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Gardel y Razzano, el dúo mas famoso de la historia (tercera parte) El Zorzal marca la diferencia

SUCESO GARDELIANO N°33 - 07/05/2021

GARDEL Y RAZZANO, EL DÚO MÁS FAMOSO DE LA HISTORIA (TERCERA PARTE) EL ZORZAL MARCA LA DIFERENCIA

1917 fue el año de la consagración. Hay tres motivos históricos que convalidan esta afirmación; en primer lugar, Gardel realiza numerosas grabaciones para la casa Max Glücksmann, empresa discográfica y cinematográfica de la que no se desvincularía hasta 1933; en segundo lugar, aparece como actor de cine por primera vez y, finalmente, canta su primer tango, “Mi noche triste”, que modificó sustancialmente la propia historia de la canción popular. José Razzano, conocedor del gran talento de su compañero plasma ese reconocimiento en la inscripción de la cigarrera que le obsequia el día de su cumpleaños “con cariño y admiración”. 

Todos estos sucesos dan la clara pauta de la trascendencia artística que va sufriendo el dúo, y en especial en Gardel cuya evolución en la manera de cantar es fácilmente apreciable al comparar sus grabaciones solistas de 1917, con las de su primera etapa que realizó en 1912.

Hasta el año 1917 el repertorio de Gardel y Razzano de manera solista se componía exclusivamente de canciones folklóricas. Ese año el Zorzal Criollo graba e interpreta en vivo su primer tango: “Mi noche triste”. Razzano no abordó el nuevo género y siguió cantando el repertorio criollo, de esta manera los tangos eran cantados y grabados solo por Gardel. Pese a este detalle, componen juntos “Mon Bijou” (Mi alhaja), el primer tango (instrumental) que firman juntos.

Partitura y etiqueta disco del tango “Mi noche triste”, letra de P. Contursi y música de Samuel Castriota.

El éxito del dúo se replica de igual forma en Uruguay, por lo que son muy habituales las presentaciones en la orilla vecina, donde en enero de 1918 actúan en el teatro 18 de Julio, participando también en un festival en Playa Ramírez. De regreso a los escenarios porteños, les aguardaban varias actuaciones en los teatros Esmeralda, San Martín, Empire, entre otros. 

Poco tiempo después, ayudan a organizar la primera “Sociedad Internacional de Artistas de Variedades de Socorros Mutuos” y el 1º de julio se le hace entrega a Carlos Gardel y a José Razzano sus carnets como socios fundadores.

Junto con la orquesta de tango de Roberto Firpo, realizan una gira por el interior organizada por el productor discográfico Max Glücksmann para difundir los discos de Nacional-Odeón, actuando en Bahía Blanca, Tres Arroyos y Necochea, con un éxito dispar, donde según el diario local «El Pueblo», Gardel y Razzano “tuvieron que repetir y agregar varios números”, pero en otros lugares aún eran menos conocidos y tuvieron un éxito menor.

El turf era una de las actividades más populares de la época, y el ambiente de las carreras de caballos no se limitaba solo a las apuestas, sino que era un lugar de esparcimiento y de encuentro, que disfrutaban por igual todas las clases sociales. Gardel y Razzano no eran ajenos a esta pasión popular, y así es que —mientras se encontraban en medio de la gira— los vence la sangre “burrera” y el 16 de noviembre se escapan en secreto hacia Buenos Aires para presenciar en el Hipódromo Argentino de Palermo el match de revancha entre los caballos Botafogo y Frey Fox. Si bien es cierto que presenciaron esa carrera, el motivo real de la intempestiva vuelta a la ciudad porteña era que había nacido la segunda hija de José, Josefina (Pepita).

El Dúo Gardel-Razzano en esta foto tomada en 1917 y que recorrió todo el país y América. Era el clásico cliché que usaba casa Max Glücksmann para representar a sus artistas exclusivos.

 

Comienza el año 1919 muy prometedor para el dúo, que para esa época ya gozaba de un éxito impresionante y que gracias al disco eran conocidos también en el interior, donde comenzaban a ser requeridos por sus seguidores. 

El tango poco a poco va teniendo aceptación en el público y Gardel incorpora más obras de este género a sus grabaciones y a su repertorio. Recordemos que el dúo siguió interpretando las canciones criollas y que Razzano no incorporó el tango en sus presentaciones solistas. Los tangos en vivo y en el disco son exclusividad del Morocho.

Afiche Gran debut del célebre Dúo criollo Gardel-Razzano, miércoles 19 de febrero 1919. 

Tras el éxito del año anterior, en febrero retornan a Uruguay para ratificar una vez más la creciente popularidad en ese país y en marzo emprenden otra gira por el interior de la Argentina, presentándose en la ciudad de Rosario y luego en las provincias de Entre Ríos, Tucumán y Córdoba, para retornar a la ciudad de Buenos Aires para actuar en los teatros Esmeralda, Porteño, San Martín y Avenida.

Más que nunca el dúo era solicitado, y el 12 de agosto participan de una velada en beneficio del actor Pablo Podestá, que se halla recluido en una clínica de enfermos mentales; el resto del año se presentan en diferentes teatros porteños.

Era común que los cantores de la época sufrieran severos problemas vocales con el paso del tiempo. Tengamos en cuenta que no existían los altavoces de modo que para hacerse oír debían cantar al máximo de sus capacidades. Razzano comenzó a sufrir problemas de garganta que se fueron agravando, hasta tal punto que tuvo que someterse a una peligrosa intervención quirúrgica. Publica el diario la Razón, después de la actuación del dúo del 10 de mayo de 1920 en el teatro Empire: “El público despidió cariñosamente, anoche, a los señores Gardel y Razzano, quienes permanecerán en ‘relache’ durante veinte días, debido a una operación que se le practicará en la garganta al señor Razzano.»

Tal como lo anuncia la nota del diario, Razzano se interna en un sanatorio para someterse a una operación quirúrgica en la garganta, lo que determina que el dúo permanezca inactivo varias semanas. 

Gardel era muy amigo de Pablo Podestá y cuenta Razzano que un día, durante su convalecencia, fueron a visitarlo a la clínica donde se hallaba recluido y el gran actor, que en ese momento gozaba de un instante de lucidez, le pide a Carlos que le cante el estilo “Amargura”. Gardel, conmovido al ver a su amigo en ese estado, entona los versos de la canción con la voz quebrada de emoción.

Tras años de vivir en la Argentina, Gardel realiza los trámites necesarios que le permitirán obtener una cédula argentina, iniciando así el período de residencia de dos años que exige la ley para lograr la ciudadanía, proceso clave para lograr el ansiado pasaporte que le permitiría viajar para llevar su arte por el mundo.

Partitura del tango “Amargura”.

Recuperado Razzano, el 18 de octubre vuelven a los escenarios en el teatro Empire y el tango “Milonguita”, cantado por Gardel, es aclamado por el público.

En su afán por seguir perfeccionándose, Gardel y Razzano comienzan a tomar clases de canto y cuidado de la voz con el maestro Eduardo Bonessi, quien dijo unos años después que la voz del Zorzal Criollo “era de una calidad extraordinaria y su timbre maravilloso para el tango. Tenía un registro de barítono brillante y jamás desafinaba. En cuanto a su tesitura, su extensión alcanzaba las dos octavas, que manejaba a plena satisfacción. […] Gardel poseía un gran temperamento —expresivo al máximo— y estaba dotado naturalmente de un instrumento en la garganta. Un instrumento que luego perfeccionó y supo conservar”.

A fines de este año 1920, Gardel conoció a Isabel Martínez del Valle. El contacto se estableció a través de un secretario de Carlos, Martínez, que conocía al hermano de su madre. La propia Isabel contó la historia muchos años después en un reportaje: “A fines del año 20 conocí a Gardel, habiendo cumplido mis catorce años comenzamos a formalizar”. Esta relación va a prolongarse durante más de una década, casi hasta el final de su vida y en el futuro se hablará de Isabel como “la eterna novia de Gardel”.

Gracias a que mejora su situación económica, su madre Bertha puede dejar de trabajar y cambiar sus agotadoras jornadas por una vida más tranquila, cerca de su hijo. También, después de muchos años, puede regresar a su Toulouse natal y reencontrarse con sus familiares, y con el correr de los años estos viajes serán cada vez más frecuentes y prolongados.

A partir de 1921, Gardel irá incorporando cada vez más tangos a su repertorio y a su discografía. “Zorro gris”, “El pañuelito” y “La copa del olvido” —tres tangos grabados ese año—, alcanzan tirajes de venta nunca vistos hasta ese momento. El Zorzal Criollo, creativo, innovador, se convierte en el protagonista central de la transición del cantor criollo al cantor de tango, puliendo sus interpretaciones y el acompañamiento musical, en su búsqueda incesante por darle una forma definitiva al tango-canción.

El 5 de enero de 1921 el dúo se presenta en el teatro Artigas de Montevideo, junto a la tonadillera Paquita Escribano. El diario La Razón comenta que “con la interpretación del tango ‘Milonguita’, Gardel se gana una merecida ovación, ya que hace del tema una verdadera creación”.

Por estos meses Gardel conoce al jockey uruguayo Irineo Leguisamo, quien contaba que fueron presentados por Francisco Maschio y que cuando Carlos lo vio le dijo sonriendo: “¿Y este chiquitito es el jockey que me presentan?”, a lo que Maschio le respondió: “Vos haceme caso. Jugale a éste, que es bueno”. Leguisamo se transformará en uno de los más entrañables amigos del cantor, amistad  que perdurará por siempre.

Gardel, entiende la importancia de la imagen y se convierte en un verdadero vanguardista en el cuidado de la misma en todas sus formas; siempre había sido una persona robusta, gordita, siendo el sobrepeso una preocupación en su vida, esto hace que decida intensificar el ejercicio. Comienza unas sesiones de gimnasia, esta vez en el YMCA (Asociación Cristiana de Jóvenes), situado en aquella época en la calle Paseo Colón 161, donde realiza todo tipo ejercicios físicos, calistenia y masajes.

También busca mejorar el acompañamiento musical e incorpora una nueva “escoba” (así llamaba el Zorzal Criollo a sus guitarristas). Se trata de Guillermo Desiderio Barbieri —a quien conocen en una fiesta realizada en un stud del Bajo Belgrano—, apodado el “Barba”, quien realza aún más el acompañamiento musical, introduciendo punteos a los rasgueos rítmicos y permite que Gardel se concentre más en el canto, dejando de lado la guitarra, a la que solo utilizará para las introducciones y los finales de las canciones.

Con Barbieri mejoró notablemente el acompañamiento musical y con Gardel se entendieron a la perfección desde el primer día, al punto que el guitarrista afirmaba unos años después: “Es tanto el conocimiento que tengo de Carlos, que cuando canta le conozco el significado del menor de sus movimientos y cada inclinación de su cabeza es el secreto de un lenguaje que solo yo sé comprender. Yo aprendí a leer la nuca de Gardel”.

Barbieri debuta con ellos en Junín, en una gira que el dúo emprende por el interior del país. Las presentaciones de ese año se completan en los teatros porteños Esmeralda y Empire, y en el Artigas de Montevideo.

 

 Afiche del acontecimiento mas grande de la temporada en Lincoln, debut de los reyes de la canción nacional Gardel-Razzano acompañados de los profesores y notables guitarristas Ricardo y Barbieri en el Teatro cine San Martín, el sabado 13 de agosto de 1921.
De pie: Gardel, Razzano y Guido Appiani. De rodillas: Mariano Alcalde (valet del dúo) Ricardo y Barbieri. Córdoba, 1922.

En los primeros meses del año 1922 el dúo realiza una nueva gira por el interior.

Gardel, primero junto a Razzano y después como solista, fue convocado para participar en homenajes a diferentes personalidades de las Letras que visitaron nuestro país; de esta manera, las interpretaciones del Zorzal Criollo llegaron a oídos de José Ortega y Gasset, Federico García Lorca, Luigi Pirandello y Eduardo Marquina, entre otros tantos. En mayo de este año fue el turno del dramaturgo español Jacinto Benavente, quien disfrutó las interpretaciones del dúo en un encuentro organizado por el actor Roberto Casaux y desarrollado en la localidad de Martínez. 

El hoy centenario teatro Maipo, situado en Esmeralda 443, es uno de los más importantes de la ciudad de Buenos Aires. Se inauguró en 1908 con el nombre de “Scala” para cambiar su denominación por “Esmeralda” en 1915. Finalmente, el 15 de agosto de 1922 cambia por “Maipo”, tal cual lo conocemos hasta nuestros días. 

Con el recién inaugurado nombre, el dúo se presenta entre agosto y septiembre compartiendo el escenario con Roberto Firpo y finalizan el año con una actuación en el teatro porteño San Martín y unas presentaciones en Mar del Plata y Rosario.

NUEVAS AMBICIONES, EUROPA

El dúo ya era ampliamente conocido en la Argentina y Uruguay, y llega entonces el momento de abrir nuevos horizontes. Proyectaban por su cuenta este viaje, sabiendo del buen éxito que alcanzaba en la península la canción criolla.

Gardel ya había consolidado el proceso de radicación que exige la ley argentina de dos años de residencia en el país a todos los extranjeros, es así que obtiene la ciudadanía argentina, saca su primera libreta cívica y el pasaporte, lo cual le va a permitir seguir creciendo y romper fronteras.

El nuevo destino será España. El empresario don Francisco Delgado es quien va a invertir en este proyecto, para la gira que la compañía Rivera-De Rosas hará por España; el 30 de junio de 1923 el dúo firma contrato, vinculándose así a la empresa Delgado, comprometiéndose no solo a llenar los «fin de fiestas» de los espectáculos, sino también a intervenir en números camperos que contengan las obras que la compañía represente».

Hacía varios años que el dúo venía elaborando detalladamente el vestuario. Habían mandado a confeccionar unos trajes de gauchos, muy particulares, los cuales incorporan apliques de flores. Este estilo de traje con apliques florales lo venía utilizando un artista uruguayo amigo de José Razzano, José (Pepe) Podestá, a quien se lo puede observar en diversas fotos de principio de siglo, con un traje de gaucho corte uruguayo, con agregado de apliques florales. Es así que los trajes del dúo poseen el corte y el detalle floral, con el agregado de la chaquetilla, al estilo del gaucho patrón.

Gardel probando su traje de gaucho en casa de Razzano, 1923.

Este año, el dúo había comenzado su actividad artística en el teatro porteño Florida con una presentación, para partir luego en una gira por el interior del país, actuando en Mendoza y La Pampa. En julio retornan a Buenos Aires para cumplir con los compromisos asumidos hasta septiembre.

Gardel graba este año más de 30 tangos, entre ellos “Mano a mano”, de Celedonio Flores y música del propio Carlos, iniciando una etapa de obras más elaboradas para un público cada vez más exigente. 

Entre octubre y noviembre se presentan en el teatro 18 de Julio de Montevideo junto a la compañía Rivera-De Rosas con la curiosidad de que Gardel no sólo hace su presentación con Razzano, sino que también participa como actor dentro de la obra, demostrando su creciente aspecto actoral.

 El Zorzal, aparte de su esfuerzo por superarse cada día, se revela como un innato experto en comunicación e imagen y no deja pasar la oportunidad —hallándose en Uruguay— de acercarse al estudio de fotografía de José Silva, a quien había conocido hacía varios años en el estudio fotográfico “Del Indio”, donde le había tomado las primeras fotos profesionales. Se va a realizar, esta vez junto a Razzano, una serie de fotos publicitarias para llevar en el inminente viaje a España. Sabedor del reconocimiento de su imagen por parte del público a través de las postales, realiza una sesión luciendo un lujoso traje de gaucho floreado. Silva coloca una escenografía con un fondo de árboles pintados, una composición casi irreal, que resulta estéticamente maravillosa. Tratando de explicar ese resultado, Silva afirmaba: “Gardel hacía todo creíble: sus poses, su sonrisa, aquella mirada”. 

Para ese entonces el público europeo ya conoce el tango, en particular en París, donde en los años previos al inicio de la Primera Guerra Mundial, la música porteña invadió la ciudad en un fenómeno que se llamó “tangomanía”. En los años 20, posteriormente a la finalización del conflicto, nuestra música siguió siendo de preferencia en España y Francia entre el público europeo. El 15 de noviembre de 1923 el dúo Gardel-Razzano emprende el viaje a Europa junto a sus guitarristas Barbieri y Ricardo, formando parte de la compañía Matilde Rivera-Enrique De Rosas para cumplir con el contrato firmado unos meses antes. 

Ese primer viaje tenía varios objetivos; conocer, estudiar y aprender sobre el mercado artístico europeo, así como viajar a Toulouse para conocer a los familiares franceses de Gardel.

Inician sus actuaciones en Madrid el 10 de diciembre, vistiendo las lujosas ropas gauchescas y cantando temas netamente criollos, en la obra «Barranca abajo», de Florencio Sánchez. Finalizada la representación teatral el dúo realiza su presentación, para finalizar el brillante espectáculo con toda la agrupación bailando el Pericón Nacional. Tras el éxito reciben numerosos homenajes y el agradecimiento personal de parte de los miembros de la Corona Española.

El diario español «ABC» afirma: “Como fin de fiesta, los notables cantores Gardel-Razzano, dijeron con singular gusto varias canciones criollas, acompañados de los guitarristas Ricardo y Barbieri, siendo muy celebrados, luego la compañía bailó el clásico Pericón Nacional, reproduciéndose los aplausos en honor de los artistas argentinos”.

La representación de diferentes obras de la compañía se extiende hasta el 6 de enero de 1924, donde pasan al teatro Price, también en Madrid, donde luego de la presentación de la obra «Madre tierra», Gardel y Razzano finalizan sus presentaciones y se desvinculan amistosamente de la compañía. Posteriormente viajan a Toulouse, donde Gardel se reencuentra con su madre y donde visita por primera vez a sus familiares franceses (su abuela, su tío, sus primos). Luego marchan a París y retornan a la ciudad de Buenos Aires el 13 de febrero. 

Razzano sigue con problemas en su voz, la intervención quirúrgica no tuvo los resultados esperados y, en consecuencia, cada vez son más numerosos los registros realizados por Gardel como solista. Sin abandonar las obras folklóricas, el Zorzal Criollo incorpora cada vez más tangos a su discografía.

En junio realizan una gira por el interior, actuando en Tres Arroyos, Bahía Blanca, Tandil y Coronel Suárez y en agosto cantan en una velada para homenajear el heredero al trono de Italia, Humberto de Saboya, príncipe de Piamonte, de visita en el país. En septiembre se presentan en el teatro Smart de la ciudad de Buenos Aires, donde participan en el segundo acto de la obra “María”.

La primera transmisión radial en Argentina se realizó el 27 de agosto de 1920, en la ciudad de Buenos Aires, siendo el país pionero en el desarrollo de este nuevo medio de comunicación y el tercero en el mundo en comenzar a transmitir regularmente.

LOW Radio Grand Splendid comienza a transmitir en modo de prueba en mayo de 1923 y fue inaugurada oficialmente el 6 de septiembre de 1924. Ese mismo mes, el día 30, hace su debut radial el dúo Gardel-Razzano junto a sus guitarristas. El Zorzal Criollo, que disfrutaba con sus presentaciones en vivo, necesitó un tiempo de adaptación, afirmando que le resultaba extraño cantarle al “tachito” (así llamaba al micrófono).

Gardel siempre estuvo a la vanguardia de los cambios tecnológicos y comprendió rápidamente que este nuevo medio de comunicación masiva era clave para la difusión de su arte, por eso es que a partir de ese momento, no dejará de realizar todo tipo de audiciones radiales.

Los primeros meses del año 1925 el dúo desarrolla una serie de presentaciones en La Plata, Las Flores y en los teatros porteños Grand Splendid y Nacional.

Gardel, fanático de las carreras de caballos y desoyendo todas las recomendaciones en contra, adquiere a Lunático, un alazán tostado nacido en el harás Ojo de Agua. Montado por su amigo, el jockey Irineo Leguisamo, participará en 36 carreras. Con el correr de los años los caballos le producirán a Gardel enormes pérdidas de dinero.

Razzano sigue con sus molestias en la voz y en la presentación del 27 de abril en LOW Radio Grand Splendid se limita a realizar un par de interpretaciones en dúo mientras que el resto del programa lo realiza Carlos en calidad de solista. A esta altura la calidad de la voz, la interpretación, la imagen, el carisma y la respuesta del público hacen que Gardel se diferencie notablemente de su compañero, que tan sólo se limita a acompañarlo, su imagen ya quedaba eclipsada ante los solos del Zorzal Criollo.

En agosto arriba a nuestro país Eduardo de Windsor, Príncipe de Gales y una de las tantas veladas en su honor se lleva a cabo en la estancia de Concepción Unzué de Casares, ubicada en Huetel (partido de 25 de Mayo, provincia de Buenos Aires). Hasta allí llega el dúo para presentarse por un pedido personal del entonces Presidente del Nación Dr. Marcelo T. de Alvear. El 24 de agosto, después de la cena, Gardel y Razzano —vistiendo trajes de gauchos— interpretan su celebrado repertorio de tangos y canciones criollas. Al calor de las canciones y la simpatía del Zorzal Criollo, el ambiente se fue distendiendo y el Príncipe finaliza la velada tocando su ukelele junto al dúo criollo.

 

Walter Santoro / Martin Sardella

Fundación Intern. Carlos Gardel