1935 Hacia el final de la gira, el nacimiento del mito
En enero de este año Gardel filma “El día que me quieras” y en el mes de febrero termina de rodar “Tango Bar”. El 15 de marzo realiza una transmisión desde Nueva York para Radio Belgrano. Entre el 19 y 20 de marzo registra para RCA Victor las canciones de las nuevas películas. El 25 de marzo a pedido de la compañía discográfica realiza una última grabación con un mensaje hablado para promocionar su nuevo contrato de exclusividad con RCA Victor, sus nuevas películas y su próxima gira por Latinoamérica.
El 28 de marzo se embarca en el puerto de Nueva York, dando inicio a la que sería su última gira, que comprende Puerto Rico, Antillas Menores y varias ciudades de Venezuela y Colombia, y que debía continuar hacia Panamá y Cuba para concluir finalmente en México antes de emprender el regreso a Nueva York.
La gira se desarrolla con un enorme éxito, realizando presentaciones en teatros colmados de admiradores en todas las ciudades que visita.
El 24 de junio, a las 15:10 hs, un trágico choque de aviones en Medellín (Colombia), donde habían hecho escala para repostar combustible, acaba con su vida.
“Y puesto que en el signo de su nacimiento estaba el canto y en la ley de su muerte el fuego, renació de sus propias cenizas como el ave fabulosa…” (Francisco García Jiménez).
En enero de este año Gardel filmó “El día que me quieras”, cuyo argumento se basa en una experiencia personal de Alfredo Le Pera y la bailarina Aída Martínez. Ellos se conocieron y se enamoraron en Buenos Aires. Aída enfermó y su estado se agravó por no querer dejar su profesión. Alfredo la acompañó a Suiza para que se realizara una operación, pero seis meses después falleció. Esta historia trágica que vivió Le Pera fue el disparador para escribir el argumento de la película. La crítica y el propio Gardel reconocieron que esta fue la mejor película de las que realizó en EE.UU.
Durante el mes de febrero terminó de rodar “Tango Bar”, última película anterior a la gira final que realizó por algunos países de Latinoamérica.
Después de tantos años intensos cantando en vivo Gardel comenzaba a sentir el peso de tanto trabajo y su deseo era tratar de ahorrar y retirarse, o al menos no exigirse tanto. En una carta fechada el 15 de febrero de 1935 escribió Gardel a Armando Defino, su apoderado: “Tratá de ubicarme bien el dinero, haciendo todas las economías que puedas, para que el ‘retiro’ sea más pronto, yo no pienso en otra cosa que en esto”. En sus últimas cartas Gardel afirmaba que su verdadero porvenir estaba en el cine y la radio: “Vuelvo a ratificarte mi idea acerca del trabajo teatral. Se acabó. Ya no estoy para estos trotes y la sola idea de ponerme las prendas gauchas me hace caer el pelo… En la radio es otra cosa y en las películas con dos o tres semanas de trabajo y cinco canciones estoy del otro lado”.
Entre el 19 y 20 de marzo registró las canciones del “El día que me quieras”, “Tango Bar” y nuevas versiones de las canciones de “Cazadores de estrellas”, entre ellas “Cheating muchachita”, versión en inglés del tango “Amargura”.
El 25 de marzo de 1935, desde los estudios de la RCA Víctor en New York, Carlos Gardel anunció en una grabación promocional el inicio de su gira por Latinoamérica en la que visitaría Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Panamá, Cuba y México. En las últimas cartas enviadas a sus amigos Gardel escribió que esta sería una de sus últimas giras, por razones de cansancio y económicas.
En la noche del 28 de marzo, Gardel parte del puerto de Nueva York, con destino a San Juan de Puerto Rico, donde arribará el 1º de abril, siendo recibido por una muchedumbre y debiendo ser protegido por la policía de los admiradores que se agolpaban para verlo de cerca y saludarlo. Realiza numerosas presentaciones en distintas ciudades de la isla.
La gira por Latinoamérica fue agotadora y exigió un enorme esfuerzo para el cantor y sus acompañantes, pero fue un arrollador éxito económico y le permitió a Gardel comprobar la popularidad que había logrado a través de las películas que se habían estrenado hasta ese momento.
El día 23 de abril parte desde San Juan de Puerto Rico con destino al Puerto de La Guayra, en Venezuela, donde arriba el día 25, para dirigirse luego por tren a Caracas, siendo en ambas ciudades recibido por una multitud que nuevamente debe ser controlada por la policía. Se presenta con gran éxito en distintos teatros y realiza una presentación radial en Caracas. Es invitado además por el Presidente Juan Vicente Gómez para que cante en su residencia.
El día 23 de mayo se dirige a Curazao y el 28 arriba a Aruba, presentándose en ambas islas con gran suceso.
El 4 de junio arriba a la ciudad de Barranquilla, en Colombia, realizando allí una presentación, para trasladarse seguidamente el 6 de junio a Cartagena, donde también realiza presentaciones. El 10 de junio llega en avión a Medellín donde actúa por tres noches consecutivas, ante un numeroso público que colma el teatro, quedando una enorme cantidad de gente afuera por la falta de localidades disponibles.
El 14 de junio arriba al aeropuerto de Techo en Bogotá, donde lo aguardan 10.000 personas. Ese mismo día por la noche se presenta con enorme éxito que se repite los siguientes días hasta el 23 de junio. A las 21:15 de ese día se despide a través de la emisora “La voz de la Victor”, interpretando con el acompañamiento de sus guitarristas Barbieri, Riverol y Aguilar el siguiente programa: “Cuesta abajo”, “Tengo miedo”, “Insomnio”, “El carretero”, “Melodía de arrabal”, “No te engañes corazón” y luego de una emocionada despedida, interpreta el último tango de su vida, “Tomo y obligo”.
Al día siguiente partirá en avión rumbo a Cali, debiendo hacer una escala en Medellín.
El lunes 24 de junio el aviador Ernesto Samper Mendoza voló a Medellín, desde Bogotá, en su habitual avión Curtiss Kingbird y permaneció en el Club esa mañana. El Ford Trimotor de matrícula “F-31”, al mando de los experimentados aviadores americanos Stanley Harvey y John McMillan, estaba ya llegando desde Bogotá a Medellín, en su ruta hacia la ciudad de Cali, con Carlos Gardel y su comitiva. Ernesto Samper, a pesar de sus pocas horas de vuelo de entrenamiento en el Ford Trimotor, decidió relevar a la tripulación de pilotos americanos. Era una gran ocasión para inaugurar con sus recién adquiridos aviones Ford Trimotor la ruta de la SACO de Medellín a Cali.
Abordaron el Ford Trimotor “F-31” el piloto Ernesto Samper Mendoza y el joven de 18 años Willis Bennington Foster Stuart en el puesto del copiloto.
Mientras el avión de la SACO se dirigía a la cabecera sur del aeródromo, el Ford Trimotor “Manizales” de la SCADTA se preparaba en la zona de carga para iniciar su viaje con destino a la ciudad de Bogotá, al mando del aviador alemán Hans Ulrich Thom.
Uno de los testigos, el aviador alemán Ernest Modrow advirtió las condiciones desfavorables del viento y la imprudencia del aviador al dirigirse hacia la cabecera sur, con un avión sobrecargado, lo que dificultaría el despegue con viento de cola.
El avión de la SACO inició su carrera por el centro de la pista de cascajo con el estabilizador posicionado “nariz abajo” para poder levantar la cola y obtener un mayor control sobre la nave. El sobrepeso ubicado en la parte posterior del avión, sumado a la velocidad del viento de cola, hizo que el aparato asentara de nuevo en la pista su rueda trasera y tomara un curso errático.
El avión corrió sobre su eje longitudinal sin dirección definida. Se desvió en una gran curva hacia su lado derecho e invadió la grava de la zona de emergencia. Ya sin control direccional perdió rápidamente la velocidad.
El banderillero de SCADTA, al ver que el avión de la SACO se dirigía hacia ellos, agitó su bandera roja de señales. El Ford Trimotor “F-31” inclinado hacia la derecha, solo se había levantado unos pocos centímetros cuando encontró en su trayectoria al Ford Trimotor, “Manizales” de la SCADTA. Un golpe seco siguió al estruendoso choque que terminó sin misericordia con la vida de 17 de los pasajeros, pilotos y copilotos.
En la última carta enviada a Armando Defino (Bogotá, 20/6/1935) Gardel decía: “… Las noticias que me enviaste de ‘El día que me quieras’ me produjeron mucho placer. Yo vi la película aquí en Bogotá, en privado; Paramount está loca con el film. ¡Con decirte que van a lanzarlo en cinco teatros al mismo tiempo en una ciudad donde hay apenas quince cines!… A mí la película me volvió a causar una impresión inmejorable y sigo creyendo que es mi mejor trabajo cinematográfico y que hemos matado el punto con las canciones. Me alegra la noticia de que se estrena en julio y espero que llegaré con los laureles fresquitos a Buenos Aires. Acerca de ‘Tango Bar’ a pesar de la carnicería, resultó un formidable éxito en una privada dada en New York. Por primera vez en una privada de películas españolas, el público aplaudió y yo recibí infinitas felicitaciones. La Paramount de New York me mandó un cable diciendo que era mi mejor película y que no envidiaba en nada a la otra. ¡Ojalá sea verdad tanta belleza!” (del libro “Carlos Gardel, la verdad de una vida”).