Radios, discos, teatros y homenajes formaron parte de la poblada agenda de los celebrados cantores nacionales. De las muestras de adhesión brindadas al arribo de Eduardo de Windsor, príncipe de Gales, participaron el dúo y sus guitarristas, despertando la admiración y el entusiasmo del soberano.
La supremacía vocal de Gardel sobre su compañero de dúo comenzaba a evidenciarse, quien poco después de una intervención quirúrgica en su garganta decidió abandonar el canto. Gardel viaja nuevamente a Europa sin Razzano y realiza grabaciones en Barcelona.