1917 fue el año de la consagración. Hay tres motivos históricos que convalidan esta afirmación; en primer lugar, Gardel realiza numerosas grabaciones para la casa Max Glücksmann, empresa discográfica y cinematográfica de la que no se desvincularía hasta 1933; en segundo lugar, aparece como actor de cine por primera vez y, finalmente, canta su primer tango, “Mi noche triste”, que modificó sustancialmente la propia historia de la canción popular. José Razzano, conocedor del gran talento de su compañero plasma ese reconocimiento en la inscripción de la cigarrera que le obsequia el día de su cumpleaños “con cariño y admiración”.
Todos estos sucesos dan la clara pauta de la trascendencia artística que va sufriendo el dúo, y en especial en Gardel cuya evolución en la manera de cantar es fácilmente apreciable al comparar sus grabaciones solistas de 1917, con las de su primera etapa que realizó en 1912.