el alegre pericón... Ni allá bajo la enramada terminadas las faenas, se improvisan las payadas noche a noche, a la rueda del fogón. Raza noble de valientes, que en todas las entreveras, empuñaron los aceros para darnos libertad. Ellos fueron los primeros que al toque de un zafarrancho dejaron china y el rancho para ir a derramar su sangre en fieras trenzadas, por el sol de la bandera que brilla como si fuera el sol de la libertad... Conquistaron en la guerra esos gauchos indomables a puros golpes de sables con bravura, la justicia y la igualdad. Y después de la batalla en trenzadas mezquinas, en las manos de sus chinas las heridas cada cual se iba a curar... |
25/84 | (Obra no identificada) | 1925 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | So 3821 | Odeon Barcelona | Electrica | 0 | 0 | ||
25/85 | Pedime lo que queres Tango | Juan A. Caruso | Francisco Canaro | 1925 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | So 3822 So 3822-1 So 3822-2 | Odeon Barcelona | Electrica | 27/12/1925 (registradas en Barcelona) Este sí que es un tango bien polenta de Pirincho Canaro y Juan Andrés Caruso. Carlitos nos deleita con esta pintura rea. | PEDIME LO QUE QUERES Mirá pebeta, piantate del conventillo, vas a ver qué cotorro te voy a instalar, ¡ah!... yo soy muy bacancito donde me ves. - Mirá, escuchá: Si tenés el berretin, de ser mina de gran brillo, piantate del conventillo y venite a mi bulín, yo te puedo asegurar que si te venis conmigo, - lo pongo a Dios por testigo — que nada te ha de faltar. Departamento alfombrao, chaise longue, secretaire, y un negro que te eche aire, vestido de colorao; en ves de un piano, dos pianos: uno 'e manija, otro 'e cola, pa que te sentés vos sola y toques a cuatro manos. Catrera estilo oriental, con palio y con mosquitero, y hasta un par de pebeteros, fabricación nacional y en un rincón del bulín, he puesto para alumbrarlo cuando vamos a acostarnos, un gran Buda y un Budín. Cortinas de mil colores, colchas a mano bordadas, almohadillas festoneadas, bordadas con muchas flores, retratos a la art nouveau, jarrón, floreros, macetas varias mesas con carpetas y negligé a lo gateau; Pedime nomás mi vida, pues no tenés más que hablar, que yo te voy a comprar, todo lo que vos me pidas, de nada te has de quejar, y pa 'que tengas de todo, vendas, tinturas de yodo, para poderte fajar... ¡Esto va de regalo vieja! ¡No te enojés!... |
25/86 | Yo te bendigo Tango | Juan Andrés Bruno | Juan de Dios Filiberto | 1925 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | So 3823 | Odeon Barcelona | Electrica | 27/12/1925 (registradas en Barcelona) Primera versión. Y siguen aquí presentes los nombres de Filiberto y Bruno, en este tango que tanto gustaba al gran cantor. | YO TE BENDIGO Daba la diana el gallo, ladrando, un perro, desde lejos contestó, y el arrabal al despertar, al nuevo día saludó... Lejos pasaba un coche, cual centinela que la guardia terminó, la luz temblona de un farol, como un lamento se apagó... Rompió el silencio, el bordonear de la guitarra y por sus cuerdas el dolor pasó llorando mientras la voz que en la pena desgarra cantó de este modo su cruel dolor: Yo te bendigo, pese al daño que me has hecho, aunque otros brazos te acaricien y te abracen, pues el rencor no ha cabido en el pecho que un día llenaste ¡de luz y de amor!... Mas si con dolor llegas a llorar, al recuerdo del amor que te supe dar, piensa que te perdonó mi corazón y el alma que por ti, sufrió te da su bendición... Daba la diana el gallo, como un reproche, a la amorosa bendición, ladraba el perro y de un farol murió la luz con la canción... Pero el ¡yo te bendigo!... que desde el fondo de su pecho él arrancó, de la guitarra al cielo fue... y en una estrella se escondió... |
25/87 | Pobre chica Tango | Emilio Fresedo | Osvaldo Fresedo | 1925 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | So 3824 | Odeon Barcelona | Electrica | 27/12/1925 (registradas en Barcelona) Primera versión. Osvaldo Fresedo ha sido uno de los músicos más importantes y de mayor gravitación en la música ciudadana. Como compositor legó páginas extraordinarias, varias de las cuales llevan texto de su hermano Emilio, como en el presente caso. Si bien este tango no se cuenta entre los mejores de su cosecha, no obstante tiene originalidad y, sobre todo, no oculta su sello. Por cierto, gana mucho con la emotiva interpretación de Carlitos. | POBRE CHICA ¡Pobre chica!... murmuraban al pasar... ¡Pobrecita!... con sus flores gana el pan... La florista de Maipú, sus ojitos miran, ¡quién la viera! con temor de ver la luz. Su canastita fue, la compañera fiel, guarda en ella el tesoro: ramitos de clavel, jazmines, margaritas, de nardos las varitas; las quiso como el oro, fue el oro su desdén. Y a un joven al pasar le explica su pesar, le compra su canasta, las flores, y se va... Recuerdo que dijeron, después nos casaremos... Si aquella esquina hablara, de triste iba a llorar... ¡Pobre chica!... murmuraban al pasar... ¡Pobrecita!... con sus flores gana el pan... La florista de Maipú, sus ojitos miran, ¡quien lá viera!, Con temor de ver la luz. Su cara angelical dejaba resaltar Los ojos que muy negros asoman por mirar. Coqueta y tan sencilla un gesto la ilumina, Va al viento su cabello y se abre el delantal. Y muchos que al pasar la vieron con piedad, dirán si ellos se enteran, ¡las flores son su hogar!... Con suerte aquella chica, cambió sus margaritas y el hombre que quisiera, fue suyo de verdad... ¡Pobre chica!... murmuraban al pasar... ¡Pobrecita!... con sus flores gana el pan... La florista de Maipú, sus ojitos miran, ¡quién la viera! con temor de ver la luz. |
25/88 | El bulin de la calle Ayacucho Tango | Celedonio Flores | José y Luis Servidio | 1925 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | So 3825 | Odeon Barcelona | Electrica | 27/12/1925 (registradas en Barcelona) Primera versión. Este título es un clásico del género y fue musicalizado por los hermanos Servidio, nombres brillantes de nuestro acervo popular. El texto es de uno de los más gloriosos poetas porteños, Celedonio E. Flores, gran amigo y colaborador de Carlitos. | El bulín de la calle Ayacucho Que en mis tiempos de rana alquilaba, El bulín que la barra buscaba Para caer por la noche a timbear; El bulín donde tantos muchachos En su racha de vida fulera Encontraron marroco y catrera, Rechiflado parece llorar. El "primus" no me fallaba Con su carga de agua ardiente Y habiendo agua caliente El mate era allí señor; No faltaba la guitarra Bien encordada y lustrosa Ni el bacán de voz gangosa Con berretin de cantor. Cotorrito mistongo tirado En el fondo de aquel conventillo, Sin alfombras, sin lujo y sin brillo, Cuantos días felices pase Al calor del querer de una piba Que fue mía, mimosa y sincera, Y una noche de invierno y fulera En un vuelo, hacia el cielo se fue. Cada cosa era un recuerdo Que la vida me amargaba, Por eso me la pasaba Cabrero, rante y tristón; Los muchachos se cortaron Al verme tan afligido, Y yo me quede en el nido Empollando mi aflicción. El bulín de la calle Ayacucho Ha quedado mistongo y fulero, Ya no se oye al cantor milonguero Engrupido su musa entonar; Y en el "primus" no bulle la pava Que a la barra contenta reunía, Y el bacán de la rante alegría Esta seco de tanto llorar. |
25/89 | Maldita Visión Tango | José Carlos Barros | Manlio Francia | 1925 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | So 3826 | Odeon Barcelona | Electrica | 27/12/1925 (registrada en Barcelona) Primera versión. El gran jockey Ireneo Leguisamo fue toda una institución dentro del turf rioplatense. Los hipódromos de Palermo y San lsidro en Buenos Aires y Maroñas en Montevideo (por nombrar los principales) fueron testigos de sus espectaculares hazañas durante medio siglo. El popular Legui había nacido en el departamento de Salto, en Uruguay. Desde muy jovencito se vio su calidad en los hipódromos orientales y muy pronto cruzó el río, convirtiéndose en el ídolo absoluto de toda la afición porteña. Con Gardel fueron como hermanos y el insigne intérprete supo cantarle con alma y entusiasmo este tango; su interpretación no es abstracta sino que está claramente dedicada a su amigo. La música de este chísico fue compuesta por el pianista Modesto Papávero, hombre prestigioso dentro del género revisteril. Nótese el carácter intrínsecamente popular del estribillo. | MALDITA VISIÓN Donde quiera que vaya, y aunque corran los años, tengo siempre la cruel visión, de aquella noche de mi decepción, en que vi a la ingrata, muy feliz en los brazos, del amigo de juventud que traicionaba todo mi amor... Los dejé, dichosos, en su ignominia, dando en silencio, mi llorado adiós, a la mujer que fuera mi ilusión, y hoy sin fe... ni rumbo para mi vida soy un mártir de la cruel visión, que ha torturado, mi corazón... Para mí no hay más dicha, esperanza y halagos, ya que todo mi amor, se fue, profusamente en aquella mujer que de mis alegrías hizo penas y llantos agobiante como la fe... cuando recuerdo a mi buen querer... Los dejé dichosos en su ignominia, dando en silencio, mi llorado adiós, a la mujer que fuera mi ilusión... y hoy sin fe... ni rumbo para mi vida soy un mártir de la cruel visión, que ha torturado, mi corazón... |
25/90 | Leguisamo solo Tango | Modesto Hugo Papavero | Modesto Hugo Papavero | 1925 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | So 3827 | Odeon Barcelona | Electrica | 27/12/1925 (registrada en Barcelona) Primera versión. El gran jockey Ireneo Leguisamo fue toda una institución dentro del turf rioplatense. Los hipódromos de Palermo y San lsidro en Buenos Aires y Maroñas en Montevideo (por nombrar los principales) fueron testigos de sus espectaculares hazañas durante medio siglo. El popular Legui había nacido en el departamento de Salto, en Uruguay. Desde muy jovencito se vio su calidad en los hipódromos orientales y muy pronto cruzó el río, convirtiéndose en el ídolo absoluto de toda la afición porteña. Con Gardel fueron como hermanos y el insigne intérprete supo cantarle con alma y entusiasmo este tango; su interpretación no es abstracta sino que está claramente dedicada a su amigo. La música de este chísico fue compuesta por el pianista Modesto Papávero, hombre prestigioso dentro del género revisteril. Nótese el carácter intrínsecamente popular del estribillo. | ¡LEGUISAMO SOLO! Alzan las cintas, parten los tungos, como saetas al viento veloz... detrás va el Pulpo, alta la testa la mano experta y el ojo avisor. Siguen corriendo, doblan el codo, ya se acomoda, ya entra en acción, es el maestro el que se arrima, y explota un grito ensordecedor. ¡Ahura! ¡Leguisamo solo! ... gritan los nenes de la popular, ¡Leguisamo viejo!... todos repiten los de la oficial. ¡Leguisamo viejo y peludo!... ya está el puntero, del Pulpo a la par. ¡Leguisamo solo! ... ¡y el Pulpo cruza el disco triunfal!... No hay duda alguna, es la muñeca, es su sereno y gran corazón, los que triunfan por la zabeca en gran estilo y con precisión. Lleva los pingos a la victoria, con tal dominio de su profesión, que lo distinguen como una gloria mezcla de asombro y de admiración... ¡Ahura viejo! vamos a ver... ¡Leguisamo solo! ... gritan los nenes de la popular... ¡Leguisamo viejo y peludo nomás! gritan todos los de la oficial. ¡Leguisamo solo! ... ya está el puntero del Pulpo a la par, ¡Leguisamo viejo y peludo nomás! y el Pulpo cruza el disco triunfal... ¡Che viejo Francisco! pero cuando corra, Lunático, ¡viejo!, 18,70 por barba y armado todo el mundo, hecho el gil y no va más... ¡Muy bien! |
25/91 | Oiga amigo Tango | Alfredo Navarrine | Julio Navarrine | 1925 | Error occurred when trying to fetch the file using wp_remote_get(). cURL error 6: Could not resolve host: fundacioncarlosgardel.org | So 3828 | Odeon Barcelona | Electrica | 27/12/1925 (registradas en Barcelona) Primera versión. Este tremendo, melodramático y extremado tema de los hermanos Navarrine se convierte en un nuevo milagro en la voz de Carlitos. | OIGA... AMIGO Sí, mi amigo, estoy llorando... No se ría, ni se asombre, ¡desgraciado de aquel hombre, que no ha llorado una vez!... No crea que estoy borracho... Si usted supiera mis cosas, tan tristes y dolorosas, no se reiría tal vez... Qué saben ni el mundo ni la gente, si yo tuve esposa y dos hijitos; y si los dejé por los malditos hechizos de una mujer fatal... Usted nada sabe, ¡ni le importa!... Si mi burla resultó sangrienta, si, por vengar alguna infame afrenta yo fui a la cárcel... y ella ¡a un hospital!... No se ponga tan serio, mi amigo, que lo que le digo, no tiene valor. De la cárcel se sale... y un día también yo salía, ¡y esto fue lo peor!... Como el ave que vuelve a su nido, y lo halla destruido sin saber por qué... Volví al mío... y estaba desierto... ¡mi esposa había muerto!... mis hijos... no sé... Oiga amigo... hoy entre sueños, he visto a mis dos hijitos, tendiéndome sus bracitos, ¡como pidiéndome pan!... y total... usted, ¿qué sabe si es verdad lo que le digo?... seque esos ojos, mi amigo... que si lo ven... ¡se reirán!... |